SeokMin | +

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SeokMin llevaba exactamente veintitrés minutos encerrado en el cuarto de baño, esperando, paciente. Podía ver por la rendija de la puerta al pequeño amigo que ahora era su destinado compañero de departamento, esperando, por él, desde el otro lado olfateando cada dos segundos sin parar

Suspiró resignándose al saber que no se iría, el cachorro era tan listo y adorable que apenas lo sintió acercarse, comenzó a ladrar con emoción a la vez que daba ligeros golpecitos en la puerta con sus patas. La razón por la que SeokMin se hallaba encerrado es que su nuevo compañero no paraba de seguirlo a todas partes y por ende, el baño era una especie de refugio que lo mantenía momentáneamente a salvo de sus babosas muestras de amor, además trataba de enseñarle lo que era el espacio personal

SeokMin imaginó que así es como debían sentirse SeungCheol, JeongHan, HanSol, WonWoo y todos los padres en general. La diferencia es que él estaba soltero, sin compañía más que su eco, aprendiendo a criar a una revoltosa mascota que pedía amor más de las 24 horas del día

Justo y curiosamente igual que él

—¿Me extrañaste? ¿Lo hiciste? Yo también —SeokMin le hablaba a su adorable perrito mientras salía del cuarto, tomándolo y sosteniéndolo entre sus manos —Es que no puedes entrar conmigo, es privado, es para humanos ¿Entiendes? —Sólo se ganó un feliz ladrido y un incesante meneo de cola como respuesta. Suspiró sonriendo —Es mejor que llenemos el estómago, será divertido vivir juntos, te contaré historias y reiremos mucho... ¿Tú puedes reír?

Se dice que hablar con tu mascota ayuda a crear un vínculo firme, a desarrollarte mejor con los demás, es psicológicamente sano y nadie puede negar que también es divertido. Tenía fe de que fuese así

SeokMin llegó hasta la cocina en compañía, una pequeña, feliz y babeante compañía. Si se ponía a pensar, no tenía nada adecuado para un perro, ya que no estaba en sus planes tener que responsabilizarse de una vida más frágil y dependiente de él. Fue como si de pronto golpearan la oxidada puerta de su corazón y le entregaran aquel paquete que parecía que su plazo de entrega sería en una fecha indeterminada y que incluía misiones que no sabría si estaba listo para cumplir

De todas formas, SeokMin si estaba dispuesto a cuidar de un ser más pequeño, quizás hasta lo malcriaría pero de lo que si estaba seguro es que lo amaría. Así que tomó una fuente de plástico y la llenó del arroz que llevaba dos días siendo su comida y su cena

Al vivir solo, prácticamente todo lo suyo era para una única persona, a SeokMin le iba tan mal en el amor que pensó escribir un guión para una pobre pelicula que de seguro nadie vería, acerca de su terrible y casi nula experiencia romántica. Se había hecho la idea de que sería un soltero por siempre ya que todos sus amigos o estaban en pareja o tenían una familia ya con hijos, menos él. Sin embargo, su trabajo en el departamento le permitía ver y conocer de cerca cómo era la vida en pareja, había tomado nota que existían tanto cosas buenas como no tan buenas

Y como a SeokMin le gustaba hablar, no halló mejor víctima oyente que su pequeño amigo

Se sentó en el suelo con un plato de arroz, a pocos centímetros del pequeño amigo que ahora se alimentaba feliz, agitando su también adorable cola —¿Sabes? El matrimonio de SeungCheol y Jihoon es muy lindo, intentaban con mucho entusiasmo ser padres  —Rió —A veces recibía quejas de altos quejidos desde su departamento pero como buena persona prefería ignorarlos. SeungCheol es un padre cariñoso pero no puede evitar tener inseguridades acerca de su rol —Pasó sus manos por el suave lomo del animal a la vez que soltaba un acongojado suspiro —Ahí es cuando Jihoon se encarga de darle fortaleza y confianza, se tienen el uno al otro

Exhaló cerrando sus ojos

Un ladrido satisfecho y una lamida en su mano fue lo que le hizo salir de sus profundos pensamientos, la fuente de su compañero ya estaba vacía y lo más lógico es que no escuchó ni entendió nada de lo que le platicó —Esta bien, te daré un poco más. Creo que comienzo a comprender tu lenguaje, también te acompañaré con otra ración

Test Positivo (SEVENTEEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora