19 Los latidos en mi rodilla y corazón

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Llegamos al hospital. Tardaron un poco en atenderme, pero lo que menos me importaba en ese momento era el tiempo que esperaba allí.
El dolor y los latidos que sentía en mi rodilla, eran insoportables, y bloqueaban todos mis pensamientos.

Miro a un lado, y ahí está mi mamá, y mi hermana con caras de pescados congelados (en mi mente logré sacarme una pequeña carcajada)
Miro al otro lado, y ahí está él, como siempre con su gorra negra; más fiel que el mejor de los perritos.

En verdad que el verlo tan preocupado por mí me asombra un poco
-su cara lo dice todo, aunque no diga ni una sola palabra- De mi mamá, y mi hermana lo esperaba, pero de él, me sorprende, y me hace bien saberlo, porque eso dice que tiene sentimientos hacia mí; así sea de amistad, pero estan ahí, y en esa carita que tiene, los puedo ver reflejados por primera vez.

-Mark, yo estaré bien, ya es tarde, si quieres le digo a mami que te lleve a tu casa!

Le digo, por que aunque en realidad no quisiera que se fuera, me daba pena verlo allí todavía, después de tantas horas.

- NO. Para nada.
Estoy bien, aquí me quedo con ustedes hasta que te den de alta.

Oírlo decir esas cosas logran hacer que mi corazón (ésta vez) lata más fuerte que mi rodilla.
El es un buen amigo.
(Al menos eso me demostraba en ese momento)
Digo para mi, para que mi corazón no se confunda una vez más.

*Valeria Robinson, Médico 1* Se escucha desde alguna parte del techo de donde nos encontrabamos esperando.

Mi mamá y me empuja en el carrito de ruedas que me tienen, y Mark le abre la puerta para que nosotras pasemos... y el se queda afuera sentado con Gaby ya que no pueden entrar todos conmigo.

Tenía muchos nervios. No sabía que me diría el doctor, o que me iban a hacer... Pero la presencia de Mark ese día, hacia que todo fuera menos grave para mí.

Ya me habían hecho una resonancia magnética y ahora me dirían los resultados.

-Hola jovencita, vamos a ver que tenemos aquí! Dice el doctor con una gran sonrisa, mientras saca las placas de un sobre y las pone en la luz para ver como salieron.

- Que tengo doctor, dígame que sólo me lastime, y que estaré en unos días como nueva otra vez.
Le dije pero con la mirada que el tenía, sabía que no eran buenas noticias lo que me daría...

- Tienes una pequeña fractura en la patela que es el hueso de la rodilla, la caída fue bastante dura, porque ese hueso es uno de los más fuertes que tenemos en todo el cuerpo. Te vamos a enyesar, y tienes que ir a un ortopeda, en tres semanas. Que te recuperes pronto. Nada de desarreglos. Te voy a enviar una receta para el dolor de estos días.

Miro el doctor y miro a mamá con cara de
"Me quiero escapar de aquí antes de que me pongan ese yeso"
Me aterraba la idea de no poder caminar, y de tener un yeso pesado en mi pierna, que me haría una inútil por varias semanas.

Mamá pone una mano en mi hombro, y me dice: Todo estará bien, esos días pasan volando hija, todo sea por que te recuperes pronto.
Me guiña un ojo para convencerme de que no es tan grave la cosa.

Entramos en área de trauma y ya hay un enfermero sacando los materiales...

Narra Mark

-Ya lleva mucho allá dentro! Que habrá pasado. Le digo a Gaby rompiendo el silencio.

- En verdad que sí, empiezo a preocuparme... le voy a textear a ver.

- Si quieres yo entro, y averiguo.

- No me dejes aquí sola, mejor esperemos...

- Está bien. Espero que no haya salido nada malo en esas placas.

- Yo también espero lo mismo.

Seguimos en silencio un rato más.
Yo le pedía a Dios (en mi mente) porque todo saliera bien, en verdad estaba realmente preocupado.
No recuerdo cuando fue la ultima vez que experimente este sentimiento por alguien.

- La quieres más de lo que pensé!
Interrumpe mis pensamientos Gaby
- Yo las quiero mucho, somos prácticamente como hermanos.

- No me refiero a ese cariño de hermanos necesariamente.
Me dice mientras me tira una sonrisa sarcástica.

- Ehhh... ehhh...
Me puse a gaguear, no sabía ni que decirle.

- No tienes que decir nada, tranquilo. Que es muy obvio.

- Para que te digo que NO si Si. Le tuve que decir, porque ya me había descubierto.
Nisiquiera yo sabía bien que era lo que sentía por Vale hasta ese momento cuando experimente muchos sentimientos encontrados. Tenía la necesidad de estar a su lado, de protegerla, no quería verla mal, y era obvio que estaba actuando más como novio que como un simple amigo y compañero de la iglesia.

Ahora mi pregunta es... Así como Gaby se dio cuenta, se habrá dado cuenta Vale? Ó en el peor de los casos ... su mamá?

Ay no, estoy perdido, voy a tener que disimular un poco más esto que no se ni como llamarle.

- No le digas nada a Vale POR FAVOR, se que es tu hermana, y me imagino que se cuentan todo, pero no quiero decir nada, hasta que no esté seguro al 100% de que es lo que siento por ella.
- No Te preocupes Mark. Yo soy una tumba.
Y pasa su dedo índice por su boca en señal de haberse sellado la boca.

En ese momento viene la mamá de Vale, empujando el sillon de ruedas, y rápido camino para abrirle la puerta, y ahí estaba Vale, con un yeso que le cojia toda su pierna.
Gaby y yo nos miramos sorprendidos, pero disimulamos, y tratamos de levantarle los ánimos con algunos chistes y comentarios.

Luego nos dirigiamos hacia mi casa. Llegué, y me tiré en la cama con todo, ropa, zapatos, gorra...
Cuando abri los ojos ya era el amanecer del día siguiente.

¿Como se lo digo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora