El susto fue inmediato y la reacción también. Cerró su computadora con fuerza y recogió sus pertenencias ubicadas sobre la mesa, el pulso se le aceleró y se puso a sudar por algo más que el suéter que se sacó, jamás pensó que terminaría refugiándose en una persona indeseada; encontró a Jordan platicando con un par de muchachos morenos también, era eso o que las manos de Brandon la atraparan. Emma corrió hasta Jordan con su bolso colgándole en el brazo, la computadora a punto de caerse y el suéter estaba enganchado por el asa mientras se arrastraba por el suelo. Prácticamente chocó contra el pecho de él.

Los tres muchachos se miraron entre sí.

Jordan la agarró del brazo, —Hola, Emma. —Ni siquiera le llamó la atención que ella se acercara de esa manera, su mente solo podía pensar en que ella corrió hasta él. Levantó las cejas como presumiéndoles a sus amigos de clase; todos fantaseaban con Emma después de que Jordan comentara que ella era «súper tonta y virgen» a un grupo que después se encargó de expandir la información entre socios.

Emma tomó aire, —P-perdón.

Jordan entrecerró los ojos tratando de mirar más allá que sus fantasías y distinguió cómo Brandon se detuvo a charlar con un hermano de su fraternidad mientras veía a Emma; Jordan lo entendió porque no era ningún tonto. Le hizo una seña a los muchachos para que los dejaran solos y la tomó de la mano.

—Llevo desde el jueves tratando de hablar contigo.

—N-no fuiste a la fiesta de B-Brandon —trató de disimular cuán atemorizada que se sentía, incluso estaba temblando, por eso fingió interés por no haberlo visto en la fiesta del viernes, bajo ese susto todavía le quedaba un poco de astucia.

—Cierto. Fui a un club con amigos; no nos interesan las fiestas de fraternidades como la de Brandon.

«Pero sí las fiestas donde las anfitrionas son mujeres adineradas», pensó Emma, recordando cuando chocó contra él en la fiesta de las Beta, esa vez incluso la acompañó hasta su dormitorio, pero ¿cómo? Ah, sí. Él se autoinvitó a una caminata y también le confesó que le mandó chocolates, qué espantoso.

—¿Huyes de Brandon? —le preguntó finalmente.

—No... Sí —agachó la cabeza. Pensó que estaba bien decirle eso y nada más que eso.

—¿Ya no lo quieres? —Pero no le interesó el trasfondo exacto—. Me enteré que escapaste con McClain de la fiesta, que se metieron a la fuente, que estaban demasiado borrachos. ¿Es cierto? Que estabas borracha, quiero decir. Sé que te metiste a la fuente porque lo publicaste en tu Instagram —rió—. Yo sinceramente espero que, en ese caso, McClain no haya intentado pasarse de listo contigo porque sabes cómo son los idiotas cuando se encuentran frente a una chica pasada de copas, aprovechan hasta el último para cogerlas, y todos quieren cogerte, Emma. Brandon, Colin, Eugene, todos. —¿Se incluía ahí?

Emma se ruborizó del pudor y Brandon dejó de aterrorizarla mentalmente por un minuto. Era la segunda vez que escuchaba «Colin» y «cogerte» en una misma frase en menos de veinticuatro horas, fue lo único que pudo rescatar del discurso de Jordan, en serio. Quizá... quizá debía abrirse a cualquier posibilidad.

Entonces ocurrió una de esas cosas de las que Emma sentía que el universo estaba tratando de decirle algo, que el universo le estaba gritando algo. Miró, al costado del gran cuerpo de Jordan, cómo Colin se metió a una pequeña cafetería con su mochila en hombros. Emma sonrió mordiendo su labio inferior y miró su reloj inteligente, no se suponía que él estaría libre a esa hora, debía estar en clase, se suponía.

—Recordé que tengo algo importante que hacer. —le informó a Jordan y comprobó que Brandon se había ido para caminar a pasos acelerados hasta su chico. Jordan observó cómo se cayó el suéter y ella torpemente se agachó a alcanzarlo, él no pudo evitar pensar que estaba loca porque su conducta no era normal; le chocó a propósito, él lo vio con intención porque tenía aires de grandeza, y luego ella huyó.

Al Estilo Emma© #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora