BABY DADDY (TRADUCCIÓN)

CAPITULO 13

POR DIOS.... LLORÉ, PREPAREN SUS PAÑUELOS

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Laura parpadeó, sus ojos abiertos en la penumbra. Le duelen los brazos y los hombros. Le toma un momento darse cuenta de que no puede moverlos. Están encadenados encima de ella, y su peso cuelga de ellos. Ella arrastra los pies por el suelo (cruje bajo la planta de los zapatos) y los pone debajo de ella. Ella mueve su peso hacia sus piernas para aliviar el dolor en sus hombros, y luego sacude su dolorida cabeza para tratar de cambiar la cortina de su cabello que cuelga en frente de su cara.

"Siempre es un jodido bloque industrial abandonado, ¿no?", Peter pregunta en un tono mordaz desde algún lugar cercano. "Nunca un buen condominio, ni siquiera el garaje de alguien. Tan predecible."

Laura gruñe, en ninguna parte lo suficientemente alerta como para apreciar su sarcasmo. Su cerebro lento todavía está tratando de arreglar lo que ha sucedido. Ella gira la cabeza y mira en su dirección.

Él está colgado suspendido de la misma manera que ella, con los brazos estirados por encima de él y los tobillos atados con una cadena.

¿Es un frigorífico? La habitación está polvorienta, oscura y no está refrigerada ahora, pero está claro que para eso se usó una vez: hay ganchos que cuelgan del techo y manchas viejas en el piso.

"Salte, tío Peter", murmura ella, todavía sin entender cómo llegó a estar en este lugar. "Lo hice".

"Sé que lo hiciste, Lulu." Su voz es tensa. "Sé que lo hiciste."

Ella recuerda saltar.

Ella recuerda un repentino estallido de dolor en su pecho.

Ella recuerda más dolor después de eso, caliente, ácido, tan fuerte que se volvió blanca contra su visión, y alguien riéndose mientras presionaban cenizas ardientes en el agujero en su pecho.

Ella deja caer su barbilla contra su pecho, y ve el agarre ensangrentado en su camiseta favorita. Sin embargo, la piel debajo de ella está intacta. Se siente un poco débil todavía, por su exposición al acónito, pero sabe que todavía no hay en su sistema.

Le dispararon, pero ha sido sanada. Y ella sabe que no es por misericordia.

Ella mira a Peter de nuevo. Su suéter y sus pantalones vaqueros están llenos de agujeros, manchados de sangre, pero él tampoco está herido.

"¿Por qué?" Pregunta ella.

Peter siempre sabe cómo seguir el tren de su pensamiento. "Solo puedo asumir que ellos también quieren a Derek, y saben que si rompen los lazos de su manada, él se dará cuenta de que estamos muertos y no volverá a buscarnos".

No saben que se fue, piensa Laura. Ellos no saben que él corrió. Piensan que vendrá a buscar a su manada como lo haría cualquier beta.

"Derek ni siquiera siente que la manada se enlaza como yo". La garganta de Laura está seca.

"Él debería sin embargo", dice Peter. "Una beta debería".

Pero entonces Derek ha sido un omega en todo menos en el nombre durante tanto tiempo, ¿no es así? Por primera vez desde que se enfrentó a cómo le ha fallado como alfa, Laura casi se siente contenta. Porque si Derek no puede sentir los lazos de la forma en que se supone que debe hacerlo, entonces tal vez siga corriendo.

Tal vez el fracaso de Laura lo salvará.

***

Son horas antes de que venga alguien. Laura escucha, y a veces puede escuchar el débil sonido de las voces de los cazadores, amortiguados a través de la distancia y varias puertas pesadas. Ella oye hablar a los hombres, y una mujer. Sólo puede ser Kate Argent.