12º Te amo.

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Me dolía la cabeza y no recordaba absolutamente nada del día anterior. Descartaba el hecho de que sea una resaca así que era momento de pensar nuevas ideas.

— Hola Capitán — era la voz de Tony a un lado mío.

Todos los recuerdos vinieron de golpe a mi cabeza, ahora realmente sabía quien era El y el hecho de que estemos tranquilos en este lugar me ponía inquieto.
No.

Me ponía confundido ya que recordaba que él se había ido después de inyectarme aquel líquido en mi nuca.

— ¿Que está pasando? — intente levantarme pero sentía pesadez.

— No podrás moverte por los efectos secundarios, eres un súper soldado después de todo — te sentaste al borde de la cama para facilitarme la vista de tu rostro.

— Me estas asustando — aclare con mi voz aun cansada.

Mi voz no era lo único cansado, pude ver las notables marcas de sueño en su rostro, parecías agobiado, preocupado y nervioso.

Pero no querías demostrármelo de manera tan directa, eras tan solo un joven Tony y estabas con una carga realmente pesada a mi parecer intentando procesar que ya sabía lo que querías y que yo era el Capitán América. Debía admitir que nos conocíamos tan solo unos cuantos meses pero aquello no evitaba que mi amor por ti fuera inmenso, pero ahora la situación tomaba un giro escalofriante.

— Cuando nací escuchaba historias acerca de ti — una sonrisa se dibujo en tu rostro —; tus hazañas, logros, las batallas que peleaste duramente y también de la máquina que te hizo lo que eres.

Mantenías la sonrisa pero ahora era algo penoso, algo triste y algo cansada.

— Jamás supe tu nombre pero sabía que estaba escrito en mi destino encontrar aquella máquina — con tu mano acariciaste mi rostro —, me fui de casa dejando a Howard y a mi madre completamente solos; la idea de su muerte era tan alejada pero uno nunca sabe cuando los frenos serán cortados ¿Verdad?

Solo me limitaba a observar cada gesto facial y línea que se formará en aquel rostro que veía más maduro que nunca.

— Me olvide de ti y de la máquina para estudiar en la universidad; conocí a Bruce Banner que era mi profesor pero llego a convertirse en mi amigo y un apoyo emocional— con tu otra mano tomaste la mía para llevarla a tus labios —, él no lo sabe pero fue sometido al mismo experimente que tú debido a los rayos gamma; se convirtió también en un súper soldado solo que...el color ni la estatura se pusieron de acuerdo.

— Esto que tiene que ver — sentí un Deja Vu de este momento.

— Si la máquina podía convertirte en esto — me señaló — puede hacer el efecto inverso.

Beso mi mano con tristeza, deteniéndose en cada uno de mis besos.

— Me acoste con tantas personas para que me dijeran donde estaba ese dichoso plano — algunas lágrimas salieron de sus ojos —, era asqueroso pero quería salvarlo...hasta que llegue a Strange.

Así que los planes de Tony no eran más que salvar a su compañero. Me sentí mal por dudar de él y también me sentí mal por confiar de manera tan rápida.
Las lágrimas seguían cayendo igual que de su nariz goteaba agua.

Parecía un niño después de ser regañado.

— Si te hería fue por mi miedo a volver a perder algo importante — cualquiera de sus toques se separó de mi — y prefería el hecho de que me odiaras a que me buscaras o esperaras...

— Tony...

Con las pocas fuerzas que me quedaban alce una de mis manos para acercar tu cuerpo en un abrazo al mío; no me importaba si los fluidos de tu cara se impregnaban en mi ropa, te quería a mi lado. Tu llanto aumento y se hizo sonoro una vez que hice esa acción.

A tu lado. Where stories live. Discover now