Capitulo 18

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Lilo.

A veces me siento sola.

Como si la vida me dijese que me falta algo, me gritase que corra y busque compañia. Como si de eso dependiera realmente los latidos que día a día produce mi corazón.
A veces creo que eso de que estamos continuamente buscando nuestra alma gemela en medio de todo este caos no son más que especulaciones de algún pobre diablo que nunca supo exsactamente que hacer con su vida.

Que él amor realmente solo es una distracción, no el motor de la felicidad.

¿Realmente se necesita depender de las acciones de una persona ajena a nuestra vida para experimentar la famosa "Alegría" o algün tipo de gozo?.

A veces solo me quedo divagando en historias de amor inconclusas, como si de verdad tuviese intenciones de querer verme a mi con otro ser humano paseando por algún parque con bastantes flores como para alimentar millones de colmenas de abejas. El solo hecho de imaginarme en ese tipo de situacion exsageradamente sentimental me remueve el estómago y siento que un líquido àcido recorre mi esófago.

Pero vamos. Quizas si algunos de mis "Momentos romànticos y mezquinamente prologados" hubriese dado frutos, envolviendome en ese tipo de brujería rosa que obtiene su cumbre en primavera, solo quizas, ni siquiera tendría esos pensamientos amargos.

Quizás si mi confianza nunca hubriese sido puesta en prueba, y despues pisoteada, cómo si no valiese nada, un valor negativo más abajo de la mierda. Solo tendría que ver a esa persona que estaría a mi lado para ver el arcoiris y miles de destellos. Y sobre todo, pensar que esta vida es el sitio más bondadoso y blando que exciste.

Pero no fué así.

Lo ví, desgrasiadamente lo ví, como mi confianza era degradada a escombros... Un golpe y ya no volví a ser la misma. Quizas dramatice un poco. Pero nunca vuelves a ser el mismo despues de todo.

Una vez que te rompen... de todas las maneras posibles.

Miré como el cielo era manchado de gruesas nubes blancas, gruesas como mis lagrimas. Recordandome a mi misma que todo tipo de sentimiento agradable tenía su fin, era imposible sentir que todo está perfectamente bien... Siempre.

Empiezas a desarrollar una especie de fobia algo abrumadora con respecto a relacionarse con las demàs personas, viendote a ti mismo como una especie de persona ermitaña y desadaptada, pero curiosamente te encuentras bien.

Bueno...

Quizas lo adecuado sería decir que piensas que estas bien, es decir, a salvo de cualquier persona dispuesta a hacerles daño, a ti...

Y quizás tambien a tu corazón.

Pones en duda cualquier palabra cariñosa, y peor aun, cualquier cumplido hacía tu persona y te centras en tu mundo. Te aislas por muy egoísta que suene, y te sientes a gusto en tu pequeño mundo.

Hasta que llega alguien que cambia tu forma de ver las cosas, quizas llegues a odiarlo al principio, tan acostumbrada a que nadie perturbe la paz que te cargas en tu vida, sin depender de las acciones de los demás y que de pronto venga otro estúpido ser y te desestabilise las neuronas y hormonas.

Solo quieres que desaparezca.

Conforme pasa el tiempo te das cuenta de que esa persona significa algo para ti, por no decir que te sientes flotar en el aire con su sola precensia. Pero ocurren cosas que perturban de nuevo la paz que conseguiste y tu sentido comun ve como única salida viable alejarse de todo problema que pueda llegar a hacernos más daño aún. Y te alejas de esa persona por miedo.

Destinos Cruzados (Lilo y Stitch)Where stories live. Discover now