Estás despedida! [Skip Beat]

Capítulo 22 - ¿Quién soy?

"No sé que hacer, no es el Ren que conozco..."

"Tal vez debería ir al Darumaya ahora."

Su corazón dio un brinco cuando la puerta se estaba abriendo cuando ella ni siquiera había tocado.

– No viejo, ella todavía no ha... – Ren paró en seco al ver a la chica y dio una una juguetona sonrisa – retiro lo dicho, acaba de llegar – colgó el teléfono – ¡pasa!

– Con-con... ¡per-mi-miso! – estaba muy nerviosa.

Al entrar se dio de que nada había cambiado, estaba todo como antes, a excepción del dueño de la casa.

– ¿Trajiste comida? Estoy cansado de tener que comer pizza... – Kyoko de inmediato le dio una mirada de desaprobación al enterarse de que estaba comiendo mal – ¿pasa algo? – preguntó ante su reacción

– ¿Cuántas veces has comido desde que te despertaste?... – su cara era inmutable

– Una...

– ¿A qué hora despertaste?

– A las 10... – se sentía como un niño siendo regañado por su madre

– ¡Son las 7 de la tarde! ¡Tienes que comer debidamente...! Dios... – Sin duda sus hábitos eran horribles

– Es que... no sé qué prepararme, es culpa del dorama que estoy viendo...

– Te prepararé algo, ¿tienes algo en tu nevera?

– Ah... no...

– ¡Vuelvo enseguida!

– ¡Ah! ¡Espera!

Kyoko salió del departamento haciendo caso omiso de su llamado. Al salir dio un gran suspiro. Esos pocos minutos que estuvo dentro la pusieron demasiado nerviosa, no esperaba poder hablar con él tan calmadamente, se extrañaba de sí misma.

Fue al supermercado que tenía cerca, los precios eran desorbitantes así que tuvo que usar la tarjeta de crédito que tenía para casos de emergencia. De nuevo de vuelta al departamento de Ren, pero esta ocasión él la estaba esperando en la puerta.

– ¡Kyoko-chan! – gritó animado al verla de vuelta

– ¿Me estabas esperando aquí...?

– Sí, creí que no volverías, jejeje

– Ah, te dije que iba a comprar... así que aquí estoy

Kuon le regaló una hermosa sonrisa y ella no pudo evitar sentir un enorme cosquilleo en su estómago.

Al llegar empezó a cocinar siendo observada atentamente por Ren. Hubo un extraño silencio mientras ella a una velocidad increíble ya tenía un menú completo digno de un restaurante.

– ¿Esto Ren... podrías poner la mesa?

– No me llamo Ren

– ¿Eh?... ¿quieres que te llame Kuon?

– Sí, ese es mi nombre, no conozco a Ren...

Kyoko se sintió triste ya que al hablar el chico lo decía seriamente.

– Bueno... entonces no me digas "Kyoko-chan", tienes que decirme "Mogami", sólo Ren puede decirme "Kyoko-chan".

– ¿Mogami es tu apellido? ¿No es raro? Ah, japoneses

– ¿Es un trato?

– Bueno, bueno... – suspiraba el chico

Al final ambos algo incómodos se sentaron a comer a la vez que Kuon ponía de nuevo el dorama que estaba viendo.