Capítulo 19

5.7K 698 149
                                    

1 año después...

Las calles de Seúl estaban inundadas por la blanca nieve. Un chico con abrigo color rojo carmesí y otro con uno azul noche, ambos tomados de las manos. Compartían calor a través de sus dedos entrelazados, la luz de la luna hacía ver sus caras más pálidas de lo normal, junto con sus ojos que resaltaban sus bellos colores naturales. Sus respiraciones se hacían notables gracias a el frío aire que allí había, sus narices ya un poco rojas y heladas eran señal clave para volver a casa.

Félix se había decidido a entrar en una empresa como trainer. Su horario era flexible, se ajustaba según sus horarios, pero normalmente él asistía a la misma hora de siempre, no tenía otra cosa que hacer. Changbin era un poco más independiente, asistía a presentaciones sorprendiendo a más de medio lugar con su rap. ¿Hyunjin? ¿Su Jin? No se ha sabido de ellos, desaparecieron un día según los chicos. La verdad es que ellos dos no tenían ningún interés en averiguarlo, todo estaría mejor si nadie se entrometía, si nadie les causaba daño.

La pareja detuvo su andar, mirándose fijamente. Era un instante único, la nieve cayendo sobre sus cabezas no hacía más que endulzar el momento. Se fueron acercando lentamente, el pecoso se agachó a la altura de Bin, sus labios se rozaron, de arriba hacia abajo se deslizaban de una forma suave. El mayor tomó la iniciativa de juntar ambas bocas, un sonido morboso salía ante tal acto que a ambos le complacían.

[...]

- ¿Una empresa? ¿A qué te refieres? - Preguntó dudosa.

- En ese lugar hay varias personas con distintos sueños. Cantar, rapear, bailar, entre otros. Cuando inicias necesitas como un entrenamiento. - Explicó

- ¿Es una escuela de arte? - Dijo no muy segura.

- Algo así.

- ¿Cuánto dura ese entrenamiento del que hablas? - Quizo saber.

- Depende de cada persona, vas mejorando con el tiempo. Luego se te asigna una especie de cargo, hasta llegas a convertirte en...- Su madre lo interrumpió, no respondía lo que le preguntaban.

- ¿Cuánto dura? - Recalcó.

- De un año hasta doce.

- ¡¿Qué?! - Exclamó atónita.

- Mamá, cálmate ¿si? Puedo lograrlo en unos años, no será tanto, prometo... - Intentó tranquilizarla.

- ¿Sabes que así no conseguirás dinero? ¡¿Te tendremos que mantener toda la vida?! ¿Qué harás mientras tanto?

- No puedes decir eso de mí, sabes que me esfuerzo cuando quiero algo, realmente lo deseo. - Sus ojos lo decían de forma sincera.

- Tu sueño va más allá de tu expectativa, no llegarás a la cima con esto. Sigo pensando que la universidad es mejor. - Suguirió.

- Un amigo mío está en la empresa, lleva un año y ya están pensando en asignarlo a algo mayor.

- No me importan los demás, eres tú el que se juega su futuro. Si piensas vivir del baile es tu problema, pero no estoy dispuesta a pagar años de enseñanza a un niño que estuvo encadenado a una chica por mucho tiempo.

- ¡Mamá! ¡Eso fue hace mucho, ya olvídalo!

- ¿Cómo quieres que crea en que podrás hacer esto? ¿Quieres que crea en tí? Ni siquiera vives con nosotros para saber lo capaz que eres.

- De seguro papá estaría de acuerdo, él siempre me apoya. - Se cruzó de brazos, bufando.

- Tú papá no está en la casa ¿Si?

- Cada vez que llamo no está ¿Pasó algo?

- No me cambies el tema, eso no es importante ahora.

- ¡Claro que es importante! Quiero que ambos opinen sobre esto.

- No es no y listo. Fin de la conversación. - Cortó. El pecoso bajó la pantalla de su portátil algo indignado. Sabía que algo pasaba entre sus padres, hace un tiempo no veía a uno de ellos, aunque su mamá lo seguía negando. Si realmente quería entrar a aquella empresa tendría que hablar con su padre, él lo ayudaría seguro.

[...]

Papá le brindó la ayuda correspondiente, es un buen hombre, no sólo por eso, siempre aconsejaba de la mejor manera a su hijo y, junto con eso, lo guiaba en la vida "adulta" que ahora tendría.

- ¿Está todo bien con mamá?

- Si, ¿por qué preguntas?

- Hablé con ella esta mañana, no estabas en casa, y tampoco los demás días.

- Sólo estoy trabajando, tengo que hacer turnos extras y demás.

- ¿Tienen problemas de dinero? Si es así yo...

- Nada de eso, tranquilo, sólo no he pasado mucho en casa, es todo. - Eso no convenció mucho a Félix, pero no quería seguir discutiendo del tema y mucho menos por llamada. Algo pasaba, de eso estaba seguro.

[...]

Luego de ese pequeño encuentro en la nieve, volvieron a casa. Allí los esperaba Chan junto a Jisung, sentados en la mesa del comedor. Le pegaron una pequeña mirada pervertida a los recién llegados, pero luego siguieron su conversación. La pareja sólo sonrió ante ese gesto de sus compañeros.

Anexo || Changlix ✔Where stories live. Discover now