El poder es algo que siempre he tenido, todo se destruyo, todo en lo que creía fue derrumbado por nada mas que ambición.
Me jure a mi mismo destruir todo sentimiento albergando.
Solo infundiría temor y respeto pero...
Ella cambio mi vida, tan dulce...
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Kelsey
Hombres lobo, sueños extraños, marcas y luna.
Todo esto es demasiado para mi, nunca me imagine que al despertar en este lugar me pasarían todas estas cosas, pero bueno en realidad no puedo quejarme Dalton ha dejado todo muy claro y me ha dado mi espacio lo cual agradezco, no voy a negar que siento algo por el.
Después de todo lo que me conto decidimos regresar a la aldea en donde todos al vernos agachan la mirada.
-Dalton.-le llamo.
-¿Dime?.-
-¿Por qué todos inclinan su cabeza al verte?.- suspira y toma mi mano.
-Es símbolo de respeto fue algo que implique al tomar el cargo de alfa.- suelto su mano y me cruzo de brazos.
-¿Enserio?.- arqueo una ceja por lo que me da una media sonrisa.
-Eso te molesta y me pedirás que quite eso ¿Verdad?.- asiento
-Y creo que no solo será lo único que cambiaras.- me sonríe y se dirige al centro.
Comienza a hablar y a parecer todos lo miran sorprendidos por lo que esta diciendo.
-Hola muñeca.- Mark llega a mi lado dándome un beso en la mejilla.
-Hola.-respondo con una sonrisa.
Se gira y observa a Dalton.
-Supongo que esta fue tu condición para aceptar a mi hermano.- comenta entre risas.
-Las personas aquí le temen no voy a negar que aun tengo ciertas dudas en lo que respecta a los lobos pero no es grato ver cómo es que incluso los niños temen hacer algo por miedo a que los lastime. Si el quiere ser un líder debe demostrar a los demás que es digno de dicho puesto.
-Valla.- silba.- Ahora estoy completamente seguro que serás una excelente luna.- sonrió.
-Solo tenemos que tratar a las personas como queremos que nos traten.
-Debo admitir cuñadita.- ríe al ver a Dalton.- Que será un trabajo muy duro.
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Ha transcurrido una semana y admito que Dalton está haciendo un gran esfuerzo por que las personas ya no le teman. Me imagino que haber pasado años de esa manera no es fácil cambiar pero puedo ver que realmente lo intenta.
Primero empezó con los de su manda y dejo de tratarlos como si fueran empleados debo de admitir que también para todos en la aldea es difícil cambiar las reglas del juego supongo que tienen miedo de hacer algo incorrecto pero Dalton dijo que los castigos solo serian para los traidores.
-Nunca creí vivir para ver al gran alfa Dalton convivir con las mujeres de la aldea.- comenta Mérida a mi lado.- Realmente está haciendo un esfuerzo por estar a tu lado.
-No le pedí cambiar su actitud con la finalidad de estar a mi lado al contrario, lo hice porque un buen líder en este caso alfa, debe de ser amado y no temido por su aldea.- hablo sin quitar mi vista de Dalton
-Serás la mejor luna que haya tenido la manada.- confiesa.
-Solo trato de hacer lo correcto.-me encojo de hombros.
-Estoy ansiosa por ver la cara de furia que pondrá Talia cuando Dalton te presente ante la manada.-suspiro y me giro a Mérida.
-¿Enserio? Estas ansiosa por ver su cara que yo muerta de nervios.- suelta una risita.
-Tienes que calmarte, te seguro que todo estará bien y con respecto a lo de Talia es porque no la tolero, siempre se ha dado aires de grandeza además de que llego a creer que se convertiría en la luna de la manada no te imaginas el gusto que me da saber que no ocurrirá.
-Valla amiga.- me abraza.
-Tengo que irme.
Sigo observando a Dalton quien ahora se encuentra platicando animadamente con las mujeres y algunos hombre incluso sonríe.
-Hola Luna.-unas lindas vocecitas me hacen sonreí. Frente a mi se encuentran 5 niños y 3 niñas.
-Hola pequeños.- les sonrió.
-¿Quieres jugar con nosotros?.- me muestran una pelota y asiento.
Comenzamos a jugar entre los niños y yo, la verdad es que esto es muy divertido ver sus caritas sonrientes, de un momento dejan de jugar y justo cuando estoy por preguntar...
-¿Puedo jugar?.- me giro encontrándome con Dalton quien me sonríe e inmediatamente mis piernas tiemblan.
Uno de los niños se acerca a nosotros.
-No se enoje por jugar con su luna alfa Dalton.- el niño mantiene su cabeza agachada al igual que los demás. Las personas observan atentos a nuestro alrededor.
-Ahora entiendo a lo que te refieres.- susurra. Camina hacia el niño y se coloca a su altura.-No estoy enojado solo estoy tratando de cambiar un poco, ya no quiero que me teman desde hoy tratare de ser un mejor alfa para todos.-confiesa.
Los niños lo observan sorprendidos entonces Dalton se levanta tomando el balón en sus manos.-
-Que me dicen ¿Jugamos?.- pregunta con una sonrisa.
Los niños asienten entusiasmados y comienzan a jugar, yo me aparto un poco para observarlo, risas y tranquilidad es lo que se respira poco a poco mas integrantes de la manda se adentran al juego comienza a llover y entre pequeños tropiezos y carcajadas se van retirando.
-Es mejor que nos vallamos a la mansión no quiero que te enfermes.- me sonríe y toma mi mano para avanzar pero lo freno.
Sin darle tiempo de formular alguna pregunta uno nuestros labios. Al principio no me corresponde ya que parece sorprendido pero pronto coloca una de sus manos en mi cintura atrayéndome más a su cuerpo mientras que su otra mano viaja a mi mejilla, mis manos están en su pecho. El beso es lento sin llegar a más solo un simple roce entre labios, pequeñas descargas llegan a mi cuerpo mis labios queman y es en este momento que se que deseaba esto desde que lo conocí.
Poco a poco nos separamos junta su frente con la mía y suspira.
-Besarte es como tocar el mismísimo cielo.- me observa y no podría estar más que sonrojada.- Tan hermosa.- acaricia mi mejilla.
-Te ganaste la oportunidad.- confieso y sonríe.
-Te enamorare cada día Kelsey.
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