We're pregnant! » Omegaverse YM.

[3]

Jin trató de no reír por la situación, pero es que no podía evitarlo. JiMin lloraba en una esquina, más producto de las hormonas que porque en realidad lo sintiera, mientras que un muy confundido TaeHyung trataba de consolarlo.

—Jimin-ssi, creo que lo que te tenga de esa forma no vale la pena. —Los sollozos aumentaron más y el pobre TaeHyung observó a Jin en busca de ayuda. —¿Qué dije de malo? 

Jin suspiró sonoramente antes de intervenir.

—Lo que pasa es que indirectamente le acabas de decir que YoonGi no vale la pena. —TaeHyung palideció y miró a al rubio a su lado. JiMin intentaba hablar pero los hipidos producto del llanto no lo dejaban.

—T-trate d-de d-decirle. —Susurró con la voz entrecortada. —¡P-pero me dijo g-gordo! —Rompió en sollozos mientras que Jin reía estruendosamente. TaeHyung seguía sin entender.

—¿YoonGi-hyung le dijo gordo a JiMin? —Jin rió.

—Verás, Tae. —Jin llamó la atención del recién llegado. —Han pasado muchas cosas, pero quiero hacerte una pregunta. —El omega menor de delicado olor a flores, asintió. — Mi vida dentro es la mejor, me alimento bien y suelo patear de vez en cuando. —El mayor  trató de armar la adivinanza que JiMin le había hecho a su esposo de forma correcta. —¿Quién soy?

—¿Un bebé? —Preguntó con el ceño fruncido. Jin asintió.

—Sí, efectivamente YoonGi es un idiota caído de la mata. —Los sollozos del rubio nuevamente se hicieron escuchar en el lugar. TaeHyung observó aterrado a su mejor amigo.

—¿YoonGi aún no sabe del embarazo de JiMin? —Jin negó con una mueca de decepción. El menor lo observó incrédulo. —Cielos, no puede ser tan despistado, ¿y el olor? —Frunció el ceño al darse cuenta que su mejor amigo no olía a gestante. 

—¡Quiero que sea una sorpresa, es solo que él es tan... ¿Idiota? ¿Lento? ¡¿Tonto?! —Preguntó JiMin. —Pues si lo es. —Afirmó con una lágrima rodando por su cara.

[ 💜]

Aquella reunión de viejos amigos en la cafetería parecía todo, menos un encuentro feliz.

YoonGi tenía unas visibles ojeras que adornaban su blanquecina cara, NamJoon no se quedaba atrás, las dos marcas negras bajo sus ojos indicaba que su vida no era color rosa ni mucho menos pastel, y JungKook... Bueno, él era el único que se veía feliz en ese lugar.

—Creo que la respuesta es obvia. —Mencionó el pelinegro rompiendo el silencio. —¿Pero cómo los trata la vida? —NamJoom hizo una mueca de dolor mientras que YoonGi bostezó sonoramente llamando la atención de algunos comensales en el lugar.

—Jin cree que soy su cachifo. —Susurró con voz cansada mientras jugaba con el pitillo que tenía su jugo.—Siento que él me odia en secreto.