Test Positivo (SEVENTEEN)

JiCheol

En el momento en que sus padres le dijeron que tendría que casarse, pensó en huir. No aceptaba la idea de compartir su vida con un desconocido, dormir a su lado, comer junto a él, usar el mismo baño, tener sexo y procrear una nueva vida

Jihoon estaba aterrado

—No es un desconocido —Le dijo su madre muy calmada —Es SeungCheol

—¿Qué? —Lo recordaba —No nos llevamos bien desde que yo le —Jihoon hizo un alto a lo siguiente que diría, era vergonzoso y su madre no podía saberlo, jamás, nunca nadie

—Su padre es amigo de tu padre, si se casan todos los negocios quedarán en la familia —La mujer le acarició su mejilla consolándolo —Hoy se verán en las charlas de la iglesia

Y precisame Jihoon estaba ahí, en la aburrida charla intentando no caer dormido con la lenta voz del pastor. A su lado SeungCheol hacía lo mismo, ambos cabeceaban esporádicamente

Jihoon sin darse cuenta apoyó su brazo en el de SeungCheol tocándose, pero estaban tan aburridos que ninguno se quejó

—El sagrado matrimonio es un acto de amor que es para siempre, donde se debe prometer cuidar... —El hombre de la toga calló al escuchar un ronquido, tosió un par de veces llamando la atención del chico

SeungCheol roncaba y Jihoon que ya estaba más que despierto por el molesto sonido, lo golpeó con su codo logrando despertarlo

—Idiota —Le dijo el pequeño

El mayor se incorporó notando que estaba de vuelta en la aburrida realidad —Lo serás tu

—La primera charla acaba por hoy, los veré la próxima semana

Jihoon estaba tan cansado que lo único que deseaba era salir y tomar un poco de aire fresco, odiaba las ceremonias largas y odiaba a la persona con la cual se casaría

SeungCheol lo siguió con la única intensión de molestarlo, debía entretenerse con algo después de la infinita plática

—Espero que no te emborraches en la noche de bodas —Se burló el más alto

—Sueña que estaré contigo, tendrás que usar tu mano por siempre

—Y tu meterte un plástico por la enternidad —Le respondió frunciendo el ceño pero suspiró al instante —Estamos jodidos

—Ya no podemos escapar de esto

—Espero que no tengamos apodos cursis

La segunda semana había llegado, tanto SeungCheol como Jihoon no ponían de su parte para que las cosas entre ellos mejoraran. Estaban obligados a sonreir frente a sus padres y los demás

—¿Tuviste muchos novios? —SeungCheol estaba curioso

—Follé como conejo si es lo que quieres escuchar

—Yo también y aprendí muchas cosas —SeungCheol se jactaba de sus andanzas

—No quiero saberlo

—¿Tienes planes a futuro? —Preguntó otra vez el mayor, en lo más profundo de si le interesaba la vida de Jihoon

—Tener mi casa, dormir y comer

SeungCheol rió, era algo simple y poco ambicioso

—¿Y tu tienes pensado algo mejor?

—Yo quería tener un romance de pelicula, pelear, reconciliarnos, luchar, amarnos y formar una familia

—¿Una familia? —Soltó una risa el pequeño —Dudo que seas capaz de tener hijos

—¿Por qué no? —SeungCheol se acercó peligrosamente al rostro de Jihoon —Dime porqué no sería capaz