—¿Cómo se la pasaron?—Lauren recostó su cabeza en el pecho de su madre.

—Grandioso, fue simplemente genial—acotó.

—Pues si estás cansada me imagino que si.

Lauren suspiro—Descansamos de la escuela y los problemas que está conlleva—Clara frunció el ceño sin entender.—Sabes, iré a bañarme y me recostare, buenas noche ma'—Lauren se levantó, tomó su maleta y empezó a subir las escaleras.

Casa de los Cabello...

Camila abrió la puerta de su casa, lo primero que pudo distinguir era el silencio ya característico de su hogar. Suspiro, sintiéndose nostálgica al recordar como antes en su casa había de todo menos silencio.

Metió su maleta y sin decir nada empezó a subir las escaleras hacia su habitación. Abrió la puerta de su habitación con la llave que tenía guardada en su bolsillo. Miró su cuarto un poco desolado.

—Hola compañera de la soledad—Volvió a cerrar la puerta sentándose en su cama.

Y como siempre, lo único que le contesto fue el silencio—Déjame decirte que n-no te extrañe.

Camila miró hacia el techo—Y creo que tú tampoco—Se levantó de la cama para después meterse al baño.

Se miró unos minutos en el espejo para después fingir una sonrisa, negó con la cabeza sintiéndose estupida. Se sacó la blusa que traía puesta dejando ver sus vendas en las costillas, sinceramente se había olvidado completamente de ellas. Sacó su celular de su bolsillo derecho y le mando un rápido mensaje a Lauren diciéndole que había llegado sana y salva a su casa y que ya le extrañaba.

Cuando verificó que se hubiera mandado se sacó el top deportivo Para después empezar a sacarse lentamente las vendas, se empezaba a ver poco a poco algunos hematomas que habían empezado a agarrar un color entre morado y verde. Camila hizo una mueca de dolor mientras iba apreciándose en el espejo, había empezado a pensar que iba mejorando pero no, el dolor seguía ahí, al menos cuando hacía mucho esfuerzo.

No sabía como había logrado sobrevivir el fin de semana sin quejarse del dolor, aunque se había tomado unas pastillas para tratar de aminorar el dolor, no lo quitaban del todo. Camila prendió la regadera para que el agua se calentara al menos un poco, verifico si Lauren le había mandado un mensaje de regreso pero el mensaje seguía sin ser visto. Pero le sorprendió a Camila ver otro mensaje que no precisamente le perteneciera a alguien tan cercano a ella o al menos ya no lo era demasiado.

Shawn: Hola...
11:14 pm visto.

Camila dudo un poco en contestar. Que coincidencia que cuando ella le haya contado a Lauren un poco de su pasado, alguien de este mismo decida aparecer. El sonido del agua corriendo la sacó de sus pensamientos, bloqueó su celular para después terminar de desvestirse, se aseguró que el agua no estuviera ni tan fría ni tan caliente y se metió en la regadera dejando que el agua que corría por su cuerpo la relajara.

Después de unos minutos salió rodando su cuerpo con una toalla y secando su cabello con otra. Su teléfono se encendió indicando que le había llegado una nueva notificación.

Lauren ❤️: Gracias por avisarme, no pensé que lo harías.
11:22 pm visto.

Camila: Yo siempre cumplo lo que digo 😉
11:22 pm enviado.

Camila sonrió, salió del baño para después lanzar su celular a su cama. Sacó una camisa negra y unos bóxers de color negro con estampados de patitas de perritos de color gris, se puso crema por el cuerpo para después vestirse, acomodo todo en su lugar incluyendo las toallas, se secó el cabello y se recostó en su cama mirando hacia el techo.

Hasta el final (Camren G!P)Where stories live. Discover now