Capítulo 9

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SKYLAR

Sábado en la mañana.

Si, eso solo significaba algo, iba a pasar el día entero con Sam en casa. Y tal vez hubiese podido evitarlo si no hubiese mudado todas mi cosas a su habitación y fallado todos los intentos de dormir en otra habitacion.

Dos veces.

No importa cuantas veces me asegure de que las puertas tuvieran candado, él se las arreglaba a través de ello.

Hace unos quince minutos Sam se había levantado de la cama, y podía escuchar su voz mientras maldecia, solo podía entender fragmentos de la conversación, algo que ver con un ataque y armas.

Con un suspiro me levante de la cama y entre al baño para empezar mi dia.

Tras tomar una ducha y ponerme algo de ropa, me puse un poco de maquillaje ligero. Sam entro al baño con el ceño fruncido y también vestido, alguien al parecer había usado el otro baño de la casa. Se quedo mirando mientras terminaba de aplicarme un poco de mascaras de pestañas.
 
—¿Te vas a quedar ahí mirandome? —Lo mire en el espejo mientras se acercaba. Nego con la cabeza y se quedo detrás de mi.

—Tenemos que salir. —Mire mi pelo por ultima vez y salí del baño hacia la habitacion.

—¿Donde?

Tome mi teléfono de la mesita de noche y verifique por llamadas perdidas. No habia ninguna.

—A visitar un amigo. —Alce una ceja en su direccion, peor no dije nada y él salió de la habitacion. —Tienes cinco minutos Skylar.  —Murmuró por el pasillo.

—¡Tendré todos los minutos que quiera! —Grité en repuesta.

Buscando un bolso, pensé en que Sam nunca me había hablado de sus ,amigos y mucho menos me los había presentado, ademas ninguno estuvo en la boda.

Treinta minutos después de que Sam me habían dicho que bajara, lo hice. Ocultando mi sonrisa cuando lo vi al lado de la puerta con una cara de enojo, sus ojos verdes brillando con un brillo malicioso en ellos.

—Te dije cinco minutos, Skylar. —dejo salir las palabras a través de sus dientes apretados mientras sostenia la puerta abierta.

Sonreí, sin hacer el esfuerzo de ocultar nada.

—No me mandas. —Pase por su lado y suspire cuando escuché sus palabras murmurradas.

—Ese culo loco, es mío. —acompañado por una bofetada en mi trasero antes de poner una mano en mi cintura.

Sentí todo mi cuerpo caliente, lo cual significaba que estaba totalmente de color rosa. Jack quien estaba en el pasillo apartó la mirada rápidamente con una sonrisita en los labios mientras pasábamos a su lado.

Simplemente, genial.

****

—¿Quieres algo de tomar o de comer? —Mire hacia la mujer del amigo de Sam, mientras tomaba asiento en uno de los taburetes de su cocina, ella que daba en el medio, de una señora y yo.

—No, estoy bien gracias.

—Bien. —ella movió frenéticamente sus manos que estaban encima del meson. Mi teléfono sonó con un mensaje y me disculpe para luego pararme.

El mensaje era de Sam.

Esposo sexy: Te espero en la puerta. Nos vamos.

¿Qué demonios? ¿Esposo Sexy? ¿Qué hacía el jugando con mi telefono?

Yo: Hdp

¿Un poco infantil? Si, pero lo latina en mi me decía que él se lo tenía bien merecido. Le envié el mensaje antes de cambiar su nombre en mis contactos.

El diablo: ¿Qué significan esas letras?

Suspire y guarde el teléfono antes de ir hacia la puerta. Ahí estaba él sonriendole al teléfono, dándome la ligera impresión de que el sabía que significaban esas letras.

Pase por su lado y coque con su hombro para pasar por delante de él. Una de sus manos fue directamente hacia mi cintura permaneciendo a mi lado. El auto ya se encontraba en frente y salió la persona entregandole a Sam las llaves del Mclaren 570s azul del año.

Una sub negro estaba detrás de este en donde Jack iba con algunos chicos de seguridad.

Sam abrió mi puerta del copiloto para mi y rodé los ojos, este hombre se estaba comportando de una manera extraña, pero no me quejaba, mientras mi corazón estuviera intacto todo estaría bien.

Casada con un mafiosoWhere stories live. Discover now