• Uno •

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▪Pov Lucy▪

Se terminaron los seis meses de espera para realizar mi hermosa boda. Ya me encontraba viviendo el día mas importante de mi vida, el día en que uniría mi vida al lado del mejor hombre que pude conocer.

La boda iba ser muy grande, puesto que ambos eramos parte de familias importantes en el país de Londres. Ambas familias nos aceptaron y estuvieron dispuestos a ayudarnos con la organización de la ceremonia, nada podía hacerme mas feliz que eso.

- El novio ya está esperando en la iglesia - mi madre solo me ponía mas nerviosa - ¡Lucy date prisa que llegaremos tarde!

- Si, ya casi estoy - termine de revisar si tenia algo fuera de lugar en mi vestido de novia.

Mi madre, Layla, era dueña de las mejores tiendas de Joyería, por lo que había escogido un collar hermoso de oro, con un diamante en forma de corazón en el centro para mi. Mi padre poseía una gran empresa muy productiva en cuanto a cremas, perfumes o accesorios importantes que facilitan la vida de las personas.

- ¿Llegaremos tarde? - mi madre miró su reloj de pulsera y suspiró al ver que faltaban cinco minutos para llegar a la iglesia.

Una vez que llegamos a la Iglesia nos encontramos con mi querido padre, él me ayudo a bajar del lujoso coche que me trajo. Mi madre entró primero y mi padre me agarró del brazo con cuidado para ingresar luego conmigo.

Mientras avanzaba hacia el interior de la iglesia, veia a los miles de invitados mirarme con detalle, tal vez porque mi vestido era muy llamativo en cuanto a diseño. Al final de todos pude ver a mi futuro esposo de espaldas. Cuando llegamos a él, Gray se dio vuelta y abrió los ojos al verme, el rojo se apodero de sus mejillas y sonrió nervioso luego de que mi padre le dijera algunas palabras.

- Estas muy hermosa, princesa.

- Y tu muy guapo.

Todo el mundo se quedó en silencio observando y oyendo lo que el padre decía antes de que pidiera nuestras respuestas. Yo trataba de estar tranquila ya que eran muchos los nervios y la felicidad. Gray compartía mis sensaciones, pero sabía disimularlo.

- Yo, Lucy heartifilia, te acepto a ti Gray Dragneel como mi querido esposo y prometo respetarte y amarte en los momentos de dolor y felicidad, acompañándote siempre, hasta que la muerte nos separe.

- Yo, Gray Dragneel, te acepto a ti Lucy Heartfilia, como mi amada esposa y prometo ante todo respetarte, amarte y serte fiel en los momentos de dolor y felicidad, siendo tu fiel compañero siempre, hasta que la muerte nos separe.

Se me formó una hermosa sonrisa acompañada de lagrimas que estaban apunto de caer por mis mejillas, pero me aguanté las ganas de llorar por la emoción.

El padre nos bendijo y los invitados se levantaron y comenzaron a aplaudir mientras él y yo demostrabamos nuestro amor con nuestro primer beso de marido y mujer.

Luego de la gran fiesta que hicimos en un salón del tamaño de siete habitaciones, Gray y yo nos subimos al coche que nos llevaría al hotel, donde pasaríamos nuestra tan soñada noche de bodas.

- Valió la pena la espera... - susurró mientras dirigía sus dedos al cierre de mi vestido, yo hice a un lado mi cabello mientras le daba la espalda, mirando la cama matrimonial.

- Si... - él dio un suave beso en mi cuello.

Esa noche fue la mejor de mi vida, esa noche me entregué al hombre que ame, amo y amare hasta el último día de mi vida. Nunca olvidaría sus besos en mi cuerpo, sus caricias, sus susurros de amor, nunca lo olvidaría a él.

Nuestra Luna de miel fue en Nueva York, fueron los días mas bonitos que se puede vivir. Él se encargó de ser todo un detallista conmigo, atendiendo cada capricho mio, y yo los suyos.

Luego volvimos a casa, a la casa que compramos para tener nuestra privacidad segura de oídos chismosos. Los días que pasamos juntos siempre estuvieron llenos de risas, bromas, caricias y promesas, hasta que transcurrió un año. Nuestra felicidad se vio interrumpida al darnos cuenta de que a pesar de los meses y noches de amor, no lograba embarazarme.

Mi temor fue tan grande que no dude en ir con Gray para hacernos unos análisis, yo no quería ser una mujer seca. El doctor nos llamo tres días después, y estuvimos cuanto antes en su consultorio.

- Los resultados dicen claramente que uno de ustedes esta lamentablemente inhabilitado para procrear - Tomé la mano de Gray con fuerza.

- Usted es sumamente fértil - me miró - en cambio su esposo, él no puede darle hijos.

- ¡Es mentira! - Gray se levantó golpeando el escritorio - ¡Haga de nuevo los análisis o pruebas! ¡Yo no puedo ser un fracaso como hombre!

- Los estudios se hicieron tres veces, y en todos ellos los resultados son los mismos - Dijo serio el doctor - Pero no todo está perdido, tienen la opción de la adopción o la inseminación artificial.

- ¿Cuales son los requisitos para hacerme la inseminación? - pregunté.

- ¡Te volviste loca! - Gray me levantó agarrandome del brazo - ¡No dejare que tengas un bebé de otro hombre!¡Nuestros padres nos matarían!

- ¡No me importa! ¡Estoy decidida a convertirme en madre! ¡No dejaré que me quites ese derecho! ¡Si me amas en realidad me vas a apoyar o de lo contrario aquí termina todo!

Era una horrible pesadilla, Gray sabía que mi sueño era ser mamá, tener un bebé, y es muy lamentable saber que nunca podre tener hijos con él. Pero nada iba a impedir que yo tuviera un bebé creciendo dentro mio, nada.

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Continuará***

°• A Base de Errores •°  ||Lemmon|| #Wattpad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora