FLUTTERING FEELINGS [[[[FINALIZADA]]]]

Cap.11~~ Lo siento~~

Clarke continuaba con esa expresión distante que había mantenido durante la cena pero Lexa no quería perder la oportunidad de hablar con ella, quizás, esta fuera la última vez que tenía ocasión de hacerlo.

—Esta mañana estabas molesta conmigo... aún no sé por qué... -Clarke puso una mueca. Lexa levantó una ceja —... Espera... ¿estás molesta por verme ahora?...si hice algo mal... dímelo... me gustaría poder arreglarlo...

—No... no hiciste nada malo... -la miró a los ojos, después de todo y aún sabiendo que de mirarlos se perdería en ellos como el que se adentraba en un frondoso bosque del que sabía sería imposible escapar. Intentó dejar un rastro de cordura para volver de ellos pero simplemente ese rastro desapareció —... es solo que... me comporté mal... fue horrible decirte algo así... lo siento.

Se quedaron en silencio manteniendo sus miradas por un largo tiempo que no se sintió del todo tan incomodo.
Lexa perdonaría cualquier cosa de Clarke y en su azul de Prusia pudo ver realmente el arrepentimiento hablando primero para después ver en ese mismo azul, algo que no entendió muy bien y que a Lexa le hizo sentir el impulso de querer abrazarla y apretarla entre sus brazos hasta que se quedase dormida, aunque lo que más deseaba era besarla.
Un deseo imperante que frenó irremediablemente sin poder olvidar lo que Clarke le había dicho esa misma mañana. No quería que sintiera que volvía a ser pegajosa con ella. Debía respetarla y hacer que Clarke volviese a ella sin la presión de sus actos.

—... Es tarde... deberíamos dormir... -dijo Clarke acomodándose en el colchón supletorio junto a la cama.

—... Puedo dormir... ahí... Clarke... -ella negó con la cabeza.

—Vuelves a ser mi visita... así que, no puedo permitir que eso pase... -susurró arropada con frazadas hasta arriba del todo.

Lexa cerró los ojos alegrándose, saber que ella la consideraba una visita y no una intrusión, era algo bueno y en cuanto sintió el olor de Clarke por todos lados entre las sábanas, su cuerpo se relajó, a la vez que una parte de sí misma se excitaba imaginando que Clarke estaba con ella en la cama y se quedó inmediatamente dormida, mirando para ese lado en el que Clarke se había tumbado.
Había sido un día intenso y estaba exhausta.

Despertó de golpe. A veces ese sueño del accidente la atacaba con esa sensación de ahogo en el pecho. No sabía cuanto tiempo había pasado desde que se durmiese, ni tampoco donde estaba exactamente y le sorprendió ver a Clarke, sentada en el colchón de espalda a la cama en la que estaba tumbada.

Parecía meditar algo entre susurros o quizás estuviese dormida, tal vez era sonámbula; realmente poco sabía de Clarke y su vida pero le ayudó verla allí sentada  para ubicarse y calmar esa sensación de ahogo en su pecho con el que había despertado.

La observó sin moverse por miedo a despertarla si es que estaba dormida; eso era lo último que se debía hacer con un sonámbulo según tenía entendido aunque esa creencia era más bien un mito en el que se consideraba que durante el sueño las almas escapaban del los cuerpos desconectándose entre ellos, por lo que despertarles podía entrañar el riesgo de que esa alma no pudiese volver de nuevo a ese cuerpo.

Mito o no, Lexa solo quería mirarla, sentir que ciertamente su alma había escapado de su cuerpo para colarse entre las sábanas donde quería abrazarla y sentirla cálida sobre su pecho.

Cerró los ojos de forma automática, por inercia, cuando Clarke se giró hacia su lado, fingiendo que dormía.

Entonces la mano de ella, apartó el pelo de su cara y acarició sutilmente su frente y Lexa pensó que iba a morir. Ese tacto de sus dedos sobre su piel podía quemarla y su cuerpo reaccionó queriendo sentir esos dedos en otro sitio y en todas partes.