BUCKY BARNES

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Ser Sam Wilson

En su opinión personal e imparcial, ser Sam Wilson era difícil.

El superhéroe de los vengadores se sentó en uno de los sillones verdes que se encontraban en la sala común. Había muchas cosas. Primero, tenía que lidiar con las responsabilidades que conllevaba ser parte del equipo. Las reglas, las restricciones... no que las siguiera mucho, pero en teoría ahí estaban.

Segundo, ser del team capitán américa, bien es cierto que ya todo se había solucionado, y todos eran un equipo de nuevo, pero las bromas y los comentarios rencorosos ahí estaban. Había ganado su posición con mucho trabajo y buenos genes. Ser parte del círculo más cercano a Steve Rogers también ayudó un poco, igual que su impresionante belleza, pero mas que nada había sido su forma de ser. Su estética. Su super traje con alas que le permitían volar físico hacía que los hombres salieran corriendo y que las mujeres se desmayaran a su paso. En verdad us una exageración, pero le hace ilusión pensar así. Tomó mucho trabajo, eso sí. Tomó mucho trabajo que todo le importara tan poco.

Pero la razón más importante por la que ser Sam era tan difícil, y la razón por la cual estaba pensando en sus problemas en este momento, no tenía nada que ver con las misiones de los vengadores, o los rencores de cierta parte del equipo.

En su lugar, tenía que ver con el arrogante y enamorado moreno que tenía la desgracia de llamar amigo. No es que fuesen cercanos, de hecho, se detestan mutuamente, pero Steve Rogers se ausentó durante unas semanas por una misión, y ellos se hicieron más cercanos.

Y hablando del rey de Roma, la entrada de la sala común se abrió y el Soldado de brazo de acero, Bucky Barnes, irrumpió en la sala.

"¡Sam!" soltó en un grito mientras caminaba hacia el sillón donde el otro héroe se encontraba sentado.

El chico moreno suspiro con exasperación. "¿Sí, Bucky?"

El soldado se dejó caer en el sillón y cruzó los brazos. "Nunca vas a adivinar lo que acaba de pasar."

Sam no tenía el don de la adivinación, de hecho creía que toda esa rama de la magia era una basura, pero en estos momentos puede decir que vio perfectamente toda la conversación que se desencadenaría incluso antes de responder. "¿Qué pasó?"

"Esa maldita empollona..."

Sam se frotó el puente de la nariz. "Perdón, ¿cuál de todas?"

Bucky casi escupe la respuesta.

"Jane Lewis"

Ah, sí. Qué giro tan inesperado en la historia.

Esta era la principal razón por la cual ser Sam Wilson era un verdadero dolor en el trasero. Porque el mejor amigo, de su mejor amigo, al cual odiaba estaba enamorado de la joya de Nick Fury, Jane jodida Lewis.

Bucky no sabía que estaba enamorado de ella.

Jane no sabía que él estaba enamorado de ella.

Pero Sam, oh Dios, Sam sabía.

"¿Qué fue lo que hizo esta vez?" le preguntó a su amigo mientras se reclinaba y se ponía cómodo para ver a Bucky negar sus sentimientos un poco más.

"Bueno, no vas a creer el atrevimiento que tiene..."

"Por favor, dime" contestó, sabiendo que en su furia, Bucky no notaría el sarcasmo.

"Organizó los entrenamientos, los entrenamientos, para que interfirieran con mis horarios con shuri. ¿Puedes creerlo? Lo esta haciendo a propósito para provocarme." A pesar de que el ex-asesino de hydra, ya no tenía ningún problema en su cabeza, se sentía más seguro visitando de vez en cuando a la inteligente Shuri.

Bucky Barnes & Sebastian Stan | One Shots Where stories live. Discover now