—Señor Jefferson: no consentiré trabajar en estas condiciones. La buscaré porque me lo ha encomendado y porque es mi amiga. Aunque me eche, seguiré haciéndolo por voluntad personal.

—¡No tienes que compartir ningún asunto personal con ella!

Santo cielo, qué clase de escena estoy armando.

Respiro con agitación mientras él aguarda pacientemente al otro lado de la línea a que yo sea capaz de coordinar.

Hay mucho en mi cabeza.

Mucho en mi pasado.

Hay marcas que signan la manera de ser de una persona. Heridas abiertas que desprenden sangre, aunque nadie sea capaz de verlas.

—Señor Jefferson—murmura Vicent al otro lado—, ¿estamos trabajando juntos en esto?

Me lo pienso varias veces. No quisiera que él se viera involucrado, o que Nat relacione con él cualquier indicio de amistad. Sobre todo porque si ella le pide que no la localice, él probablemente no lo hará. Y necesito de su colaboración para dar con Natalie antes de que me vuelva completamente loco.

—Tú...—la voz se me quiebra y me quito un montón de lágrimas que aparecen de manera amenazante con poner en riesgo la poca cordura que intenta no quebrarse en mí—. Tienes que...localizarla. Dime dónde está...

—No sé si pueda dar con su ubicación tan pronto. Utiliza un sistema sofisticado y no se ha puesto en contacto conmigo desde...

—¡Ubícala esta misma noche o nuestra tregua se habrá roto!

Dicho lo último, cuelo. No quedan muchas horas para que amanezca, apenas es más de medianoche, pero necesito saber de ella. Cuanto más tiempo pasa, más al borde estoy de cualquier precipicio.

Le hice daño.

Se marchó.

Desapareció.

"No puedo arreglarte" juró, pero no quiero que me arregle. Sé que estoy destrozado, sé que me estoy desintegrando a pedazos. Pero de alguna manera parece que intentar cuidar de ella me permitía la ilusión de sentirme armado nuevamente.

Me desplazo hasta la bodega cerrada en un mueble de mi oficina y saco una botella de Bourbon.

Sirvo sin hielo en un vaso y me lo bebo de un trago. Apenas percibo el modo en que el fuego abre paso dentro de mi estómago.

Y observo el móvil.

Lo intento.

Marco su número otra vez.

Pero salta el contestador de inmediato.

Así que le escribo un mensaje con dificultad mientras mis ojos se impregnan de lágrimas:

Lo he perdido todo.

Me he perdido a mí mismo.

Imagina a un niño que debe crecer entre un montón de secretos, atormentado, avasallado con muertes muy cercanas, maltratado por algunos, solo desde muy pequeño.

Ese sufrimiento que me ha marcado desde siempre es el que capté en ti. El punto es que yo tuve las oportunidades para poder salir de la miseria material, sin tener en cuenta que la miseria de mi conciencia estaba acumulando dolor y odio.

No sé qué es lo que piensas de mí.

Lo que hice fue demencial.

Te advertí de la persona que soy.

Si mantuve mis secretos, fue para protegerte. Y protegernos.

Te advertí de La Bestia que intento mantener bajo control.

Pero llevaste a esa criatura al límite y jugaste con su ira.

Te pido que me des una oportunidad.

Una sola.

Ese niño quedó confrontando nuevamente frente a un vacío, frente a una herida en el alma que mana pudrición e intenta esconderla de distintas maneras.

Yo estaré aquí cuando lo necesites.

Quiero cuidar de ti.

No te abandonaré.

¡A las personas no se las olvida ni se las abandona!

Pero creo que te alejé y necesito remendar eso.

Quiero estar contigo, Nat.

Sólo no me obligues a mostrarte todo lo que soy.

Porque lograrás que me odie más de lo que ya me repudio a mí mismo.

Déjame estar contigo una vez más...

Sólo una vez más.



_____________________

#LasMentirasDelJefe


PD: Recién me encuentro este booktrailer en youtube y asdklasdjklasdklkldassd, que lo disfruten!!!

+18 Las Mentiras del JefeWhere stories live. Discover now