¿Como se lo digo?

23 Una llamada inesperada

Narra Vale

Abro mis ojos y lo primero que hago es mirar la pantalla de mi celular.
Tengo varios mensajes, pero ninguno es de Mark.
No puedo creer que la victoria de ese juego ocasionara que me olvidará tan fácil.
Que coraje siento. Talvez si hubiera perdido me hubiera llamado, y me hubiera tocado hacer el papel de psicóloga por un buen rato.

Pero no voy a perder mi tiempo pensando en él. Si él no me busca, ni me llama, pues yo tampoco lo haré.

Tiro el celular en la cama, y llamo a gritos a Mamá o a alguien en la casa que me venga a ayudar para bajar hasta la sala a ver una buena película para despejarme un poco y no darle riendas sueltas a mis pensamientos.

- Porque gritas así! Te paso algo? Dice mamá asustada, al llegar a mi habitación, casi corriendo.

- Lo siento ma. No fue mi intención asustarte, es que como nadie me contestaba, pensé que estabas fuera de la casa y por eso grite.

- Vamos, yo te ayudo a bajar, no puedes quedarte encerrada en el cuarto tanto tiempo.

Vi varias películas, y ya estaba aburrida, pues cerre los ojos y coji una pequeña siesta.

Suena el teléfono de mamá pero ahí ya no me acuerdo de más...
[Entre en un sueño profundo]

Narra Mark

En la tarde, llame nuevamente a la mamá de Vale para ver si esta vez, sí podía comunicarme con ella. Estaba super ansioso por no poder hablar con ella. Estaba que si no me contestaba, iría con todo y yeso hasta su casa, así fuera dando brinquitos.

Trrrr..... Trrrrr

¡Alo! -Se escucha al otro lado de la línea.

- Hola, soy Mark, como esta esta?

- Bien, Dios te bendiga!

-Amen... Me puede comunicar con su hija Vale?

- Espera... déjame ver.... Lo siento hijo, esta dormida, creo que es por los medicamentos que le dieron. Pero cuando se levante yo le digo que llamaste, y que te devuelva la llamada.

- Gracias, si, por favor!

No pude comunicarme con Vale, y tampoco le dije a su mamá lo que me sucedió. Mejor se lo digo yo, cuando hable con ella.
Pasan las horas y nada que me devuelve la llamada.

¿Será que la llamo otra vez!?

...No, mejor espero, no quiero que la mamá (ni mucho menos ella) piense que soy un syco.
Tan pronto ella pueda me llamará. Pienso-
Para calmar todo lo que sentía por dentro en ese momento.
Casi podía sentir como me faltaba el aire...
-y no soy cursi, ni estoy exagerando-.
Mi pecho sube y baja más rapido de lo normal.
Voy a buscar que hacer, para despejar mi mente y no pensar tanto, sino quiero parar loco.

Narra Vale

Me levanto de mi siesta y veo a Mamá justo alado mío dándome una de sus mejores sonrisa, mientras acaricia una de mis mejillas, sin decir palabras.

No se que me haría sin ella. Pienso.

- Vale! Te llamo...
Riiinnng

Interrumpe el sonido de su celular.

Mamá se para, y va hacia la mesa a ver quien la llama.

Yo me quedo mirándola y sólo escucho un grito que sale por su boca.

-Queeee!!!!! Y cae desmayada al suelo.

A mi se me olvidó que tenía un yeso y me paré como pude arrastrando mi pierna. Busque el alcohol, y puse un poco en un paño y se lo puse cerca de la nariz.

Vi que despertó. Yo estaba muy nerviosa, porque no se que pudo haber sido lo que le dijeron a Mamá para que se pusiera así.

Veo que en el celular de ella la pantalla sigue encendida, y cojo el celular y me lo llevo a la oreja sin nisiquiera ver quien está en la otra línea.

- Hola, quien es?

- Soy tu padre. -oigo desde la otra linea con una voz que casi no producía sonido-.
Dile a mamá que venga lo más pronto posible al hospital.

- Pero Papá, estás bien? Si mi amor. Sólo dile que no tarde. No puedo seguir hablando.

Y se corta la llamada.

- Mamá! Debes ir al hospital YA! Papá no se oía bien, y no me quiso decir lo que pasó!

- Mamá se levantó con sus manos temblando.
Se echo agua en la cara, busco su bolso con sus cosas, y me dio un beso en la frente, y solo me dijo:
- ORA!
Todo estará bien.

- Pero que le pasó?
dije con lágrimas en mis ojos- porque presentía que no eran buenas noticias las que pronto recibiría; pero  mamá no me dijo nada más. 
Mientras caminaba hacia la puerta con las llaves del carro en su mano. Sólo me gritaba esa palabra una y otra vez:
- ORA! ORA! (y eso retumbaba en mi cabeza con eco)

El miedo se apoderó de mi como nunca antes lo había sentido.
Mi hermana no estaba.
Yo me encontraba sola en la casa.
Sólo pude acostarme en el mueble en posición fetal, y echarme a llorar, mientras esperaba recibir alguna noticia.