~BNHA one-shots x lectora~

Padres- Todoroki Shoto

—... Noo...

—si, si lo estabas haciendo.

—¿y si ya lo sabes para que preguntas?

—¿por que juegas con tonterías como estas?— te sentaste a su lado y recogiste un poco los juguetes.

—no se, son divertidos ¿para ti no?

—yo prefiero verlos jugar.

Pero aquel tipo de cosas no eran lo que él recien descubría. Shoto pensaba que los bebés solamente gateaban, lloraban, babeaban, vomitaban y rompían cosas. Pero cuando los críos cumplieron los 5 años de edad...

—¡mamá kenji me cogió mi coche!— chilló ayame lloriqueando.

—¡ahora es MI coche!— respondió el niño con el objeto entre las manos.

—¡eres un mentiroso!— le gritó la niña con enfado.

—¡¿ah si?!

—¡si!

—¿¡pues sabes que!?

— ¿que?

La niña paró sus lágrimas momentáneamente para mirar a su hermano, y entonces este le sacó la lengua haciéndola chillar otra vez.

—¡mamá! ¡Kenji me ha sacado la lengua!

Todoroki se tapaba los oídos cuestionandose muy seriamente si no valía la pena lanzarse por la ventana. ¿Como dos mierdecitas tan enanas podían tener tanta capacidad pulmonar?

—niños basta de peleas, kenji, devuélvele el coche a tu hermana.

En niño se cruzó de brazos y negó con su cabeza.

—¡dámelo!— le exigió la niña.

—kenji, si no le das su coche tendrá que quitarte ella una de tus figuritas de deku.

—¡no!— gritó el niño extendiendo el maldito coche en su manita–¡toma tu basura de coche! ¡Ya me dió asco!

La pequeña albina se tapó la boca sorprendida y tomó una bocanada de aire.

—mamá...— musitó— kenji dijo asco...

—asco no es una mala palabra— intervino shoto— mierda, joder, o puta si que lo son.

—¡entonces...!— empezó el pelirrojo— ¡ayame! ¡Puta!

—¡mamá! ¡Kenji dijo puta!

—¡y tu lo repetiste!

—¡papá lo dijo antes!

Si, el heterocromatico era, seguramente, el mejor ejemplo a seguir en todo el mundo.

Como cuando su mejor idea cuando kenji descubrio su quirk de fuego fue acercarlo a las cortinas.

¿A quien se le ocurría?

Solamente a él.

Cuando ayame y kenji aún eran pequeños las cosas eran relativamente fáciles, Todoroki les contaba cuentos cada noche, por la mañana tu los llevabas al colegio y el bicolor los recogía por la tarde y preparaba la cena.

Cuando entraron a la academia fue algo más caótico.

Ayame había crecido bastante, era una chica delgada, elegante y algo alta, con su cabello blanco por debajo de sus hombros. Muy amiga de la hija de yaoyorozu y demasiado chismosa. La podías oír desde la cocina cotilleando por teléfono.

Kenji era un mundo a parte. Aquel niño era un caos, demasiado revelde, con el cabello peinado de forma alborotada, alto, demasiado mal hablado. Se juntaba mucho con el hijo de katsuki para molestar a la niña de midoriya y no te extrañó que un día de esos llegara a casa con una perforación en la oreja.

En cambio todoroki se alteró.

—¿que es eso?— le preguntó deteniendolo antes de que subiera a su cuarto.

—papá... ¿Como te lo explico...? ¿Sabes lo que son las orejas?

—no, eso no. Digo que ¿por que tienes un pendiente?— quiso saber sonando calmo.

—pues por que los del tio dabi molan mucho y quise hacerme uno— respondió muy seguro, sin temerle a nada.

Pero ni él, ni ayame, ni tú, ni nadie sabían de la furia secreta de shoto, y no fue nada agradable descubrirla.

Kenji terminó castigado, pero no como una persona normal sin consola o sin salir. No. El fue castigado a convivir con su tio dabi por una semana, si es que aguantaba. A ver si touya molaba tanto como creía.

El pobre niño llegó a casa rogando por que no volviera allí jamás. Decía que había una muchacha que a veces entraba en casa de su tío que parecía una violadora y que él no pisaria nunca más un sitio donde se pudiera aparecer himiko toga.

Aún que claro, si algo podía superar aquello era cuando enji venía de visita.

Por que shoto se ocupó de inculcarles a los niños el odio hacia su padre.

—buenas tardes— saludaste al mayor inclinandote— pase.

Sin responder ni agradecer enji entró al piso y repasó el lugar con la mirada. No veía ni a su hijo ni a sus nietos. ¿Y donde se encontraban estos? Pues en el piso de arriba, encerrados en un cuarto para esquivar a endeavor.

Tuviste que bajarlos a rastras a los tres.

—¿y que te trae aquí?— le preguntó el bicolor con tal de intentar ser amable.

—¿no puedo venir a ver a mi hijo y a mis nietos acaso?

—no— le respondieron los tres a la vez.

—prefiero que venga el tio nasuo y la tía Fuyumi— dijo ayame.

— estar con dabi es mejor que contigo— soltó kenji.

— sigo escuchando la maldita tetera— siseó shoto.

—vamos— te acercaste a ellos y los empujaste hacia su familiar— el abuelo enji no es tan mala persona.

—oh, si lo es— te dijo tu esposo.

—¿este ejemplo le das a los niños?

—ese ejemplo lo cogí de él. ¿Ves como si es tan malo?

—vamos, haz el esfuerzo.

Definitavamente era un caso perdido. Ni enji hacía el gran esfuerzo en caerles mejor ni ellos hacían demasiado para contribuir.

Una vez de hecho casi prendieron fuego a la casa. De no ser por que el quirk de ayame era de hielo tanto padre, como hijo, como abuelo habrían reducido la bonita casa a simples cenizas. Y es que shoto no se mentalizaria en apagar el fuego si con la casa acababa ardiendo su padre.

Si, el rencor que le tenía era algo duro.

Pero aún así, en el fondo no le caía tan mal. Enji había cuidado muchas veces de sus hijos, los había enseñado a llamarle shoto, a caminar, a decir que endeavor era el mejor aún que eso no fuera bien aceptado.

En un fondo todos estaban bien con aquella familia.