Atrapasueños ✔️

CAPÍTULO 33

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Hola de nuevo.
Espero les guste el capitulo.
Gracias por seguir la historia.

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Dormí hasta medio día, y al fin había llegado el fin de semana, aún tenía mucho trabajo que hacer, pero me lo tomaría con calma ya que estaba agotado.

Apenas y tuve tiempo de comer al levantarme; ya que tuve que ir por mi hermana al aeropuerto.
Venía de visita a Nueva York—el único estado que podía visitar sin autorización de mis padres—; pues me encontraba viviendo ahí.

Ella decidió quedarse conmigo en vez de con mi padre. Evidentemente por que yo le permitía más cosas de lo que papá le dejaba hacer, por ejemplo: llegar después de media noche, siempre que me avisara su ubicación cada que cambiará de lugar.

—Hola señora Rodriguez—Saludó Mía, a la mujer que aspiraba la alfombra de la sala.

—Hola Mía. ¿Quieres que te prepare algo?—Dijo la mujer de uniforme rosa.

—No muchas gracias, comí en el avión.

—Entiendo, ¿y usted señor Skay?

—Estoy bien—Respondí pues también había comido hace poco.

—Muy bien, voy a doblar ropa, los dejo solos.

—Sí, gracias Martha—Después de que la sirvienta se retirara desvié la atención a mi hermana—Voy a darme un baño, el cuarto de invitados esta arriba, llevaré tus maletas.

—Claro.

Subimos al segundo piso y dejé las valijas de la chica sobre la cama soltando un sonido de esfuerzo al hacerlo.

—¿Qué demonios traes aquí,
piedras?—Me quejé.

—Ja, ja, que chiste tan más gastado hermano.

—Da igual. Voy a bañarme.

—Oye—Llamó, deteniendome en la salida de la habitación—¿Tienes planes para esta noche?

—Sí, trabajar. ¿Por qué?

—Pero es sábado—Dijo en un tono obviado. Para Mía el fin de semana era sagrado y no concebía que trabajara este día.

—Pero soy el vicepresidente—Imité su expresión.

—¿Sabes que Caleb vendrá a la ciudad?

—¿Qué?—Me mostré interesado ante tal información. Caleb era mi mejor amigo de la infancia, pero el destino nos separó cuando yo elegí ir a Harvard y el ir a la universidad de Tennessee al ser reclutado para jugar fútbol americano. Él había cumplido mi sueño al convertirse en un jugador profesional después de eso, y desde entonces no nos frecuentamos mucho—No, no lo sabía.

—Bueno, él llegará hoy a Nueva York, y creemos, que sería bueno salir los tres juntos—La chica juntó sus delgadas manos.

—¿Creemos?¿Acaso hablaste con él?

—Bueno, no es un secreto que estas pasando por ciertas...dificultades...así que...bueno, le sugerí que sería bueno sacarte a mover el bote un rato,
—Mía movió las caderas un poco en la última frase—y ya sabes que él haría lo que fuera por ti.

Realmente no lo sabía, hasta ahora. Como había dicho tenía tiempo que no nos veíamos, por lo que, me extrañaba un poco que me tomara en consideración; sin embargo, él había sido mi amigo por años.