Hasta el final (Camren G!P)

Capitulo 32

Antes de empezar el capítulo quería pedirles perdón por no haber actualizado, me había quedado sin ideas y no tenía mucho tiempo para escribir, así que escribía cada que podía, lo siento.

Gracias por continuar con la historia aunque me tarde en actualizar.

—Yo se lo que les digo—Vero miraba a todas las chicas presentes—Esas dos estaban teniendo sexo.

  — No lo creo, nosotras estamos aquí— Verónica rodó los ojos por el comentario de Ally.

— Eso no les quita la posibilidad de tener relaciones sexuales mientras nosotras estamos aquí— Normani se encogió de hombros, no le tomaba mucha importancia, después de todo ellas tenían todo el derecho de tener su intimidad. ademas la casa le pertenece a Camila.

  —¿De que están hablando?— Las tortolitas hacían acto de presencia.

  — Oh, nada, cosas tontas— contestaba rápidamente Dinah antes de que alguna de las otras chicas pudieran si quiera procesar la pregunta.

  Camila las miro con sospecha pero simplemente se encogió de hombros y se encamino al refrigerador como si nada— ¿Que quieren para desayunar?— Lucy la miro extrañada— No me mi-mires así, practique mucho en el aspecto de la cocina y mejore mu-mucho, no, no mucho si no muuuuchísimo.

— ES CIERTO— concordó Dinah— el pollo de ayer estaba delicioso, muchas gracias por cierto.

— No me tienes que agradecer, no iba a de-dejar que se mu-murieran de hambre.

Lauren sonrió ante la broma de su novia, nunca la había visto tan calmada ante la presencia de las chicas, con la excepción de Lucy, pero ella era otro tema. Camila y ella ya se conocían y venían siendo amigas desde mucho tiempo y era normal.

  — Mas te vale, no sabes cuantas personas llorarían al no poder tenerme mas en su vida— Dinah sonrió con diversión.

— Muy pocas ¿verdad?— Lucy río y choco los cinco con Camila.

— Una no puede ser divertida porque otros lo arruinan— Dinah se alejo de la barra para ponerse a un lado de Normani.

—¡Chicas tengo hambre!—dijo Verónica dramáticamente.

...

Después de una larga charla-pelea entre que querían desayunar, al fin pudieron dejar a Camila empezar con su trabajo de chef. Por mientras las chicas se fueron a charlas a la sala mientras dejaban a la pobre morena con todo el trabajo duro.

—Como son malas enserio—murmuro mientras sacaba los ingredientes que iba a necesitar—Una tra-tratando de ser buena persona y no más no cooperan.

—¡TE ESCUCHAMOS!—gritaron desde la sala.

Camila rodó los ojos y siguió haciendo el desayuno. Para no aburrirse coloco un poco de música, estaba tan metida en su labor que no se dio cuenta que una ojiverde la observaba recargada en el marco de la puerta.

Con una sonrisa en la cara, Lauren fue acercándose lentamente a Camila, quien estaba tarareando la canción que sonaba en la radio. Camila dio un pequeño salto por el susto que le proporcionó el repentino abrazo de su novia.

—Eso huele delicioso—Lauren recostó su barbilla en el hombro de Camila.

—Espero que sepa a cómo huele—Camila la miro sobre su hombro regalándole una linda sonrisa.

—Te quiero—dijo repentinamente.

—Yo te quiero más—contesto Lauren.

Cerró los ojos mientras aspiraba el olor del shampoo de la castaña, se sentía en tranquilidad. Es asombroso como una persona puede hacer que nuestros días mejores o simplemente sean perfectos.