veinte.

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"¿qué ves cuando me buscás?
ya no pienso darte otra oportunidad
perdés y volvés atrás
será mejor no avanzar, jamás"

Paloma cerró los ojos y dejó caer su cuello en el respaldo de la silla. Escuchó los pasos de Gustavo alejandose y soltó un insulto instintivamente.

-La puta madre que me parió- dijo, ahora apoyando los codos en el escritorio y escondiendo su cara en sus manos.

Era jueves. Hacía mucho frío y casi que el cielo amenazaba con que cayera aguanieve. De la oficina, Paloma debía irse directo hacía las afueras de Madrid, justo a la casa de Antoine Griezmann donde tendría que hacerle una entrevista. Como si no fuera suficiente verlo e interactuar con él en su propio hogar, debía hacerle una sesión de fotos mostrando su lado mas "familiar e íntimo", haciendo énfasis en su próxima paternidad.

A la argentina le dolía la cabeza, de hecho ya se había tomado varios analgésicos para calmar el dolor. Estaba nerviosa y no quería saber nada de la entrevista. A lo largo de la semana, había tenido que desbloquear a Griezmann de Instagram, hablarle por ese medio (porque de ninguna manera volvería a hablar por WhatsApp otra vez) y hasta llamarlo para definir una fecha. También había tenido que disculparse por el audio, aunque el francés no le dio mucha importancia. Casi que se sentía bien volviendo a hablar con ella.

A las 4 de la tarde, Paloma se presentó en la entrada. Un portón bastante grande que la separaba del amplio patio que la llevaría a la casa, se abrió. Caminó hacia la puerta, en donde Antoine la estaba esperando. Parecía que habían pasado años que no se veían.

-Hola- habló el primero, haciéndose a un costado para dejarla pasar. Paloma respondió y entró. Estaba muerta de frío. -¿Pudiste llegar bien?- agregó.
-Hola, sí. Mi jefe me pagó un taxi, así que solo me senté en el auto- Antoine asintió.
-¿Quieres algo para beber? ¿Agua, café, Coca-cola?- preguntó.
-Café está bien- respondió ella.

Todo era muy tenso e incómodo. La muchacha observó su alrededor mientras el francés caminaba hacía la cocina. El lugar era muy grande. Tenía una salar de estar, un comedor y cruzando estaba la cocina, la cual podía observar tenía una isla. Era una casa digna de las revistas. Una casa digna de millonarios. Un sillón de allí seguro valía mas de lo que ella podía ganar en un año de trabajo. También vio varias puertas y una escalera, la cual dedujo que iba a las habitaciones y quien sabe a donde más.

Dejó su bolso en el sillón, sacó la cámara y el cuadernillo con las preguntas. Antoine volvió con el café y la invitó a sentarse junto a él. Ella decidió sentarse en el sofá frente a él.

-¿Estás solo?- le preguntó. Fue instintivo, al darse cuenta de silencio.
-Sí- respondió él, mirándola- Erika ha ido al doctor, ya sabes...ecografías..- Paloma intentó esconder su cara de decepción.
-¿Te parece si empezamos? Así prendo el grabador- preguntó, evadiendo el tema.

El francés asintió. Luego de explicarle un poco más de que iba la entrevista, comenzaron. Las preguntas no eran nada de otro mundo. Su presente, sus planes para navidad, la noticia del su hijo, si ya sabían el sexo, bla bla bla.
A diferencia de la entrevista anterior, esta era aburridisima. Se podía sentir la tensión en el aire y Paloma ya se estaba haciendo mala sangre por los malabares que iba a tener que hacer para publicar un buen material.

La entrevista duró hora y media. De a poco se habían ido soltando un poco, pero nada comparado a unas semanas antes.

-Bueno, creo que podemos pasar a sacar unas fotos ¿no?- habló Paloma, parándose y dirigiéndose hacia el comedor -Me gustarían unas acá, como si estuvieras cenando- señaló el lugar de la mesa que tenía un gran ventanal atrás.

Antoine copió la acción y caminó detrás de Paloma hacía el lugar. En el trayecto, la argentina sacó su celular que vibró con el distintivo sonido de Instagram. Antoine se inclinó disimuladamente para ver quien era: "marcinho11 ha respondido a tu historia..." leyó. Una sensación de calor le irrumpió el cuerpo. ¿Celos, quizás? Se inclinó un poco más para ver qué decía el mensaje pero Paloma se dio cuenta de la situación.

-¿Qué hacés?- exclamó, girando sobre sí misma y guardando inmediatamente su celular. Su cara esbozaba desaprobación.
-Nada, solo resbalé- sí, claro, como no. Paloma revoleó los ojos.

Le indicó al francés como acomodarse. Esta vez no habría maquillaje. No tenía ganas de estar cerca de él. Y tenía que aceptar que ya se veía bastante lindo de por sí. El photoshop haría el resto. Luego de un par de tomas, Antoine no se contuvo más.

-Con que Marco Reus...¿eh?- habló. Paloma levantó la cabeza de repente y le clavó la mirada- El audio fue muy determinante, Palo- agregó, con cierto tono de ironía.
-Creo que no te incumbe, pero igual, sí. Marco Reus- respondió decidida, mientras seguía sacando fotos.

Griezmann se paró, sin nunca dejar de posar.
-Un upgrade ¿no?- insistió en el tema. Ella suspiró.
-¿Qué querés preguntar, Antoine? Ya te pedí disculpas, estaba borracha- exclamó algo cansada.
-Y yo las acepté, solo intentaba entablar conversación- se encogió de hombros.
-Podemos dejar afuera mi vida sexual ¿no? ¿o querés que empecemos a hablar de la tuya?- ella lo desafió.

Antoine caminó hacia ella, solo para sentarse en el sillón y hacer una pose. Paloma se acercó y siguió tomándole fotografías. Quería estar ajena a la situación pero la verdad era que se moría de ganas de tirarse encima de él. Y sabía que Antoine lo sabía.

-Palo...-habló él, y volvió a pararse, esta vez para acercarse a ella- te extraño- soltó. Paloma se quedó quieta, mirándolo. Se derretía por dentro, pero no quería hacer nada. No debía hacer nada. El francés se decidió por avanzar un poco más.
-¿Estás segura de que Marco Reus está mejor que yo?- la desafió y ella soltó una pequeña risita- porque quizás puedo hacerte cambiar de parecer- agregó. Paloma tenía la respiración pesada al sentir el cuerpo de Antoine cerca.

Cerró los ojos, Griezmann no dudó. Y la besó. Un par de segundos bastaron para que la muchacha pasara sus brazos por el cuerpo de él. Lo extrañaba demasiado, necesitaba volver a sentirlo así. El beso se volvió mas intenso y ella supo que Antoine también había dicho la verdad. ¿Marco Reus? Ya se había esfumado de su mente.

El francés intentó un poco más y comenzó a desabrocharle la blusa que ella traía puesta. Paloma se dejó llevar hasta que escuchó un ruido. Se separó.
-Tranquila, estamos solos- le restó importancia él y siguió besándola. Pero ella ya no podía seguir. Las cosas no funcionaban así.
-No, pará- le dijo, soltándose del agarre. Antoine dio un paso atrás y la miró.-Esto es cualquiera, tu mujer esta haciéndose una ecografía, yo vine acá a hacerte una entrevista- escupió las palabras, dolida.
-Palo... tu ya sabes...-
-Sí- interrumpió ella- y no quiero saber más. De verdad, no quiero saber más- volvió en sí misma, acomodándose la ropa y juntando todas sus pertenencias -Gracias, Antoine, por la buena onda, en nombre de la editorial te enviaremos una revista. Hasta luego- caminó hacia la puerta.

Griezmann se forzó a salir de su asombro.
-Palo, deja que te lleve hasta el centro al menos- ella negó con la cabeza.
-No, espero un Uber- dijo. Acto seguido, salió por la puerta y la cerró de inmediato.

Ya estaba oscureciendo y sabía que el auto tardaría en llegar. Caminó hacia la calle y esperó allí. Hacía frío y el tapado no era lo suficientemente abrigado. Pero hasta una tormenta de hielo no le causaba tanto dolor en los huesos como lo hacía el francés.

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Les juro que intenté hacer el cap mas corto pero me salen largos igual. Encima se me hacía alto capitulo este y creo que me quedó malisimo.

Nada, igual actualicé (?)

Gracias por leer
si les gustó no se olviden de votar y comentar, aunque sea horrible (?)
un beso!

Canción: "Dame una razón" Bandana

paloma. || antoine griezmann ✔️Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz