2da parte de "Nivel de maldad (Lilo y Stitch)" Para leer tienes que ver la primera parte, puesto que es una secuela.
Dicen que donde hubo fuego, cenizas quedaron, pero...
¿Se las llevara el viento o renacera ese mismo fuego que alguna vez los cons...
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Estaba feliz.
No, feliz es poco... estoy vomitando arcoiris, no literalmente por supuesto. Miré de nuevo a Lilo, acurrucada sobre mi pecho, su respiracion lenta y acompasada con el subir y bajar de su pecho, se quedó dormida luego de renegar con Angie y John para que borrasen la foto. miré la penumbra de la habitación, estaba amaneciendo y estaba acalambrado pero no importaba. Tenerla así era la gloria.
Seguía teniendo esa carita aniñada, suave... Hermosa.
Una noche atras estaba practicamente deceando que un camión la pasara por encima con tal de que desapareciera y dejara de atormentarme. Y ahora no quiero que se aleje, eso supondria mi total y rotunda autodestrucción, soy muy jodidamente hermoso para morir aun.
Veo que se despereza, sus bonitos ojos se abren mostrandome la mirada mas confundida y tierna cuando posa esos orbes color chocolate sobre mi. Los abre aun más y se aleja exageradamente cayendo de nalgas al suelo.
-Hola preciosa- Digo dirigiendole una mirada sexy acomodandome en pose adonis. Ella entrecierra los ojos mientras me fulmina con esos ojos oscuros, se para y se acomoda la ropa.
-Idiota- Murmura a modo de saludo.
-Oye, creí que ya estabamos en son de paz- Dije sonriente, se que la exaspera que este tan despreocupado en conversaciones serias.
-Que me hayas explicado que no es tu hija, no resuelve nada- Dijo manteniendose alejada, de hecho. Casi llendose de la habitación, en ese momento usé mis habilidades super ninja flash. Y me situé entre la puerta y mi amada hawaiana caprichosa, su rostro denoto verdadera furia y trato de apartarme, para luego lanzar puñetazos a mi pecho. Era una hormiguita adorable y rabiosa. :)
-¡Me dejaste sola cuando mas te necesitaba!- Espetó con furia, mirandome fijamente con los ojos brillosos.
O no.
No me hecharía la culpa.
-¿Disculpa? Niñita histérica, estaba trabajando. Un trabajo es un trabajo, no podía cumplir todos tus caprichos e histeriqueos cuando tu quisieses- Dije apartandome un poco de la puerta, mirandola molesto.
-No te pedía TODO EL PUTO DÍA- Bufó ella llevándose una mano a la sien- Siempre estabas ausente en tu trabajo, todos los días y los días que no... Ibamos a esas absurdas fiestas multimillonarias- Dijo ella con fastídio.
-Lilo, esas fiestas promocionaban MI trabajo, en esas fiestas conseguía invercionistas para mis proyectos... ¡Era por mi maldito trabajo!- Grité. De seguro estaba rojo de la ira.
