Capítulo 8

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El personal se acercaba rápidamente al lugar. Ese pequeño momento relajante de Félix se había transformado en un gran escándalo. Ambos tendidos en el suelo, jadeando, mientras guardias y enfermeras se acercaban para atender a los chicos. Las preguntas serían respondidas cuando ameneciera, ya que realmente estaban heridos física como mentalmente.

[...]

Changbin había salido sigilosamente de su habitación para entrar a la del pecoso. Sabía que era tarde pero necesitaba aclarar las cosas, o al menos intentarlo.

Abrió la puerta del cuarto delicadamente, encontrándose con Félix sentado en la camilla. Este miraba a la ventana, dándole la espalda al mayor. Las dudas entraron a la mente del chico, acercarce o irse. Tal vez debía dejarlo, el miedo a que joder las cosas nuevamente lo hacía retroceder, pero a la vez, tenía que decirle acerca de la recomendación del doctor para que su recuperación fuera más rápida. Sí, esa sería una buena excusa para entablar una conversación tranquila.

Decidido, tomó una buena postura y caminó hacia Félix. Estaba nervioso, ya no había vuleta atrás.

— Linda vista ¿No? — Habló, observando el acumulado estacionamiento.

— ¿Sabes? No quiero pelear en este momento, preferiría que te fueras. — Dijo casi susurrando.

— No vine a discutir. Sólo quería disculparme por golpearte, no debí hacerlo.

— Si estás aquí por eso solamente ya puedes largarte.

— Félix, no entiendes...

— ¡¿Qué quieres que entienda?! — Fue prepotente.

— No fue mi culpa enrollarme con tu novia.

— ¿Acaso no sabías que ella estaba en una relación?

— Lo supe, pero mucho tiempo después que... — Lo interrumpió.

— ¡¿Para qué te metes con ella entonces?!

— ¡Si no era conmigo hubiera sido con otro y lo sabes perfectamente! — Exclamó.

— ¡Ya, pero fue contigo!

[...]

Era época festiva. Changbin no estaba bien, se sentía culpable. Estar en malos términos con un amigo podía resultar lo más frustante del mundo.

En la cena, sus familiares le preguntaban qué le pasaba, estaba muy callado y metido en sus pensamientos, él sólo respondía que estaba disfruntando del platillo.

[...]

Les contó de su enfermedad de forma pasiva, quería que sus padres se dieran cuenta de que este tema no lo afectaba en lo absoluto y estaría dispuesto a cuidarse de la forma debida. Si no lo decía así, su madre lo obligaría a quedarse en casa con ellos, en Australia, y eso era lo que menos deseaba.

A pesar de los roces que ha tenido con personas cercanas a él, le gustaba la vida en Corea del sur, algo independiente y liberal, pero al mismo tiempo responsable.

— Hijo, ¿Y tu novia? ¿No quizo venir contigo? — Una pregunta algo complicado de responder luego de todas las cosas bellas que Félix hablaba de la chica. Decirle detalladamente lo que hizo o simplemente que rompieron ¿Qué sería lo mejor? Aunque su silencio lo decia todo el padre necesitaba saber.

[...]

Tomar esos suplementos no era lo más divertido del mundo, pero al menos lo mantenían vivo. La falta de hierro en su organismo ahora lo hacía depender de eso.

Luego del largo viaje de retorno a su hogar, el cansancio se notaba por las grandes ojeras que llevaba bajo sus ojos. Chan lo había citado a un café, ya que últimamente a tenido muchas dudas por la actitud indiferente de Changbin al sacar algún tema del pecoso. Él no dudó en asistir.

[...]

— ¿Les llegó el obsequio de Félix? Se nota que se preocupa por nosotros. — Habló BangChan mientras se arreglaba para salir.

— ¡Sí, además, me dejó una carta! — Jisung se emocionaba al recordar las palabras leídas.

— ¿Y a ti, Changbin, te dió algún regalo? — Preguntó el mayor.

— No quiero hablar de eso. — Bufó.

— ¡De verdad no comprendo lo que pasa! ¡Desde ese día en el hospital no has vuelto a ser el mismo! ¡Quiero saber por qué!

— Chan, por favor, ahora no. — Pidió.

— ¡Claro que sí! ¡Necesito una respuesta! — Gritó.

— ¡Tampoco eres mi padre! ¡No tengo por qué darte explicaciones! — El chico con flequillo miró a la cara a su atacante, estaba a punto de lanzar un gran insulto, pero el peliazul se adelantó.

— ¡No le hables así! ¡Él no tiene la culpa de que te hayas metido con la novia de Félix! — Soltó.

[...]

Esperaba sentado mientras bebía una limonada embotellada. Su amigo llegaba un poco despeinado y agitado, la cara roja y cansado.

— Perdón por la tardanza. — Fue lo que dió inicio a, la que parecia ser, una larga conversación.

El pecoso tenía miedo de las preguntas que le haría su amigo, no quería hablar de lo que pasó antes de las fiestas y mucho menos de Changbin, pero sabía que el chico quería respuestas, las necesitaba ahora mismo para saber que había ocurrido en su amistosa relación.

El pecoso tenía miedo de las preguntas que le haría su amigo, no quería hablar de lo que pasó antes de las fiestas y mucho menos de Changbin, pero sabía que el chico quería respuestas, las necesitaba ahora mismo para saber que había ocurrido en su...

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Anexo || Changlix ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora