El escudo de cristal

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24 de julio8:43 pm

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24 de julio
8:43 pm.

En el parque cerca de mi casa... justo donde solía pasar las tardes con Sasuke...

Estoy exhausta, tanto física como mentalmente. No he podido descansar nada en días. Entrenar con Anko Mitarashi definitivamente no es nada sencillo; es más bien desafiante.

La exigente jounin continúa diciéndome que debo aprender a trabajar en mis emociones para lograr un control óptimo de mi chakra, pero es mucho más fácil decirlo que hacerlo y ya no sé cómo alcanzar esa "paz interior" que tanto me exige. Creo que voy a perder la cabeza cada vez que ella me grita que debo trabajar en mi mundo interno. Con Naruto lejos de Konoha junto a Jiraya, el Sabio Pervertido (como él mismo le llama a veces) y Sasuke en un auto-exilio de la vida de todos a los que le importa a pedido de Kakashi, al que tampoco he podido ver más, solo tengo esta libreta de notas para desahogarme y escribir mis pensamientos.

Llevo varios días intentando hacer uno de los ejercicios de Anko, pero como el resto de sus estrafalarias técnicas, no acabo de lograrlo. El objetivo es utilizar mi chakra para crear una ofensiva potente. Ya sé que realmente el chakra se puede utilizar como un arma pues, como dijo Shikamaru durante los primeros exámenes, su propio sensei, Azuma Sarutobi, puede cargar unas cuchillas hechas de un metal especial con su energía vital y así hacer que estas sean incluso más letales.

El reto que Anko me olyantea, sin embargo, es que no puedo utilizar ningún tipo de conductor para mi chakra. O sea, que no puedo pensar en ningún kunai, shuriken o katana para "alargar" mi energía vital, solo debo utilizar mi cuerpo y si nadie lo ha logrado antes, es porque es jodidamente imposible, pero ella no acaba de comprenderlo. Desde que Anko me retó a crear tal jutsu, no he podido pensar en otra cosa que en eso y cada día me desespero más.

—Es bien sabido que los tatarigamis que existieron antes que tú compartían dos cosas: el mismo rostro y una abundante cantidad de chakra —me habló.

—Sí —asentí—. Lo he leído varias veces.

—Esto significa que, en estos momentos, y teóricamente, tú tienes la inteligencia y el poder necesario para crear tu propia técnica individual —agregó.

—Eso espero —dije—. Además, es sabido que mientras más chakra tenga el shinobi, más posibilidades hay de crear un jutsu potente —comenté.

—Esto se debe a que el ser que está sellado dentro de ti tiene un poder nunca antes visto —me dijo—. A pesar de que no hay mucha información sobre estas personas, encontré un libro en la sección privada del Sandaime Hokage escrito en una lengua muerta que habla de una criatura que es considerada como "el dios creador de el chakra" que fue sellado en un cuerpo humano por uno de sus hijos —me dijo llamando mucho mi atención—. Realmente, solo pude comprender algunas palabras del escrito que tienen una raíz común con nuestro idioma pero, al ver tu torrente de energía vital, me inclino a pensar que es posible que el ser contenido en ti sea uno capaz de controlar inmensas cantidades de energía a su voluntad —me habló.

Era posible. Después de todo, el primer día de entrenamiento con la jounin, cuando ella me atacó en el bosque con aquellos palillos de botana, el chakra que emanaba de mi cuerpo hacía que las improvisadas armas no llegaran a tocarme.

—He logrado algunas cosas con mi poder anteriormente. Desde hace un tiempo he intentado poner chakra en mis puños para lograr un impacto mayor en mis golpes —le aclaré a la jounin.

—Sí —me interrumpió—. Estoy al corriente de que utilizas regularmente la técnica de Tsunade-sama como tu ofensiva. Realmente tu defensa es lo que más me preocupa —habló, pero interrumpiendo sus palabras, le pregunté.

—¿La técnica de quién? ¿Tsunade-sama? —repetí pues nunca había escuchado su nombre— ¿Quién fue ella? —pegunté.

—Todo a su tiempo, impaciente Sakura —me habló regándome mi corto cabello en señal de afecto—. Ella es una de Los Tres Legendarios Sannin de Konoha, junto con Jiraya y Orochimaru —me aclaró—. Pero yo no quiero que copies su técnica, sino que crees tú una propia —terminó.

Desde ese momento he intentado pensar en algo que me ayude a mejorar mis defensas pues, como me dijo Anko, en un combate, la mejor ofensiva, es una buena defensa y, si algo me falló en mi primer encuentro contra Dozu y sus secuaces en el bosque de la muerte fue eso: una forma de resistir sus peligrosos ataques.

Mirando las notas de mis peleas anteriores, unos recuerdos del enfrentamiento contra Haku, en la País de las Olas, captó mi atención. Estoy considerando seriamente hacer algo impresionante con mi chakra que, en caso de que resultara, sería algo letal para mis enemigos y, en cambio, si no lo lograra, terminaría siendo letal para mí.

RENACER [✔️] (Primer Libro de la Trilogía Renacer)Where stories live. Discover now