Capítulo 34

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Estoy a casi tres semanas de terminar el colegio, y tantas emociones me embargan. Por más que trate de negarlo, voy a extrañar todo, todo, todo. A mis compañeros descerebrados, a los profesores, al celador Apellido Impronunciable. Falta demasiado poco para dejar Reino Unido, y marcharme—espero que para siempre—a París con mis mejores amigas.

Y Finn.

Esta mañana había cantado victoria muy rápido. Pittsburg y Weber se sientan con nosotras en el almuerzo. Me como en silencio mi ensalada y un poco pollo.

Miro a mis mejores amigas, y veo que se sienten cómodas, enamoradas hasta la médula, y no se preocupan porque su mamá psicópata las descubra. Tara y Alexis están felices con sus chicos, y aunque me avergüence pensar esto; siento envidia.

No cambio a Zayn por nada, pero sería más fácil si yo fuera mayor. O si él fuera alguna especie de jeque árabe y viviéramos en el siglo XIX, mis padres estuvieran en la quiebra y me propusiera matrimonio. Sacudo la cabeza, consciente de que estoy siendo ridícula. No quiero casarme, tengo diecisiete.

¿Por qué justo ahora me planteo esto? Ah, sí, mi cerebro estaba en otra parte, estuve mentalmente secuestrada, ni siquiera pensaba. Sólo en Zayn, y si era atractiva para él. Bueno, claramente lo soy, creo.

Además, no estoy tan segura de estar enamorada, como dijo Tara. Sentirme bien conmigo misma después del sexo, puede deberse a que satisfice mis deseos carnales por ese hermoso hombre, o que soy una adolescente adicta a los orgasmos. Esbozo una pequeña sonrisa al recordar… Aprieto los muslos. Y ahora lo extraño. Su sonrisa, el sonido de su voz, sus caricias, la textura de su piel contra la mía, sus miradas, sus besos… Estar con él, la manera en la que me abraza, nuestras conversaciones, sus bromas. Él es demasiado perfecto para mí.

Es tan hermoso, inteligente y sofisticado, que no creo que me esté pasando algo con él, que estemos juntos. Zayn es el único, y el primero. Cuando pienso que alguien más ocupará su lugar en un futuro, me duele. Aunque sé que es algo que ocurrirá indefectiblemente, porque va a aburrirse de esta aventura.

¿Pero qué pasaría si no se aburre? ¿Y si él me quiere…? Me llevo el labio inferior a los dientes, no lo sé. No entiendo cómo podría quererme, yo soy una niña indecisa, sin conocimientos y que no está a su altura, para nada. Es muy improbable.

Imposible.

Nunca me pregunto si yo seré quien lo deje. ¿Eso demuestra que de mi parte estoy segura? Tengo tantas preguntas sin respuesta en mi cabeza ahora mismo. Y, con certeza, sé tres cosas: él me hace sentir como nadie, estar con Zayn es como estar en el cielo y en el infierno a la vez; probablemente esté enamorada de él, y por último, necesito consejo urgente.

Y no de Tara y Alex, porque ellas son buenas consejeras y todo, pero necesito a alguien que sepa de estas cosas, que sepa que es estar enamorado, que me ayude a distinguir el deseo del amor.

Toca el timbre que indica el doloroso final del almuerzo, y doy un respingo. Repaso mis apuntes con Alex y Finn, mientras Tara ayuda a su chico con los trabajos atrasados. Aparte de idiota, vago…

Pasan las dos horas restantes muy rápido, la semana que viene comienzan los exámenes, por lo que toda la clase se pone al día con los trabajos y estudia. Los profesores se muestran más paternales que nunca, y me asusta, no tenemos cáncer, solo terminamos el colegio.

Deberían estar felices.

Para cuando me doy cuenta, ya acabaron las clases por hoy y mi cerebro está embotado. Salgo a paso lento del colegio, probablemente tenga demencia en un futuro. Solo quiero a mi cama en estos momentos, dormir con los audífonos puestos, luego despertar y estar con Florence hasta la hora de volver a dormir. Estoy muerta.

De pronto, Alexis me jala hacia su costado con fuerza, sobresaltándome.

-¿Qué hace aquí?-me susurra, no comprendo, hasta que levanto la mirada-.

-No lo sé…-musito-.

Está en la otra acera, recostado en su auto negro, con los brazos cruzados sobre el pecho, traje oscuro y mirándome, su postura me hace la boca agua. Me sonrojo, no esperaba esto. Se ve bien, como siempre.

-¿No lo esperabas?-niego con la cabeza, repentinamente me quedo sin habla-.

-No. No he hablado con él hoy-digo, Alex masculla algo-.

-¿Vas a ir?-me voltea, y me mira con sus ojos de chocolate, me encojo de hombros-.

-Sí, supongo-ella voltea los ojos, me abraza y se aparta rápidamente-.

-Bien, cuídate, y no hagas nada indebido-dice, y se va, dejándome sola-.

Inspiro, y volteo. Puedo ver su sonrisa desde aquí. Es tan hermoso, y es mi novio. Y yo soy suya, no me imagino con nadie más. No me importa que todo el Saint Patrick High School esté clavando la mirada en mi espalda, estoy demasiado feliz de verlo.

-Hola, bebé-susurra, cuando llego hasta él, y acaricia mi antebrazo desnudo. Una corriente eléctrica cruza mi cuerpo y sonrío-.

-Hola-le digo. Cuidado Tiffany, se te va a partir la cara en dos-.

Art of Seduction · Zayn Malik AUWhere stories live. Discover now