diez.

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 "Cambiar, no cambió nada llegando hasta donde hoy llegué. 
Todo está como estaba, todo está igual de bien"  

-A ver, repetí conmigo: bo-lu-da- pidió Paloma, jocosa. 

-Boluda? boluda? boluda? - repitió reiteradas veces Julia, causando la risa de su compañera.

Las dos muchachas se encontraban merendando en un pequeño café de la ciudad. A través de la ventana ya se podían las calles repletas de hojas caídas en tonos amarillos, naranjas y marrones. El otoño ya había empezado y se sentía principalmente en el descenso de la temperatura. 

Paloma le dio un sorbo a su café que acompañaba con una sencilla galleta de chocolate. Julia, definitivamente, era mucho mas extravagante: estaba comiendo algún licuado loco del menú y el cupcake que la acompañaba era mas grande que su mano. Esa chica sí que tenía apetito. 

-¿Noche de fiesta el sábado?- preguntó Julia. 
-Juli, es martes. ¿No te parece que falta un poquito mucho?
-Mmm, no. Quiero salir. Necesito salir. - Paloma alzó una ceja ante este comentario.
-¿Por qué tantas ganas?- preguntó curiosa. 
-Nada...solo quiero conocer a alguien- la española se encogió de hombros.

Paloma rió.

-¿Un novio? ¿En serio quieres un novio?- 
-Tú estás muy tranquilita porque ya tienes uno ¡deja algo para los demás!- respondió Julia. La argentina abrió los ojos petrificada.
-¿No-novio?-balbuceó- yo no tengo novio.
-Ay, Palomita. Te he visto. Mi mamá te ha visto. Estás con alguien, es claro como el agua- Mierda ¿tanto se notaba? -En fin, quiero alguien como... no sé, él- agregó Julia mientras señalaba con su dedo la foto de Koke en la revista.
-¿Koke? ¿De todos los hombres en el mundo vos querés alguien como Koke?- insistió la rubia, un poco en broma un poco en serio. Julia se encogió de hombros- Mejor sigamos esta charla en mi departamento, la revista me hizo acordar que tengo que hacer unas cosas.

Las amigas pagaron la cuenta y caminaron hacia la casa de la argentina. Sin embargo, cuando Paloma introdujo la llave en el cerrojo para abrir la puerta, se percató de que la misma estaba sin llave, lo que solo podía significar una cosa... 
Mierda, mierda, mierda ¿Por qué le dí un juego de llaves a Griezmann?- pensaba para sí misma, mientras planeaba qué hacer. Y sí, el otoño no había traído solo frió y café caliente. La relación de los amantes se había ido profundizando un poco más. Y dado que en la casa del francés no podían aparecer juntos, Antoine prácticamente pasaba cada vez mas tiempo en la casa de Paloma, lo que la había hecho decidir entregar una llave. 

Abrió la puerta con cautela, lo suficiente para dejar pasar su cabeza. Revisó el interior buscando al futbolista, pero solo vio la televisión prendida. Julia la empujó para entrar.
-¿Hay alguien aquí?- preguntó al ver el televisor.
-Ehh no, me habré olvidado de apagarlo- respondió rápidamente mientras seguía buscando alguna pista de Antoine- Me voy a cambiar los zapatos, ya vuelvo- agregó y corrió a su habitación.

Entró, cerrando la puerta detrás y allí estaba Griezmann, desparramado en la cama con tan solo una toalla en su cintura. Al verla, el francés soltó su celular y corrió hacía ella.
Ma belle!- exclamó. Paloma se abalanzó sobre él y le cubrió la boca.
-Está Julia, tonto. Así que sh. - le dijo, haciendo el gesto con su mano. Antoine asintió.

-¡Paloma!- gritó la española desde afuera -¡No sabía que jugabas al fútbol!- exclamó divertida.
Ambos abrieron los ojos. 
-Mi bolso- susurró Antoine, dándose cuenta.
-Mierda, mierda, mierda- respondió mientras se apresuraba a salir.

Cerró la puerta de la habitación y observó a Julia hurgando en el bolso. Esa niña no tenia vergüenza de nada, al parecer.
-¿El equipo del Atlético, Paloma? ¿Really?- preguntó.
-¿Me vas a decir que sos del Real?- caminó hacia ella y agarró el bolso, para sutilmente correrlo de allí.
-Pues claro, del mejor- respondió mostrando orgullo.
-Pará, ¿sos del Real Madrid pero querés salir con alguien como Koke? 
-Es que... los del Madrid no son muy guapos... 
-¿Y Koke sí? ¿No te parece que hay gente mas linda? - Sí, obviamente Paloma se refería a Antoine. Y Julia lo notó.
-"Mas lindo" ¿cómo quién? ¿el tonto de Griezmann? - Julia rió, mientras volvía a meter mano en el bolso para sacar la camiseta de Antoine. -veo que a ti te gusta- ondeó la remera en el aire, mostrando el dorsal. Paloma se ruborizó. 
- ¿No te gusta Griezmann? - preguntó, intentando esconder su desconcierto.
-Pues claro que no. Es otro jugador más, no tiene nada de especial, solo hacen escándalo porque gano un Mundial y baila como un tontito por ahí- Julia hablaba con total normalidad, claro que ella no sabía que el verdadero Griezmann estaría con la oreja pegada a la puerta escuchándola.
-Conozco a alguien que no le haría nada feliz escuchar esto...- La argentina reía por lo bajo imaginando la reacción del francés ante los dichos tan inoportunos de su amiga.
-Sí, mi mamá se vuelve loca- bromeó la española. Un ruido se escuchó desde la habitación y ambas se quedaron calladas- ¿Qué fue eso? ¿Hay alguien aquí?- preguntó.

Paloma intentó balbucear una excusa pero los ruidos persistieron desde la habitación. 
¿Qué carajos estás haciendo, Antoine? - se preguntaba mientras insultaba al aire.
-Joder, tu novio está aquí ¿verdad?- Oh la querida Julia, ni lenta ni perezosa. -Pues presentamelo niña, que tanto lo escondes.
Oh, Julita, no sabes cuánto nos escondemos...

Paloma tomó un largo suspiró y decidió resolver la situación.
-Julia ¿puedo confiar en vos, no? - la voz era un poco mas seria.
-Oh no ¿estás saliendo con un anciano decrepito, verdad? ¡Lo sabía! 
-¿Qué? ¡¡No!! - respondió con cara de asco - pero en serio, necesito confiar en vos ¿si? Prométeme que no le vas a decir esto a nadie -la española asintió.
-Sí, Palo. Pero ya basta que me estás asustando. 

Paloma caminó y abrió la puerta del cuarto. Antoine -ya con pantalones y remera- reaccionó y se escondió instintivamente.
-Está bien, amor, es una amiga- le dijo. El francés se acercó tímidamente hacia el centro del departamento, donde estaba parada Julia. 
-Con que soy un invento de la prensa ¿je? - preguntó jocosamente, extendiendo su mano para saludar a la muchacha. 

Julia estaba petrificada. Literalmente, petrificada. Sus pies habían quedado pegados al suelo y su cuerpo parecida haber perdido todo rastro de movilidad. Asintió muy levemente con la cabeza y extendió su mano.
-Ju ¿estás bien? - preguntó Paloma.
La española levantó sus manos haciendo un gesto para tomarse un momento, caminó hacia una silla y se sentó. 
-Bueno, eso sí que no me lo esperaba- exclamó- Perdón, por lo que seguramente me escuchaste decir...- quiso explicarse.
-Todo bien, Griezmann jugador es muy distinto a Antoine- bromeó.
-No entiendo ¿hace cuánto están juntos?- intentaba calcular.
-Unos...¿2 meses?- respondió Antoine. 
-Eh...sí, igual como que no somos una pareja, ya sabes...Boluda, no podes decir nada. Ni una palabra. A nadie. Ni a tu mamá. ¿sí? - pidió Paloma. 
-Sí, amiga. Mis labios están cerrados.
-Bueno ¿así que te gusta Koke? Oí de buena fuente que está soltero...- Antoine preguntó y los tres rieron.

Julia cenó con ellos, dejándolos a solas para la noche. Paloma y Antoine se acostaron, se besaron y durmieron juntos hasta el otro día. La argentina se sentía tranquila y alegre, la sensación de poder confiar en una amiga era una de las cosas que más le gustaba sentir. Sin embargo, dentro de ella crecía una única duda: ¿hasta cuánto podían hacer durar el aparente cuento de hadas?

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Buenas! Antes que nada, perdón por este capitulo tan asqueroso.
Estoy llena de exámenes pero quería actualizar algo para no desaparecer 

Les diría que "espero que les guste" pero es horrrrrrible, ahre

Un beso para todas <3

Canción: "Todo sigue igual" Viejas Locas


paloma. || antoine griezmann ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora