012 | #TodaTuCulpa

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—Algo así. Además, toma a cargo algunas cosillas de servicio doméstico, me ayuda con las tareas y nos prepara las comidas.

—¿Es como una mamá?

—No es una mamá, es una nana.

—¡MIRA ESTA BELLEZA!

Y sale disparada hasta los sillones. Son traídos de España, con tapizados caros y de varios cuerpos.

—¡No arruines los sillones de mamá!—le ordeno.

—¡No te oigooooo!

Entonces se sube y empieza a saltar.

—¡Baja de ahí!—le digo, haciendo un esfuerzo por no levantar demasiado la voz.

—¡No te oigooooo!

—¡Que bajes, demonios!

—Bien, pero tú subes conmigo. ¡Y dijiste una palabrota!

—¡¿Qué?! ¡No!

—¡No te oigooooo!

—Magda, ¿puedes bajar de ahí, ahora mismo?

¿Magda?

Me vuelvo de donde ha venido la voz de Anabel. Acaba de llegar con una bandeja enorme. Trae la leche y las galletas.

Mi amiga se detiene y baja del sillón.

—¿Magda?—pregunto.

Ambas me miran a la vez.

—¿Acaso no sabes cómo me llamo?—pregunta la rubiecita.

—¿Acaso no sabes cómo se llama la chica que trajiste a casa?—pregunta a Anabel, en tono de estarme dando una reprimenda.

—¡Ella no me lo dijo!

—¡Porque tú nunca me lo preguntaste!—salta Magda.

—¿Y tú cómo lo sabes?—me vuelvo a Anabel.

—Se lo pregunté apenas la vi. Como se supone que las personas deben presentarse, Nick.

—A él no le interesa presentarse—contesta Magda en mi dirección y me da un empujón fortísimo antes de ir a buscar su vaso de leche y galletas.

¿En verdad no nos presentamos? ¿En verdad tan poco interés he presentado? La primera cosa que me viene a la cabeza de cuando nos conocimos sólo son cuatro palabras: "¿Te gusta la sangre?"

Y desde la silla en la que se sienta, le escucho decir:

—Los dueños de un sistema para encontrar citas online murieron luego de una caída en sus acciones, luego de que se develaran negociaciones con redes pederastas para permitir la habilitación de menores de edad a la aplicación y un sistema para rastrearlos, en la madrugada de hoy vuelven a ser noticia. Ambos, de 31 y 33 años de edad fueron encontrado en su apartamento en las afueras de...



—Se dispararon entre ellos.

Me despierto de golpe.

Desde hacía rato que sentía en mi sueño un bullicio de fondo como el noticiario trasmitido al mediodía por televisión.

Cuando caigo en la cuenta del entorno que me rodea.

Ni Magda, ni mamá, ni Anabel. Ninguna de ellas. Menos que menos Natalie. Es Amber quien se encuentra a mi lado, en la cama de la habitación de huéspedes cuando despierto. Pocos recuerdos tengo de anoche, pero lo cierto es que ninguna chica tiene permitido pasar a mi cuarto personal. Quién haya traído a quién, ha de tenerlo en claro. O simplemente nos metimos al primer lugar con una cama que encontramos.

+18 Las Mentiras del JefeOnde histórias criam vida. Descubra agora