Capítulo 2

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Los padres de Eleanor y Louis se habían ido a tomar un café, pero yo seguía ensimismado mirando a Ainhoa. No podía creer lo pequeña e importante que era.

-Harry – me llamó Louis. Estaba sentado junto a la cama donde se encontraba Eleanor.

-¿Si? – pregunté sin quitar la vista de mi futura ahijada.

-¿Por qué no vas a tu departamento y duermes un poco?

-No, gracias, estoy bien – susurré. De pronto entendí la indirecta y me voltee a verlo – espera, ¿quieres que los deje solos?

-No es eso – comenzó – en unas horas más tienes que ir a trabajar; no quiero que faltes de nuevo, la vez pasada casi te echan, ¿recuerdas?

-No iban a echarme, soy lo mejor que pueden conseguir – me excuse dirigiéndome nuevamente a Ainhoa.

-Harry, por favor – insistió mi amigo – ve a dormir y vuelve después del trabajo. No nos moveremos de aquí hasta mañana.

Rodé los ojos y besé la frente de la bebé.  Entonces me despedí de Eleanor y Louis para dirigirme a la puerta.

-No me extrañen – lancé antes de salir.

Después de cerrar con suavidad, me quedé un momento junto a la habitación esperando por lo que sabía que dirían.

-No creas que no noté su ebriedad – la voz de Eleanor sonó como un susurro.

-Oh, vamos, no estaba tan mal como otras veces – ahora el que hablaba era Louis.

-Debimos haber escogido a Niall como padrino...

-No digas eso – la interrumpió mi amigo – Harry puede ser un fiestero, pero tiene un gran corazón.

-Un corazón que comparte con muchas mujeres.

-Eleanor.

-¿Qué?

-Por favor, dale una oportunidad. – a la frase de Louis le siguió un silencio – por favor – repitió él.

-Está bien, pero no quiero que se acerque a ella si ha tomado – pidió Eleanor.

Solté un bufido. No me atrevería a hacerle daño a Ainhoa ni aunque me apuntaran con un arma. Sentía un gran cariño por la niña, nunca la dañaría.

Me volteé con brusquedad sin saber si quería seguir escuchando su conversación, entonces me topé de golpe con alguien.

-Lo siento – dije al tiempo en que levantaba la vista encontrándome con Dayanne. – Oh, eres tú.

-Hoy a las nueve de la tarde – dijo posando sus ojos sobre mí.

-¿Perdón? – pregunté sin entender a que se refería.

-Estoy libre hoy a las nueve de la tarde – contestó con seguridad – te veo en la entrada del hospital.

-¿Quieres que...?

-Podemos salir a tomar algo. – sonrió de forma coqueta.

-Eso me gustaría – le devolví la sonrisa.

-Entonces... - dijo pasándose una mano por el cabello – nos vemos en unas horas.

-Nos vemos – me despedí de ella haciéndome a un lado para que pudiera entrar en la habitación donde se encontraban Eleanor y Louis.

Tenía una cita esa noche y nada podía ir mejor.

***

-Gracias a Dios es viernes – masculló entre dientes Joseph, mi colega en la empresa donde trabajo. Él se encarga del trato con la gente puesto que es un relacionador público. Por mi parte yo me preocupo de las finanzas; estudié ingeniería comercial en la Universidad y es la economía lo que me mueve.

Diamonds in the sun //h.s//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora