32 Se lo dije

17 2 0
                                    

El no quitaba su mirada de mis ojos. Cosa que me hacía más complicada la cuestión de tener que romper el hielo y decirle de una buena vez.

En varias ocasiones temí de cuál fuera su reacción cuando me escuchara, pero la verdad era que fuera cuál fuera ya no tenía escapatoria, y tendría que hablarle con el corazón en la mano por primera vez.

Mark, perdóname por no haber hecho esto hace tiempo...
Me gustas desde que empezamos en el coro de la iglesia, y nunca me atreví a decírtelo por miedo a echar a perder nuestra linda amistad.

(Yo hablaba muy rápido, porque sentía que quería decirle tanto, de una...)

Le dije todo, sin que me quedara nada por dentro.

Mientras lo hacía, no podía mirarlo mucho a los ojos, porque sentía que esa mirada terminaría consumiendome.

Para mi sorpresa, cuando aún no acababa de hablar, sentí como su mano se posaba sobre la mia,  cosa que hizo que mis nervios se agravaran una vez más.

Pero aunque aún el no decía nada,  eso era una buena señal.

Cuando termine, que le expliqué todo, hubo un pequeño intervalo de silencio.
Pero su mano seguía encima de la mía.
Nuestras miradas chocaron, y el traía un brillo especial, y una sonrisa que alumbraba todo el lugar.
Estaba igual, o hasta más bello que antes.

Era el momento perfecto para abrir mi corazón y decirle cada palabra que estuve guardando por tanto tiempo.

El cuando pudo articular algunas palabras, luego de todo aquello que le había tirado, me respondió lo mejor que pude haber oído.

- Yo también siento lo mismo por ti, y si estuve mucho tiempo ocultando mis sentimientos, fue por  cobarde. No hubiera podido con que me rechazaras, y te alejaras de mi, y como quiera sucedió.
Talvez si me hubiera atrevido a decirte antes, nos hubiéramos evitados muchos malos ratos, muchas lágrimas y muchos pesares; pero creo que este fue el tiempo perfecto para hacerlo. Ahora somos más maduros. Tenemos nuestras metas claras, y por eso no me arrepiento de haber  esperado, aunque no te niego que el miedo se apoderó de mi en muchas ocasiones, cuando pensaba que por no decirte, ya tendrias a alguien en tu corazón, y en tu vida, ocupando ese lugar que siempre quise para mi... Pero ya no pensemos en eso, estamos aquí HOY y Dios, el destino, la vida (o como le quieras llamar a esto) si nos ha permitido encontrarnos una vez más, cruzando nuestras vidas en el mismo camino otra vez, para yo poder decirte de frente lo que callé, es por alguna razón, no crees?

La verdad es que aunque eso era exactamente lo que quería oir, me sorprendieron mucho sus palabras, aquella noche.
No me imaginé que aquello fuera real.
No sé si era un sueño de lo que yo deseaba que me pasara. 
Pero no lo era.

Estaba viva y despierta.

Después que me dijo todo lo que tenía que decirme, me pregunto:

- Y ahora que ambos sabemos nuestros sentimientos, que piensas hacer? Te vas a ir otra vez?

Vi en su cara reflejada la decepción. Parece que no que no queria que yo me volviera a ir, alejándome de el y de todo.
Yo tampoco quería eso, así que le conteste:

-Claro que no me iré.
Estaba esperando a tu respuesta para tomar una desicion, y esa es la de quedarme. No sé que harán mis padres, pero yo no pienso irme, ni perder ni un minuto más de mi vida, lejos de aquí.

El me sonrio. Y le salió un pequeño respiro de alivio.

-Este es el mejor día de mi vida.
Dijo mientras se puso de pie y me hizo señas de que nos fuéramos para el carro porque ya se había hecho tarde.
Las horas pasaron y ni nos dimos cuenta. Ya no había nadie y sólo escuchábamos los grillos.

Nos abrochamos los cinturones, y salimos de aquel lugar, con una gran sonrisa dibujada en nuestras caras, que no había que añadirle ni quitarle nada para que fuera perfecto. Definitivamente, el mejor día, en mucho tiempo.

¿Como se lo digo?Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu