no lo mates

1.9K 325 180
                                    

Su pie marcaba el tiempo sin hacer un ruido estrepitoso. No necesitaba escucharlo porque ya no estaba estudiando esa pieza, su cuerpo ya la tenía incorporara pero era una costumbre que no se le iba. Afortunadamente, tenía vecinos comprensibles que le dejaban tocar su violín en todos los horarios que no fueran "para dormir".

Una notificación rompió su concentración. Era un sonido distinto a cualquiera que hubiera escuchado antes. Se acercó a la pantalla, una respiración fuerte se le escapó cuando su cerebro entendió lo que esas palabras significaban. A dos semanas de cumplir sus veinticinco años, le avisaron sobre su próximo emparejamiento. 

...

Su madre se llamaba Amber. Su otra madre se llamaba Amy. Las dos eran betas, por lo que fue sorpresivo que su hijo resultara un alfa enorme. Pero lo criaron con tanto amor como pudieron darle. Todos los niños crecen escuchando historias acerca de las almas gemelas, de la pareja destinada, cosas que parecen solo leyendas. Pero él sabe que sus madres se aman como nadie más en el mundo se ama. 

Ellas no le habían dicho, pero seguramente estaban preocupadas de que Johnny fuera incompatible. Así que la noticia de que iba a ser emparejado a poco tiempo de pasar la fecha límite, hizo que Amy llorara de la felicidad. 

"Mamá, ¿cómo puedes seguir llorando?" preguntó él, riendo, mientras secaba las mejillas empapadas de la mujer rellenita. "¡Estuviste llorando toda la semana, ya no deberían quedarte más lágrimas!".

"¡Tomo agua y se recarga mi tanque de lágrimas!" lloriqueó la mujer. Amber y él rieron. 

"Ve ya, antes de que este pez dorado te moje todo el traje con sus lágrimas" dijo la otra mujer. "Nosotras estaremos aquí cuando regreses". 

Johnny asintió, le dio un beso en la frente a las dos mujeres e ingresó al Instituto de Relaciones. Ahora que caminaba solo por el pasillo, podía llevar la mano a su pecho y rogarle a su corazón que deje de latir tan fuerte. Tenía que tranquilizarse. Claro, era el momento que había esperado toda su vida. Pero no podía permitirse morir de un ataque. Pero la idea de que del otro lado de la puerta estaba la persona ideal para él, era más fuerte que cualquier tranquilidad que pudiera generar en un momento como ese. 

Abrió la puerta. 

Allí, sentado en el pequeño taburete azul marino, había un muchachito que lo observó asustado y lo vio tragar saliva. Johnny intentó tranquilizarse para no alterar incluso más al chico. 

Viéndolo de cerca, era increíblemente hermoso. El cabello profundamente negro contrastaba con su piel. Habían un puñado en su piel, como si alguien los hubiera salpicado sobre su cuello. Tenía la mirada más impresionante que alguna vez hubiera visto. Estaba completamente pasmado por lo impresionante que era esa persona. 

Descubrió que su nombre era Chittaphon Leechaiyapornkul. Era un nombre largo y obviamente extranjero. El chico sonrió cuando notó la expresión de Johnny ante su nombre. Él estaba más y más encantado, porque no era solo hermoso, también parecía simpático y agradable. 

Además, su olor era fascinante. Olía a azahares y a madera de sándalo. No sabía si era bueno o no, pero sus miradas se mantuvieron conectadas en todo momento. Incluso durante el pinchazo. 

Cuando salieron de la sala, se observaron sin saber muy bien qué decir, por lo que ambos sonrieron.

"Hola" Chittaphon se rió antes de cubrir su rostro porque no era lo más inteligente que podía decir. 

"Hola" respondió Johnny, manteniendo la sonrisa boba en su rostro. "Somos pareja... No puedo creerlo". 

Chittaphon lo observó en silencio. 

simon saysWhere stories live. Discover now