1º Moccha.

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— Sabes que en cualquier momento puedes contactarnos Steve, tu secreto siempre estará a salvo con nosotros — Nick agarró mi mano con fuerza intentandome brindar seguridad.

— Créeme que lo sé — sonreí y moví mi mano de su agarre para avanzar hacia la puerta —. Gracias por todo Fury.

Cierto aspecto de mi vida estaba acabando al dejar la armada, sentia que era lo correcto, pero, ¿lo era realmente? El querer llevar una vida alejada de todo lo que tenga que ver con mi pasado y los dolorosos recuerdos de la guerra era probablemente mucho pedir a mi mismo; necesitaba dejarlo y el momento era ahora.

Pare un taxi e inmediatamente entre para poder seguir con mi trayecto.

— Buenas tardes, ¿Conoce esta dirección? — le otorgue el papel con las coordenadas de mi departamento —, soy nuevo en Nueva York.

— Ja ja se nota bastante — leyó el papel rápidamente para devolvérmelo —. Conosco la dirección, no se preocupe por lo demas.

En lo que transcurrió del trayecto me dedique a ver la rapidez con que pasaban los edificios y tiendas, la emocion de la libertad y la culpa en cierto aspecto era excitante y solo me dejaba pensando en que pasaria luego.
Había elegido vivir en un departamento alejado de todo, sabia que el lugar era una calle estrecha de poco transito y comercio, cosa que poco me molestaba ademas de que asi mis contactos pasados no me encontrarían.

— Llegamos. — mire por la ventana para ver una calle de color gris. — Bienvenido a Nueva York

— Gracias. — saque mi equipaje y contemple lo que seria mi entorno de ahora en adelante.

Todo salía como lo planeado, mejor de lo que esperaba, tal vez pude ser un desastre antes pero ahora veo que puedo mejorar y llegar a ser más de lo que pude ser alguna vez.

Las escaleras al departamento eran infinitas y a pesar que podia pagar algo mejor me comenzaba a agradar el entorno; cuando finalmente llegué a mi puerta, saque las llaves y entre con emocion para descubrir que era mejor de lo que esperaba.

Ventanas grandes, piso de madera — tal vez me gustaba creer que era de eso — y completamente silencioso, deje mis cosas a un lado y me dirigí hacia la gran ventana para sentarme en el borde de esta y contemplar la vista.

Una de las ventajas de que tu departamento sea en el octavo y ultimo piso es que te permitia ver más allá de lo que parecia; podía ver la ciudad apesar de que fuera poco, era perfecto para mi.

Fue cuando me percaté de un pequeño lugar iluminado en la parte trasera del edificio, ¿qué era esa insignificante tienda?

Con intencion de explorar los alrededores, baje decidido a averiguarlo; además de dar una vuelta al vecindario, me tardo no mas de 10 minutos para llegar cuando vi con claridad el letrero que anunciaba su nombre.

"Moccha".

— No suena mal un cafe de bienvenida — pensé para mi mismo.

Entre y pude ver que el ambiente era altamente pulcro pero emitia a la vez una sensación de calidez, habrían 6 personas en las mesas y solo pude pensar que me queria sentar en la de la esquina.

Fui y vi por el vitral la ventana de mi departamento, se veia mas pequeña desde aquí y me dio una sensación de felicidad instantanea; fue cuando escuche como un sonido de movimiento se provocaba en mi mesa.

— Bienvenido a Moccha, — dejó la carta en mi mesa — avíseme cuando se sienta listo para tomar su orden.

El joven mozo se habia ido pero mi vista no de el, era una curiosidad espontánea hacia su caminar y manera de hablar; a pesar de que su apariencia no salía de lo común me sentía tontamente atraído hacia él.

Quería verlo otra vez, rápidamente elegí cualquier cosa de la carta para poder llamarlo nuevamente y verlo.

— Quiero un Americano — tomo rápidamente la orden — ¡ah! También quiero un esspreso.

— ¡Realmente no quiere dormir hoy señor! — se rio sutilmente. Fue realmente placentero oir su risa.

— No realmente — rei tambien —. Soy nuevo por aqui y queria conocer más acerca de los alrededores... Ya sabe.

— En todo caso espero que la este pasando bien hasta ahora — cogio el menú de la mesa para luego susurrarme —, en todo caso si quiere seguir disfrutando su estadia seria mejor que no pida ninguno de nuestros postres a menos que quiera terminar en un coma diabético.

Solo reí ante su comentario y el se fue de mi vista, nunca me gusto el cafe, ¿¡Que demonios hago pidiendo cafe!?

Lo tome lo mas rapido que pude con rostro de disgusto mientras seguia los pocos movimientos que podia divisar de el. Al terminar me levante en direccion hacia la puerta para poder salir.

— Gracias por venir — se despidio.

— No hay de que. — en ese momento pude divisar en nombre de su placa —Tony.

Se sonrojaron sus mejillas levemente y solo asintio avergonzado para darme la espalda y seguir trabajando. Completamente lindo.

Solo me quedaba regresar a mi departamento para poder continuar arreglado los aspectos de la mudanza y de mi mente.

***

Abri lentamente mis ojos, aun adormilado, habia dormido sobre una manta en el suelo. El cansancio del movimiento en el dia era notable en mi rostro.

Aunque me costo el levantarme lo logre, vi la bolsa de basura al lado de mi puerta con todos los envoltorios de mis cosas, decidí que bajaria a dejarlos para el basurero. Baje y lo deje frente al edificio, sabia que si volvia arriba seria para dormir asi que elegi caminar un poco.

¿Seguirá Tony en el Café?

Me asuste de mis pensamientos por un momento y sacudí la cabeza; que hago pensando en un tipo que podria ser mi hijo y apesar de mis pensamientos inconcientemente termine en el cafe.

Me reí de mi mismo y decidi entrar, no vi a Tony por ningun lugar asi que lee pregunte a la joven que estaba al lado del mostrador.

— Buenas noches, ¿Esta Tony?

— Acaba de terminar su turno — diablos —, pero puede encontrarlo en la parte trasera por la puerta de empleados.

— Oh no se preocupe, gracias.

Me dio una sonrisa pero no se sintio igual a la de Tony, decidi volver por donde vine despues de salir cuando escuche la risa de el; al ver por donde venia era por un pequeño camino que conducía a la parte trasera de Moccha.

Decidi ir a ver que sucedía, ilusionado por quisas verlo riendo con algun compañero o alguien apesar de saber que seria estupido ¿Con que inocente excusa le diré la razon por la que lo buscaba?

— ¡Hola Tony! ¿Me recuerdas?.. — Negué con la cabeza —.. ¡Vaya que coincidencia! ¿Eres Tony verdad?.. Mmm no tal vez sea mejor no decirle nada ..

— ¡Stephen ya basta! — se rio otra vez.

— Oh vamos no puedo evitarlo, solo mira tu rostro ahora mismo esta hecho un desaste — se escucha una voz grave.

— Tu apellido comienza a tomar sentido — bufo —. ¡Eres completamente extraño!

Despues de entrar a aquel lugar, mis ojos se abrieron de par en par.

Se estaban besando, no era un beso de amigos o uno tímido, era completamente un beso apasionado en donde pude ver al joven de la mañana en una posición totalmente diferente.

¿Nunca han pensado que es imposible tener accidentes como estos? Crean que es posible ver a una persona que te atrae contra una pared y con la lengua de alguien completamente diferente en su boca.

Auch.

Mi bebe Steve :( soporta a nuestra escurridiza Tony un poco más, espero que les haya gustado, apoyenme con sus votos, comentarios y compartiendo la historia me daria muchisimo apoyo.

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Un abrazo desde aqui para ustedes chicos!

A tu lado. Where stories live. Discover now