8. Promesas

4.1K 102 16
                                    


Cepeda

Recordando mentalmente la educación que había recibido por parte de mis padres, inspiré hondo. No podía simplemente pegarle un puñetazo a Vicente sin razón aparente. Y menos, delante de los padres de Aitana.

Unos padres desconocidos hasta el momento, ya que los había reconocido gracias a cientos de fotos que Aitana me había enseñado en su compañía y a varias llamadas telefónicas que compartimos cuando Aitana era finalista y queríamos hacerle promoción.

Y a Vicente... Bueno, para que mentir. Digamos que cuando salí de la academia me etiquetaron en varias fotos de Aitana con él.

- Pero chiquillo, ven a darnos un abrazo, hombre. – dijo Belén, la madre de Aitana, mientras una dulce sonrisa aparecía en su cara.

Sorprendido, avancé unos pasos y ella me rodeó firmemente con sus brazos.

- Ya tendréis tiempo para explicarnos lo que ha pasado ahí arriba más tarde. – me susurró al oído para que nadie escuchara.

Yo solo asentí mientras Cosme me daba un apretón de manos seguido de varias palmaditas en la espalda.

- Y este es Vicente. – dijo Belén, algo tensa.

En la cara del chico apareció una sonrisa chulesca antes de coger mi mano y apretarla. Demasiado fuerte, he de decir.

- El novio de Aitana. – dijo él, como si nada.

Y ahí estaba yo. Riendo a carcajadas ante lo que ese tío acababa de decir, cuando entró Aitana.

Si mi cara había sido un cuadro, la suya pasó de la sorpresa, a la confusión para más tarde adoptar en sus facciones una expresión de rabia. Pura rabia.

- ¿Qué hace este aquí? – dijo ella, mientras sus manos se convertían en puños y pude ver como sus ojos se llenaban de lágrimas.

- ¿Cómo? – Belén no entendía nada. – Hombre, pues teniendo en cuenta que es tu novio, él nos llamó para decirnos que iba a venir a darte una sorpresa y quisimos acompañarlo.

Perdí el control. Y cuando miré a Aitana, vi que ella también.

- ¿Mi novio? ¿Qué este ser despreciable que hace unas semanas me dijo que no valía para nada y que era una creída es mi novio? ¿Qué un tío que se ha encargado de controlarme, tirar mis ilusiones por la borda y quitarme la poca seguridad que tengo en mi misma es mi novio? Antes prefiero morir sola que tener ningún tipo de relación con él. – dijo, mirando a sus padres, que la observaban sorprendidos.

Tras decir esto, pude ver como Aitana se venía abajo. Era superior a mí verla sufrir de esa manera y no hacer nada, así que me acerqué y rodeé su pequeño cuerpo mientras repartía varios besos en su pelo y su frente. Inmediatamente y con urgencia, Aitana se agarró a mí y escondió su cabeza en mi pecho.

- Cosita, te vas a arrepentir de esto. Mira, yo hasta te perdono. Hago como que no he visto ese beso asqueroso que bien podría haber sido de padre a hija. Lo olvido. Fíjate lo que te quiero. – dijo Vicente, acercándose a ella.

Y, por consiguiente, acercándose a mí. Y también a mis ganas de partirle la cara en ese mismo instante.

- Creo que es mejor que te vayas. – dijo Cosme, mirando a Vicente fijamente. – Ya.

- Vamos a ver, chaval. Voy a ser muy clarito. O te vas de aquí en diez segundos o te prometo que esta mano va a estar pegada a tu cara y no va a ser una sensación placentera. Así que ya estás moviendo tu culo hasta Barcelona y no quiero que molestes más a Aitana, ¿vale? Aprende a respetar las decisiones de una mujer, ostia. – dije, diciendo las palabras más calmadas y educadas que encontré en mi interior.

Yo quiero más || AitedaWhere stories live. Discover now