13º El objetivo.

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— ¿Todo Listo? — la respiración nerviosa de Tony era el único sonido frente a aquel porton.

— Sí — asenti con mi cabeza mientras seguiamos estaticos.

Estábamos a segundos de entrar a la fiesta de Stephen, fiesta en la que encontraríamos la clave para el suero. El plan era distraerlo — esa parte era la de Tony — mientras el otro buscaba los planos y borraba los papeles que contenian mi identidad como ex soldado.

Aun asi, teníamos miedo, Bruce estaba con Natasha en un vago intento de reconciliación y Tony y yo haciendo el trabajo sucio. Debo admitir que aquel traje le quedaba de manera perfecta al juvenil cuerpo de Tony pero luego sabía que esta noche seria tocado en su mayoria por aquel repulsivo hombre.

— Steve — su voz me saco de mi trance percatandome que me habia sujetado suavemente de la mano —, quiero que una vez que tengas los papeles salgas de este lugar.

—¿No se suponia que tenia que esperarte? — intente sonar relajado y hasta hacer una broma casual —, hasta podriamos ir por un café.

— Sera para otro día — me sonrio para luego tomar un aire de tristeza que comenzaba a preocuparme —, daselos de inmediato a Bruce, el sabra como avanzar.

— ¿Por que no vendras?

Un silencio nos inundo.

Claro que sabra por que no vendria, lo sabia claramente. Esta noche el estaría con el; esa era la distraccion. Habian Muchas maneras de hacerlo pero el solo queria hacerlo a la suya. Nunca me lo confirmó pero tampoco lo nego.
Se limito a acercar su mano para tocar el timbre cuando la tome abruptamente.

— Si tu dejas que el te tome — sus ojos parecian expresar miedo y mi agarre inseguridad —, olvidate de volverme a ver Tony.

— Lo se — su dedo se safo de mi agarre y toco el timbre descaradamente.

Casi al instante, la puerta se abrio y la musica salio desprevenida, invadiendo con su abrupta fuerza nuestros timpanos haciendo que formemos una mueca de disgusto, era aquel hombre de cabellos canosos que no perdio ni un segundo de apoderarse de los labios de Tony.

Era repulsivo, era asqueroso y solo me imaginaba las mil maneras en las que le romperia la cara después de este plan, Tony le siguio el beso fingiendo una sonrisa para luego separarse empujandolo a un costado.
Segundos despues el se dio cuenta de mi prescencia poniendo una mueca de duda.

— ¿Viene contigo, cariño? — Nota mental; no volver a decirle a Tony ese adjetivo.

— Es mi primo — parecia no tragarse aquel cuento y profundizaba en mi rosteo como si lo hubiera visto antes, Tony se alarmo ante esto y tomo su rostro entre sus manos para decirle nuevamente —. Viene de Brooklyn, se llama Estefano McSail, descendiente latino ya sabes lo que dicen de ellos.

El improvisado nombre que Tony me dio me causo gracia haciendome reir un poco y extenderme mi mano — que seria inmediatamente lavada — a Stephen. Este la tomo con mas seguridad que la primera vez agitandola suavemente.

— Tu familia siempre sera bienvenida aquí — se dirigió a Tony —, soy Stephen, Stephen Strange.

— ¡Tony me a hablado tanto de ti! — me a contado las innumerables veces que a soñado con darte una golpiza de una vez por todas —, obviamente solo las maravillas que parecen ser todas.

— Es un primor, ¿no lo crees Estéfano? — tomo el rostro de Tony entre sus manos de manera delicada, quería apartarlo a toda costa —, disfruta de la fiesta, uno no siempre tiene estas oportunidades.

— Lo se — desvíe la vista y sentí la mirada de Tony clavada en mi, quería rechazarla para no levantar sospechas —, uno puede conocer a unas chicas realmente bellas.

A tu lado. Where stories live. Discover now