FLUTTERING FEELINGS [[[[FINALIZADA]]]]

Cap.11~~ Lo siento~~

Clarke entró en su habitación un rato más tarde. Había ido a acostar al pequeño Aiden pero justo cuando fue a soltarlo en la cama él pidió que le leyese un cuento. No se negó.
Vio en su petición la oportunidad de sopesar lo que estaba pasando antes de ir y enfrentar a Lexa y comprender por qué había llegado hasta allí solo por ella.

Leyó ese cuento casi sin saber lo que leía, se le atoraban las palabras sumergida en toda esa ola que se alzaba en su interior y a la que Lexa era ajena mientras esperaba a solo unos pocos metros de distancia, cosa que a Aiden no importó porque simplemente se durmió con la primera frase que no fue otra que el típico Erase una vez... .
Aún así ella continuó leyendo ese cuento, un poco por asegurarse de que no despertaría al no escuchar su voz y por hacer algo más de tiempo.

No sabía que le diría. El que estuviese allí la alegraba y la inquietaba a partes iguales pero de alguna manera agradable pesaba más el tenerla cerca.

Al entrar la encontró sentada, rígida como un dolmen, en el borde de la cama como si temiera mover ni un solo músculo, por consiguiente temiendo incluso respirar, dando una imagen muy distinta a la que todos conocían de Lexa Woods.

Por alguna extraña razón, Lexa con ella era totalmente diferente, más cercana, amable e incluso vulnerable a todo lo que Clarke pudiera hacer o decir, como si de alguna manera tuviese total control sobre ella; un control que Clarke sabía que Lexa también ejercía sobre su persona y no sabía si ese camino era el correcto haciéndola dudar de si elegir seguir andarlo o deshacerlo.

Lexa la miró de soslayo, evitando los ojos de Clarke que hicieron lo mismo al notar la incomodidad de ella.

—Traje sábanas limpias... -entonó Clarke temiendo que Lexa notara la vibración nerviosa de su voz. Le dio la espalda y se agachó sobre el colchón que su madre había colocado en el suelo para acomodar las sábanas.

—...Gracias.. -susurró Lexa.

—¿Cómo?... -musitó Clarke aún de espaldas. Lexa se sobresaltó —...¿Cómo has llegado hasta aquí?...¿cómo supiste dónde vivo?...

—Yo... le pregunté a Octavia y Octavia a Harper... -Clarke se volvió con una expresión tipo debí imaginarlo, ¿quien si no podría molestarla?.

—Aún así... ¿cómo se te ocurre venir hasta aquí...sola... en primer lugar?...

—Tú también... viniste sola... -musitó. Clarke le dedicó una fugaz mirada. Mantenía su rostro cabizbajo.

—...No es lo mismo...

A Lexa se le apretó ese nudo en el estómago que se había mantenido tenso todo el tiempo desde que viese a Clarke. Podría ser que a ella le molestara su sola presencia allí y se sintió mal por forzarla a algo que quizás no quería. Se excusó.

—Yo...nunca pensé que te encontraría tan rápido... -sopesó—... todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos y cuando quise darme cuenta ya estaba en tu casa...

—Puedo hacerme una idea aún sin verlo... -expresó recordando cómo Lexa había contado encontrarse con la señora Ramos y cómo ésta seguro la había arrastrado hasta allí aún si ella se había negado. Aquel lugar tenía eso. La gente se conocía bastante entre sí y con bastante se refería a que era casi imposible mantener un secreto a salvo.

—Yo... no quería seguir con esta extraña sensación en mi pecho... solo quería hablar contigo... eso es todo... -Clarke guardó silencio y sus ojos lejos de Lexa —...fue un poco imprudente hacer todo esto... lo siento... ¿te sorprendí?... -Clarke asintió sin mirarla —... las cosas probablemente se complicarían más si te dejaba y luego sería más difícil arreglarlo por nosotras mismas... -Lexa hizo una pausa deteniéndose en ese pasado —... lo sé porque ya lo he experimentado antes...