Bucky Barnes & Sebastian Stan | One Shots

SEBASTIAN STAN - IMAGINA

IMAGINA

Bufas, cansada del ruido molesto al otro lado de la pared de tu habitación, que no te deja estudiar. Solo hace unas semanas que te mudaste, ya que el camino a la universidad te tomaba mucho tiempo, así que decidiste ahorrar todo el verano para poder alquilar un pequeño piso.

Pero no contaste con que las paredes fueran de papel, ni que te tocase al vecino más molesto de la historia. Ni siquiera has podido verle la cara aún, pero sabes que debe ser jóven porque no para de llegar gente a su casa a todas horas, ve películas con el volumen muy alto, y le encanta green day.

Podrías decir con seguridad que te sabes mucho mejor los diálogos de star wars, y la discografía de green day que tus próximos exámenes.

Pero hoy es el colmo. No solo se escucha la música, que hace que retumbe toda la casa, si no, que también parece que está moviendo todos los muebles de la casa.

A la mierda, pensaste mientras abrías la puerta de la habitación y salías al pasillo, directa a la puerta principal. Un vecino molesto no acabará con tu vida académica.

Golpeaste la puerta de tu molesto vecino, con golpes furiosos, a la vez que tocabas el timbre. Y que de gracias que no estás gritando a puro grito.

La música paró, y la puerta se abrió a los pocos segundos, revelando a un chico no mucho más mayor que tú, y con los ojos más bonitos que has visto nunca.

"Vaya, ya era hora."murmura con una sonrisa. "No me lo estabas poniendo muy fácil. No me quedaban más muebles para mover."

"¿Qué?" Preguntas aturdida.

"¿Quieres pasar?" Pregunta apartándose de la puerta. "Puedo invitarte a tomar algo."

"No quiero tomar nada."

"Bueno, sería una pena venir aquí para nada." Dice apoyándose en el marco de la puerta.

"¿Para nada?" Preguntas molesta. "Necesito que dejes de molestar."

"¿Y qué me darás a cambio?" Sonríe de manera encantadora.

Te quedas sin aire, aún no sabes como eres capaz de respirar y mantenerte en pie al mismo tiempo.

"¿Sabes? Un beso estaría bien." Dice acercándose a ti peligrosamente. "O una noche."

"¡Eres un imbécil!" Gritas apartando sus manos, que se dirigían a tus caderas de manera peligrosa.

"Es una pena... seguirás disfrutando de mi música." Dice mientras cierras la puerta de tu apartamento de un portazo. A los pocos segundos se empieza a oir la música de nuevo.