¿Como se lo digo?

9 Gran Sábado

No llegamos bien a casa, cuando no aguanto, y tengo que contarle todo a Gaby.

- Viste, yo sabía que te diría que sí, me alegro mucho por tí hermanita.

- De que te alegras, si se puede saber?

Interrumpe mamá, mientras nos clava los ojos por el retrovisor.

Gaby y yo nos miramos,
y en ese mismo instante, se escucha un celular sonar, es el de mamá...

Uff... nos salvó la campana por esta vez, porque no nos preguntó más, siguió pendiente a otras cosas, y cuando llegamos a la casa, enseguida nos metimos en la habitación...

-Ojala y se le olvide, y no nos pregunte mañana... le digo a Gaby mientras me pongo mi pijama para acostarme.

-Ya veremos que me invento... no me gusta mentirle, pero no te voy a tirar de cabeza ni con mamá, ni con nadie... JAMÁS

Se escuchan unos pasos en el pasillo, alguien se acerca a nuestra habitación, vemos como la puerta se abre lentamente...
Nos hacemos las dormidas.

- Ya se durmieron? Dice Mamá
apagandonos la luz.
Abro un ojo, y mamá me cacha mirandola...
Pensé que nos iba a volver a preguntar, pero no lo hizo, lo que nos venia a traer eran más buenas noticias, añadirme más felicidad de la que ya tenía en ese día.

- Me llamó la Mamá de Mark para seguir dándome más detalles para lo de éste sábado.

-Que hay este sábado? Pregunté con mi ceño un poco fruncido por la curiosidad que tenía de saber que se traían mi madre y mi futura "suegra" 😁
-Quiere que vayamos para la playa, porque cumpleaños y quiere celebrarlo con nosotros, y varios hermanos más (de la iglesia) y cocinar, llevar cositas para picar, y pasarla bien.

- Y que le dijiste, vamos a ir?

Los sábados siempre tenemos varias cosas en agenda, como cumpleaños, o algo que hacer, pero deseaba tanto que ese día pudiéramos ir, que se me dió.

- Le dije que sí!
dice mamá.

Yo no sé si estaba disimulando bien aquella emoción que sentía dentro de mí. Sentía en mi cara una sonrisa tan grande, que el "Guasón" se quedaba corto al lado mío 😁

Llega el sábado, y nos levantamos bien temprano, nos alistamos, y salimos para la playa a celebrar el cumpleaños de "mi suegrita"

<< Me encanta como se oye eso>>

Llegamos, y ahí estaban los muchachos montando las carpas, mientras nosotras nos untabamos "bloqueador solar"
El día estaba perfecto, hacia un lindo sol, y las nubes jugaban bien su papel no dejando que el sol se manifestara en todo su esplendor.
Había mucha gente, pero cada cual en sus esquinitas, compartiendo en sus grupitos. Teníamos nuestra música cristiana (con una bocinita que trajo la mamá de Mark) y estaba todo bajo control.
Nada podía mejorar más aquel ambiente.
Listos para tirarse al agua?
Dice Armando.
(quien fué invitado también junto a su familia, y el hermoso hermanito, el pequeño Sam
-tiene dos añitos y es adorable- También está Amy, Carlitos, Gloria y en total somos como quince)
Yo hago señas con la cabeza de que aún no, y ellos siguen para el agua junto con mi hermana. Para sorpresa mia Mark se quedó, cosa que aprovechó para sentarme a su lado y empezar a entablar una conversación (de las muchas que pienso tener hoy)

Hablamos de todo un poco.
Yo me creia que lo conocía bastante
- por habernos criado juntos en la iglesia por tantos años- pero la verdad era que no sabía nisiquiera la mitad sobre su vida...
Me sorprendía por cada cosa nueva que sabía de él.
Era mejor de lo que yo pensaba. Superaba todas mis expectativas.
Me habló de sus metas, de su familia, de su relación con Dios, de sus estudios, de deportes, en fin, tuvimos tiempo suficiente para hablar de todo.
A mi de vez en cuando se me olvidaba que estábamos rodeados de nuestros familiares y amigos y quería estar todo el tiempo muy cerca de él.
En ocasiones para despistar cualquier sospecha, me le iba del lado a compartir con mi hermana y con Amy, pero no pasaba mucho tiempo cuando caía alado de Mark nuevamente.
También estuve un rato largo hablando con su mamá.
Me contó desde el parto, hasta sus travesuras de niños, y diferentes anécdotas chistosas...

Logró que Mark se sonrojara en varias ocasiones.

-Típico talento de las madres-

Para evitar que su mamá siguiera avergonzandolo en público, me invitó a jugar "volleyball" y nos alejamos un poco del grupo "dis que para no molestar " este comportamiento de él me confundía un poco. Me hacía pensar en que (aunque aún no me dijera nada) sentía algo por mí.
Porque sino fuera así
¿Porqué ha estado a mi lado casi todo el día, estando su mejor amigo presente? Entre otras cosas...

En una estábamos jugando y el me dice:
-Déjame ver tu mano!

Cuando yo le enseño mi mano abierta, coloca algo en ella, cuando abro y miro, un pequeño caracol bien bonito que se había encontrado.

El sabe que me encantan.

No sé si sabe lo mucho que significó para mí ese detalle de su parte, ni sé cuál fue su intención al darmelo, pero aún lo conservó como si fuera un gran tesoro.

Comemos, cantamos cumpleaños, y ya como empezaba a nublarse, recojemos todo, y nos despedimos de lo que fué un gran sábado.