⇝Capítulo 3.

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Mirar al cielo y desear volar lejos...

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Él no ha vuelto al departamento desde que salió hace tres horas, estaba un poco preocupada porque quizás él se haya ido por lo que hice, aunque sus palabras me hirieron como siempre lo hacen todas las personas que las dicen. Pensé en salir a buscarlo, quizás se perdió por no ser parte de la ciudad, sí mal no recuerdo, él había dicho que era de Busan. Después de cortarme todas mis uñas debido a mis nervios, decidí de alguna forma salir a buscarlo, ni siquiera entendía el porqué de ayudarlo, sí bien él me había herido con sus palabras, además ya había oscurecido. Tomé un abrigo de la maleta, este me llegaba hasta los tobillos por el largo, lo pensé una vez más antes de salir a buscarlo, y estaba dispuesta a hacerlo.

Caminé por las calles un poco intimidada, era muy tarde y solo estaba buscando a un chico que probablemente se haya perdido en la gran ciudad de Seúl. Comencé a bostezar del sueño, era muy tarde y aún no encontraba a Jungkook, fueron muchas horas caminando alrededor de muchísima gente y él no estaba entre ellas. Cuando me cansé de buscar a Jungkook, me senté en una banca de un parque cercano a una tienda de ramen, mi estómago comenzó a hacer un sonido súper molesto haciendo que mi cuerpo temblara, miré la pantalla de mi celular y decía que eran las 23:20 pm.

— Oye. — Una presencia apareció detrás de mí asustándome, era una voz masculina y con más razón tenía que asustarme, volteé con mi codo preparado y lo golpeé en la nariz con mucha fuerza, lo miré bien en la oscuridad y pude darme cuenta de que era Jungkook, fue en ese momento donde arruine las cosas una vez más. — ¡¿Por qué me golpeaste en la nariz?!

— Perdóname, pensé que eras un vagabundo o algo parecido que quería hacerme algo. — Le dije hablando con rapidez por los nervios y la desesperación. Él se tomaba la nariz con ambas manos para calmar el dolor, pero no sabía que lo había hecho con tanta fuerza. — En serio, por favor perdóname, te llevaré al departamento.

— Suéltame, iré solo. — Me dijo soltándose de mi agarre, si antes me sentía culpable, ahora ni siquiera sé lo que podría sentir. Comenzó a caminar a mi lado mientras solo agachaba la cabeza, estaba muy avergonzada por lo sucedido que ni siquiera podía mirarlo a los ojos. — ¿Tendrás...?

Se refirió a un pañuelo, asentí rápidamente y saqué de mi bolsillo un paquete lleno de ellos, su nariz estaba sangrando debido al golpe, ya no sabía qué hacer en ese momento. Solo fue un día con él y, ya cause más problemas que los que hago en una semana.

— ¿Qué hacías a estas horas fuera del departamento? — Cuestionó pero sin dirigirme la mirada, miré hacia un costado antes de contestar.

— Vine a buscarte, pensé que te habías perdido. — Respondí. Sentí como mis mejillas se encendieron en fuego al decir esas palabras, mis piernas temblaban por el simple hecho de los nervios.

— Sólo salí a comer algo y a conocer la ciudad de Seúl. — Bajó la mirada notando que su nariz había terminado de sangrar, suspiré aliviada sabiendo que no era nada grave.

— Yo salí a buscarte porque habían pasado muchas horas y... ¿Me preocupé? — Le dije un poco tímida, era de noche y por suerte no podía ver mis mejillas, estaba muy sonrojada.

Un momento, le acabo de confesar que me preocupé por él. Tierra, ¿Cuándo será el día que me tragues?

— Perdón por lo que te dije hoy, no fue mi intención. — Susurró mirándome de reojo, hice lo mismo pero con una expresión de tristeza. — No es cierto lo que dije, solo estaba molesto por algo más, tú no tenías la culpa.

— Está bien, yo lamento haber escuchado tu conversación, era muy personal y no debí escucharla. — Agaché la mirada y sentí como su mano se posaba alrededor de mi cabeza, me atrajo a su pecho. Caminamos de esa manera hasta llegar al departamento, me sentía un poco incómoda pero a la vez relajada, como sí los nervios que tengo día a día se fueran de la nada.

Al llegar nos separamos por completo, solo me dirigí a la cocina para prepararme algo para comer, estaba muy hambrienta y supuestamente Jungkook había comido. Tomé lo único que había, ramen.

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A la mañana siguiente, hice mi rutina de todas las mañanas y salí directo a la escuela. Estaba preocupada por Hyun Joo, dormir con una bruja como Yun Dae no es bueno para la salud de alguien como ella, nadie en su sano juicio dormiría a su lado. Cuando me estaba acercando a donde estaba Hyun Joo, Yun Dae se cruza enfrente de mí, impidiendo el paso.

— ¿Cómo estás torpe? — Cuestionó con una sonrisa maliciosa, traté de rodearla pero ella tomó de mi brazo, quizás fueron solo dos segundos en los que todo el instituto estaba mirando la escena.

— Permiso, llegó tarde. — Le dije con una voz totalmente diferente a la mía, ¿Estaba asustada?, sí, lo estaba.

— Me llegó un rumor de que estas viviendo con el chico más guapo que haya llegado a esté instituto. — Paré en seco y me dediqué a escucharla. — Tranquila, él no tardará mucho en darse cuenta de lo que en realidad eres, una torpe inútil que ni siquiera podría recibir amor de nadie. Ten cuidado Woo Hee, quizás se enteré de algo más y perderás a todo lo que te rodea. — Mis piernas temblaban mientras ella volvía a humillarme enfrente de todos los cursos. — Hasta tú propia "hermana", si es que se le puede llamar así, está buscando un plan para echarte de esa casa, entiende de una vez que nadie te quiere, nadie podrá enamorarse de ti y nadie podrá ser amable contigo, solo pasaría sí dejaras de arruinar las cosas que tienes alrededor.

No soportaba escuchar todas esas palabras, agaché mi cabeza dejando caer todas mis lágrimas, sin saber que yo misma me estaba humillando enfrente de todo el instituto. Yun Dae y sus amigas se alejaron de mí mientras se reían de todo lo que me habían hecho, Hyun Joo, que se quitó sus auriculares, me vio llorando y se acercó corriendo hacia mí, trataba de secar mis lágrimas.

— Woo Hee, ya son tres reglas que rompes. — Gritó Jungkook, él venía corriendo por la puerta principal, yo aún estaba de espaldas y seguía llorando como una estúpida. — Primero, entras a mi habitación sin permiso, te comes mi comida y ahora no me esperas para venir al instituto.

Volteé a verlo con mis ojos completamente llenos de lágrimas, él solo agachó su cabeza y pasó al lado mío como sí nada le importara, me sentía mal.

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𝙏𝙄𝙀𝙍𝙍𝘼... ¡𝙏𝙍𝘼𝙂𝘼𝙈𝙀! | 𝙟.𝙟𝙠  ©Where stories live. Discover now