Cooperando en una Estrategia de Reformación de un Villano

Capítulo 10: Demonios internos del pasado

Tan pronto fue atrapado con la guardia baja, ese rostro inolvidable de sus sueños más profundos había aparecido ante sus ojos: ya no era frío ni de madera, sino que se iluminaba con una vitalidad vívida. Lo suficientemente luminosa como para quemar la mirada, la silueta exquisita de su graciosa figura parecía estar recubierta con una capa de oro claro por la suave luz del sol de las ventanas. Sin la cubierta de la máscara, Yun Xie podía reconocer claramente esos ojos altaneros y obstinados, tan familiares como para haber sido tallados en sus huesos.

Era un rostro que claramente debería ser juvenil y elegante, pero ninguna expresión podría borrar esa arrogancia y agudeza tan profundas. Él amaba la sonrisa despreocupada y fría que jugaba en la esquina de esos labios. Después de Jiang Xunyi, nunca habría un segundo entre todas las personas de este mundo.

Solo esta mirada, esta mirada ... ¡Incluso si él muriera, nunca lo confundiría!

Yun Xie abrió la boca, deseando llamar a Jiang Xunyi. Pero su garganta parecía ahogarse con algo, antes de que pudiera hablar, sus lágrimas cayeron primero.

Una brisa fría barrió la cara de Jiang Xunyi, y se dio cuenta de que su máscara se había caído. También se sorprendió por un momento, pero al final no estaría tan agitado como Yun Xie después de todo. Frunció ligeramente las cejas y miró a Yun Xie por el rabillo del ojo. Estaba a punto de abrir la boca para hablar, cuando su expresión cambió de repente.

La escena de la tienda, las mesas y las sillas, el suelo lleno de cadáveres ... todo desapareció al instante. Todo el pueblo desapareció sin dejar rastro. ¡Alrededor de ellos estaba el mismo desierto desolado en el que habían aterrizado primero!

Al mismo tiempo, una ligera niebla blanca se alzaba no muy lejos de los dos. Gradualmente se engrosó y se extendió en rango, moviéndose precisamente hacia sus posiciones.　　

¡Maldita sea, eran tan estúpidos! Deberían haberse dado cuenta de que el Valle de los Demonios encarcelados nunca podría ser tan simple. ¡Él y Yun Xie fueron descuidados!　　

El irritado Jiang Xunyi dejó de preocuparse por competir con Yun Xie. Rápidamente tomó su propia espada de Flor Extinguida de vuelta, pateando ferozmente a Yun Xie al mismo tiempo: —¿Por qué estás parado ahí como un idiota? ¡Date prisa y mira a un lado! ¡¿Estás intentando que nos maten ?!

Esta patada pareció sacar a Yun Xie de su sueño aturdido. Su cuerpo entero tembló, y no pudo evitar estirarse para sujetar la muñeca de Jiang Xunyi, los huesos duros de la muñeca presionaban su palma. Yun Xie dejó escapar: —¡Ah-Xun!

Jiang Xunyi: —¿Qué es exactamente esa niebla blanca?, mierda, esa cosa se acerca ... Joder, Yun Xie, ¡apúrate y déjame ir!. Presta atención a la situación, ¡¿quieres?!

Tan densa que casi se había solidificado, la espesa niebla blanca era como una bestia antigua grotesca y extraña, rugiendo mientras corría hacia ellos dos. A pesar del podrido y confuso cerebro  de Yun Xie, sus instintos aún podían sentir la presencia del peligro. Guardó de cerca a Jiang Xunyi en sus brazos, cayendo al suelo para tumbarse y ponerse a cubierto.

Pero esto no ayudó. En un instante, la omnipresente niebla blanca devoró a ambos sin dejar rastro.

En medio del mareo y la confusión, la mente de Jiang Xunyi tuvo un destello de falta de claridad, no refiriéndose a sus emociones o estado de ánimo, sino a una descripción completa de lo que sucedió. Su mente estaba realmente en blanco, como si alguien hubiera borrado a la fuerza ese recuerdo.

Cuando Jiang Xunyi recuperó la conciencia, Yun Xie se había ido. No sabía a dónde se había escapado Yun Xie, y no sabía por qué había desaparecido la niebla blanca. En un abrir y cerrar de ojos, una escena de montañas nubladas por la noche apareció frente a él, una escena que le pareció extrañamente familiar.