C A P I T U L O XLI |perrarina para Angel|

12.8K 983 38
                                    


La lluvia torrencial me relajo en cierto modo, no podía negar que respire cuando cruce la puerta de vidrio. Espere para no mojarme mientras mi amigo iba en busca de su auto. Me encontraba sola, los escoltas que se encargaban de mi seguridad tenían órdenes de cuidar la clínica para evitar llamar la atención. Gabriel apareció en mi campo de visión y me introduje en su auto huyendo del agua.

El camino se nos hizo corto, al entrar a la casa de Lucían las rubias se encontraban limpiando el desastre. Considere que la paga era excelente para iniciar el trabajo un día luego de celebrar la despedida de viejo año.

Gabriel pidió un té para calmar sus nervios, aunque se encontraba más tranquilo su mente maquinaba mil por hora. Subí y me quité la ropa dejándola en el cesto de ropa sucia. Pare cuando me quite las bragas sintiendo una humedad fría. Estaban totalmente húmedas, me sonroje de vergüenza.

Mis deseos todavía eran palpables a simple toque, entre mis deseos y pensamientos pecaminosos, me duche con agua fría lavándome el cabello con fuerza para luego dejar que se secara al natural, Salí del baño sin rapidez y tome él te que me dejo la chica del servicio. Me vestí con unos pantalones de tiro alto y un suéter, me decidí por unas botas algo de tintura en el rostro para no verme tan pálida.

El té calmo mis náuseas, pero no la ganas de matar a Lucien y Ángel, tenía un poco de dolor de cabeza que con el pase del día espero que se disipara. Al terminar con mi apariencia opte por llevarle algo casero que mande a preparar para Katherine.

- ¿sigues mal porque Ángel se pasee del brazo de tu exmarido? -el lápiz labial rojo se rompió de la fuerza que lo presione contra mi boca. – todavía no tengo claros los detalles de la cornuda que eres en estos momentos, pero es hora de...

ya sabía por dónde venía esto.

-Lucían no tiene deseos de acostarse conmigo. - omito contarle el enredo que tenemos entre manos. - lo intente anoche, solo... ya no tiene caso.

- otra cosa que no entiendo ¿Cómo te metiste a vivir con tu excuñado que casi te folla antes de casarte? Joder te debes de odiar a ti misma sigues viendo la misma cara que quieres evitar.

-cállate. -le reclamo y el solo se suena la nariz Con una toalla- mejor pregúntale a una de las rubias si ya tienen la comida de Khaterine.

Al momento suena su celular y el atiende.

-...inténtalo de nuevo. -dice Gabriel abrochándose el cinturón del auto y solo ruedo los ojos. Esta más conversador, por ende, más tranquilo, le ha llamado María anunciando que su hija se encuentra bien - solo usen condón para no traer bendiciones al mundo.

Me encontraba por seguro que las ganas de callar a Gabriel eran inmensas, pero para tratar sus nervios hablaba por los codos. Nos bajamos a comprar algunas cosas en farmacia. Mientras hacia la fila para pagar vi a mi mejor amigo en la sección de bebés.

Me sentía feliz por el hecho de que Lucien le haya contratado en su empresa para estar a cargo del sistema de seguridad, ahora podía darse ciertos lujos al andar. Camino hacia donde me encontraba con un peluche gigante junto a unos bombones.

Al entrar a la clínica, pude notar que las enfermeras que caminaban de arriba hacia abajo eran amables al indicarnos en que piso se encontraba Khaterine, nos guiaron hasta que encontré los trajes negros indicando que era la seguridad de la familia Ivanov. Entre a la habitación, Gabriel se me adelanto intentando hacer pasar el peluche.

Khat, se encontraba despierta mientras tenía un brazo enyesado y un collarín en el cuello, junto a varios raspones en el cuerpo. la enfermera del lugar pidió que presionara el boto que se encontraba al lado de la cama por si la necesitaban

-Gracias. -dijo Estefan mientras salía junto a la enfermera. - me gustaría hablar con el doctor.

Al entrar por la habitación mis pasos sonaron, me observaron los que se encontraban adentro. Mi mente fue rápidamente hacia la rubia embarazada.

-traje perrarina. -anuncie. - ricas croquetas para perras en época de embarazo.

Mi amiga se ahogó con el vaso de agua que tenía contra sus labios. Lucien solo me observo con ojos divertidos.

María se encontraba de mejor ánimo y eso me alegraba en cierto modo. Se levantó quitándose la frazada que tenía en su regazo y me saludo con dos besos en la mejilla.

-le recriminare a mi hijo toda la vida, el haber dejado escapar una joya.

No me sentía de la mejor manera en ese lugar, pase por un lado de los presentes dejando menear mis caderas y deje la bolsa de plástico en el suelo, la modelo se encontraba abrazando a su novio mientras se profesaban cariño.

Mire de reojo, Ángel se sostenía la panza que no existía aun tomando el gesto exagerado de madre ama a su hijo que no ha nacido acariciando la panza exageradamente.

Mis manos fueron a mi cintura, me incline para hablar con Khaterine preguntando su estado de salud.

Una muñeca rota, costillas magulladas, raspones y moretones. Cayo en la inconsciencia por el golpe del coche. Tenía que estar una semana en la clínica y yo me ofrecí en hacerle compañía. Salí del cuarto para poder respirar y tomar la compostura. Necesitaba un café negro para bajar el estado de ansiedad.

Una mano rodeo mi muñeca y su perfume inundo mis fosas nasales, baje la mirada hacia el rolex de color dorado quien me tenía prisionera de su agarre.

-Bambi.

Su voz siempre va a causar un efecto en mi sistema. Tuve el esfuerzo sobrehumano de sostenerle la mirada.

-Lucien.

-deja los malditos juegos que tienes contra Ángel. –demanda, mientras camina, mejor dicho, me arrastra consigo.

- ¿tiene la maldita vagina hechizada que ahora le defiendes? No me vengas con idioteces.

-no empieces. Colmas la poca paciencia que me queda. Has caso una vez en tu maldita vida Esther y solo espera unos cuantos meses.

- ¿Cuándo ella abra sus mugrosas piernas y saque la escoria que lleve por dentro? O ¿también le piensas dar la paternidad y apellido?

- ¿sabías que tu ex tiene muy buenas ideas, amor?


Maldita sea, el payaso que le faltaba al circo.

Casada con mi MALDITO Jefe © [MALDITOS IVANOV'S I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora