UN VERSO SOLO PARA TI...

DEBO DECIRTE LA VERDAD

A la mañana siguiente TaeHyung despertó, se ducho y se arregló con unos pantalones negros rasgados, que se ajustaban perfectamente a sus piernas, una camiseta blanca y una banda en la frente negra con rojo, despeino un poco su cabello, dándole un toque sensual y atrevido, ¿Quién podría resistirse bajo ese atuendo? Nadie, esa era la respuesta.

Se iría lo más rápido posible, ya que quería intersectar a Jeon antes de comenzar las clases, al llegar a su auto se encontró con el señor Kim.

- Padre - hizo una reverencia para saludarlo -

- TaeHyung - el señor Kim se quedó de pie a punto de adentrarlo en la parte trasera del auto - ¿Cómo vas con el asunto del conejito? - su tono era bajo pero firme -

- Voy bien padre, ayer he roto el contrato con los chicos, hoy mismo pondré en marcha el plan para que Jeon se enganche conmigo - miro a su padre con la barbilla arriba y con tono socarrón le dijo - me temo padre, que es mi deber decirte que, deberías supervisar más a mis hermanos, en el contrato han cometido una falta grave al no revisar las firmas y comparar que sean auténticas, eso ha facilitado la ruptura del contrato, en un caso real, esto seguro le costaría millones a nuestro bufete solo por las negligencias de tus hijos.

- La cara del señor Kim demostró total decepción ante aquello - valla, y decías que no tenías madera como abogado, no te preocupes, supervisare más a tus hermanos si no quiero que el bufete de Tokio que apenas comienza se valla abajo. - termino de subir a su auto y antes de ordenar al chofer marcharse, bajo la ventanilla para recordarle a TaeHyung - tenemos el tiempo contado para que atrapes a ese niño hijo, el reloj avanza y no queremos que Jeon se nos escape a Japón con ese amigo suyo

- Descuida padre, haré que Jeon se vuelva loco de amor por mí. Me amara tanto que no dudara comprometerse conmigo al final.

- No me decepciones TaeHyung, siempre he dicho que eres quien más ambiciones tiene en la vida - ordeno al chófer marcharse dejando a TaeHyung con una sonrisa de lado

- No te preocupes, el niño me amara con la misma intensidad que yo amo a Jimin y como un extra haré que odie a los demás, tanto como yo lo odio a el - susurro para sí mismo antes de subir a su auto -

La escuela estaba tranquila como todas las mañanas, él era de los que llegaba temprano, así que decidió ir al patio trasero a recostarse un poco antes de que las clases dieran inicio.

Su cuerpo sobre el pasto, recordando todos esos detalles, pero era viernes y ninguno de sus seis caballeros le había mandado algo, le pareció bastante raro, pero a la vez sonrió con amargura <<seguro se han aburrido de mí, demasiado bello para ser verdad>> pensó, sin embargo una grave voz lo saco de su ensoñación.

- Los niños bonitos como tú, no deberían estar solos ¿sabes?

- ¿P-perdón? - abrió los ojos solo para encontrarse con la mirada castaña que ayer le pidió almorzar juntos

- Lo lamento si te he asustado Kook, pero, no es mentira lo que te digo. Los niños bonitos como tú, no deben estar sólitos - le regalo una de sus clásicas sonrisas cuadradas que tanto amaba Kook - podría venir algún caballero y raptarte para hacerte su esposo

- Emmm - el menor no entendía nada, solo podía ver lo bien que se veía el día de hoy, su cabello desordenado y por dios esa banda en su frente - no pondría resistencia si fueras tu - hablo apenas en susurro.

- ¿Qué has dicho? No escuche, lo siento - seguía sonriendo, pero mintió al decirle que no lo escucho dándole así algo de confianza al menor y sonrojándolo.

- Yo no he dicho nada Hyung, no se preocupe, estaba por ir a clases.

- Ha, referente a eso Kook, yo hoy no tengo clases, es tiempo de exámenes y yo exente todas las materias. Solo he venido a decirte que, sobre el almuerzo de hoy - Tae se detuvo un poco y el menor supuso de inmediato que el chico solo venía a cancelar por cortesía.