20 Nota Mental

15 1 0
                                    


              Narra Vale

Abro mis ojos y cuando voy a ponerme en pie como de costumbre para caminar para el baño, me doy cuenta de que tenía algo en mi pierna que no me permitió moverme más de un simple jiro.
Tenía un yeso que cojia toda mi pierna, y ahí empiezo a recordar lo que me había sucedido el día antes; aunque hubiera preferido que fuera una mala pesadilla, no lo fue.

Escucho mi celular vibrar y cuando miro la pantalla... mi corazón se salió de su ritmo al leer las letras de su nombre allí. M A R K

**Buenos dias Vale, Como te sientes?**

yo le contesto rapidamente:
--Me siento mejor que ayer. Un poco aburrida, e inválida por no poder caminar, pero estamos aprovechando eso para descansar--

**Que bien. En la tarde, puedo ir a verte, tal vez mi compañía te haga bien, al menos te puedo quitar el aburrimiento con algunos de mis chistes, que crees?**

-- Ehhhh... no se si eso ayude, jeje claro que puedes venir cuando quieras. Agradezco mucho ese gesto.

**No tienes nada que agradecer, con que te rías de mis chistes estamos 😉 ... te veo después entonces. **

Esa conversación por medio de textos fue más que suficiente para que empezará mi día con una gran sonrisa, a pesar de lo que veía a mi alrededor, y de lo que sentía (dolor de mi pierna) Mark lograba que yo olvidará todo y eso era señal de que lo que sentía por el no podía ser un simple "Me gusta"  sino que eran sentimientos profundos y reales. Pero aún faltaba una parte para que me sintiera completamente feliz, y esa era la de que el me corespondiera.

Como veo la cosa, si él  sigue asi como va... se que vamos por un buen camino.

Siempre recuerdo mi nota mental: "Es mejor sorprenderse que desilucionarse"
por eso sí va a pasar o no, que me coja de sorpresa y no que yo me llene de falsas ilusiones para después terminar sufriendo si no llegamos a más que una linda amistad.

Pasan las horas, me baña mi mamá con la ayuda de Gaby,  me peinan, y no me dejan sola ni un segundo. Son mi sombra.

Suena el timbre y mi corazón empieza a latir más rapido de lo usual, y ya saben porque...

Es Mark.
Sube a mi habitación y después de tanto saludos, y conversación, nos pasamos todo el día jugando juegos de mesa, comiendo chucherías que mamá nos traía, y fue un día muy bonito.

Escucharlo reír, escuchar sus malisimos chistes, ver sus ojos mirarme, sus muecas, en fin, amo todo de éste chico. Si esto no funciona, y no llegamos a nada, al menos quisiera que la persona que me toque por compañero de vida, sea igual a él, en todo el sentido de la palabra.

Nos despedimos, ya que ya había caído la noche hacían unas horas, y me acosté a pensar en:

Que rápido pasa el tiempo cuando estoy gozando de su compañía.

-Vale! Aterriza...

Oigo decir de la boca de mi hermana que estaba justo en la cama de arriba de las literas.
Me echo una carcajada y le contesto:
- Ya aterrice, hermanita.

- Ya era hora... Porque no le dices a Mark lo que sientes ya de una buena vez?

Cuando escucho eso, me atrabanque con todas las palabras que quisieron salir por mi garganta en un mismo instante.
Cuando al fin pude coordinar mis pensamientos con mi boca, dije:
- No, no creo que por ahora eso sea una buena idea. No tengo apuro en que el sepa. Mejor espero a ver si el se anima a decirme algo a mi...

- Tu sabes lo timido que es, no se si se atreva a decírtelo...

- Porque hablas muy segura? Sabes algo que yo deba saber?

Vi como mi hermana se quedó en silencio varios segundos,  y aunque no veía su cara, me imaginaba que con esa reacción, era que algo me ocultaba.
La conocía demasiado bien como para darme cuenta de eso, pero lo negó todo, y cambio hasta el tema de conversación.



¿Como se lo digo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora