nunca estarás solo

1.3K 277 131
                                    

"¿Este es tu estilo?" preguntó Yuta, observando el departamento elegantemente decorado. TaeYong asintió con los ojos brillantes. 

Siempre había soñado con tener un departamento así. Espacioso, bien decorado, lo suficientemente cálido para ser llamado un hogar pero sin perder el estilo. Había bambús decorando el lugar y bonsais de sakura sobre algunas mesas. Ah, con que a eso es lo que huele

"¿No los conocías?" preguntó el japonés "No son exactamente iguales a los de Japón porque, bueno, ningún árbol es igual a otro, pero hay partes de Corea en los que crecen". 

"No suelo salir mucho" admitió TaeYong. Pensando en que, en realidad, se la pasaba persiguiendo al Señor Lee. 

Oh, el Señor Lee no ha matado a Yuta o a mi. Si no lo ha matado, significa que le tiene miedo. 

El otro aroma que lo caracterizaba, el té verde pronto empezó a rondar en la habitación un puñado de minutos después. 

"¿Quién eres?". 

"Na-ka-mo-to Yuta". 

"Nakamoto Yuta" repitió él. 

"Bien, ya aprendiste a pronunciarlo" el extranjero sonrió. 

"¿Quién eres? Voy a seguir preguntando hasta que me respondas". 

"Ni siquiera yo puedo responder eso, así que deberías hacer preguntas más específicas" respondió un tanto divertido. 

TaeYong rodó los ojos. 

"¿Cuántos años tienes?". 

"Veinticuatro". 

"Tenemos la misma edad". El omega se sentó en el posabrazos del sofá. "¿Dónde naciste?". 

"En Osaka" Yuta se acomodó en el sofá de enfrente después de servir dos tazas de té. "Desde que tengo once años viví en China y desde que tengo dieciocho, aquí en Seúl". 

"¿De qué trabajas?". 

"Soy masajista, ¿no lo notaste?" Yuta se rió por la expresión en el rostro del omega. 

"Hablo en serio". 

"¡Yo también! Trabajo en un Centro de Relajación y le hago masajes a gente rica, también los meto en piscinas con sales de baño y cosas por el estilo. Así que puedo cuidarte bien". 

TaeYong dejó de lado la taza para clavar sus ojos en la mirada del japonés. 

"¿Y mi jefe le tiene miedo a un masajista?". 

"Voy a contracturarle la espalda si se mete con nosotros". 

Yuta también dejó de lado su taza. 

"¿Qué tal si me acompañas a mi trabajo?". 

Después de media hora de recorrido llegaron a lo que parecía ser un Centro de Relajación hecho y derecho. Era una curiosa edificación tradicional japonesa en medio de un montón de edificios altísimos. 

Habían un par de personas trabajando allí, un grupo de muchachas y otro grupo igual de chicos. Todos llevaban chaquetas de colores pasteles y todo parecía exageradamente ordenado. Efectivamente, por más que revisó todas las habitaciones no había más que salas de masajes. Unas salas para dar yoga, pilates; otras para dar baños de barro, otras para dar acupuntura. Todo lo usualmente esperable de un sitio como ese. Yuta lo seguía de cerca, bastante divertido. 

"Eres un masajista". 

"Voy a corregir esa expresión" Yuta avanzó un par de pasos, TaeYong retrocedió hasta chocar con la pared. "Me dedico a hacer que la vida de las personas sean menos dolorosas". 

simon saysWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu