2. La verdad

4.9K 120 3
                                    


Cepeda

Tomé asiento entre Roi y Miriam mientras Noe y Manu traían más sillas para que todos pudiéramos sentarnos.

Era el día de la reunión acerca del concierto benéfico. En una de las llamadas para ver cómo iba todo en la ONG en la que antes había trabajado, el encargado y yo habíamos llegado a la conclusión de que sería una buena idea ayudar a los niños necesitados mediante nuestra música.

Una vez estuvimos todos sentados, Noe comenzó a hablar.

- Bueno, chicos. Hemos decidido hacer algo especial para este concierto para atraer a más gente y de esta manera, recaudar más dinero. Por ello, vamos a cambiar el repertorio de este concierto y vais a cantar con otros compañeros con los que no tenéis la oportunidad de cantar durante la gira. – Todos nos miramos, algunos emocionados y otros nerviosos. – Aquí tengo los blocs de las canciones. Tendréis que ensayar mucho, ya que hay que compaginar el concierto de mañana de la gira con este.

Me pasé la mano por el pelo, despeinándome aún más de lo que ya estaba. Me gustaba la idea de cantar canciones nuevas y descubrir dúos diferentes con mis compañeros, pero no quería renunciar a "No puedo vivir sin ti" .Siendo más sinceros, no quería renunciar a cantar con Aitana.

- Aun así, lo más importante es lo que opine el público. Ayer abrimos una encuesta para que la audiencia eligiera dos dúos que quieren mantener. Eso sí, las canciones serán diferentes. No quiero quejas. – Dijo Noe, mirándonos a todos.

- La encuesta ha sido cerrada y los dos dúos que se mantendrán son: Aitana y Cepeda, Amaia y Alfred. Como ya hemos dicho, esto no ha sido decisión nuestra. Manda el público. – Respiré aliviado.

Iba a cantar con ella. No importaba la canción, sería mágico si me acompañaba en el escenario.

Compartimos una mirada cómplice mientras Noemí comenzaba a repartir los blocs entre mis compañeros, repartiendo dúos y solos.

Llegó mi turno. Noemí me sonrió al darme los dos blocs y me regañó cuando intente abrirlos, olvidando que tenía que esperar.

Cuando terminó de repartir, todos abrimos los blocs, expectantes.


Aitana

Abrí uno de los blocs, sintiéndome nerviosa y a la misma vez, ilusionada. En el primero de estos, pude leer mi canción solitaria: "Hello", de Adele. Di unos saltitos sin llegar a levantarme al saber que iba a cantar una balada de una de mis cantantes favoritas. En ese mismo instante, me propuse bordar esa actuación.

Antes de abrir mi segundo bloc, miré a Luis, que estaba sentado en la esquina opuesta donde estaba yo. Él también estaba mirándome. En un acto reflejo, me levanté y corriendo, fui hacia donde estaba sentado y sin decir una palabra, me senté en el hueco que habían dejado sus piernas abiertas.

- ¿Has abierto ya el bloc de nuestra canción? – dije, mientras podía observar como los ojos de Luis se achinaban al sonreír.

- Buah, que lenta eres. Te va a encantar – contestó, mientras jugueteaba con uno de los mechones de mi pelo.

Dirigí de nuevo mi vista hacia el bloc y lo abrí. "Just the way you are", de Bruno Mars.

No me lo podía creer. Este tema lo habíamos cantado juntos en la academia en una ocasión donde yo me encontraba tocando el piano y Luis llegó. Acabamos cantándola juntos.

- ¡Qué guay! – dije mientras rodeaba una de sus piernas con mis brazos, acercándolo más a mí.

Todo ocurrió muy rápido. Nuestros ojos conectaron. Perdí la cuenta de cuantos segundos o minutos estuvimos así, mirándonos. Sus ojos eran cálidos y sentía que mientras me mantuviera cerca de él, siempre estaría a salvo.

- Pero que mona eres, de verdad. – dijo él bajito, para que nadie le escuchara.

Yo solo pude sonreír. Por dentro, quería llorar. ¿Qué me estaba pasando?


Cepeda

Después de nuestro momento de conexión, Aitana se disculpó diciendo que tenía que ensayar con Ana. Sus ojos denotaban que algo malo le pasaba, pero decidí no agobiarla.

Me dirigí a mi habitación con el móvil entre las manos. Ayer mismo había recibido un mensaje que debería de haber contestado con urgencia, ya que era decisivo en mi relación. Pero nada parecía suficientemente urgente si tenía a Aitana cerca.

Recordándome a mí mismo que ya tenía una edad para estos juegos, pulsé el nombre de Graciela en mis contactos, llamándola.

- Hombre, pero si estás vivo. – dijo ella, sarcásticamente.

- Lo siento mucho, Graci. Estoy muy liado con el concierto de mañana. Ya sabes, casi no me da tiempo a coger el móvil.

- Ya, seguro. Mira, me alegro bastante de que llames. Preferiría habértelo dicho en persona, pero viendo tu actitud, mejor lo hago por aquí. Soy una persona madura, que te ha querido y te quiere mucho. Siempre te he apoyado en todo, ya lo sabes. Ni te imaginas lo que me alegré cuando me dijiste que entrabas en OT. Pero ese programa ha sido el principio del fin para nosotros. Si no lo quieres ver, es tu problema, pero sé que en el fondo lo notas igual que yo. No puedo seguir con alguien que no me valora lo suficiente. Me niego a que mi novio este enamorada de otra. Espero que te vaya todo muy bien, Cepeda.

Tras decir esto, cortó. Me quedé boquiabierto, sin palabras. Mi novia había cortado conmigo por teléfono.

Ella había sido más valiente que yo, había admitido la verdad. Y la verdad era que estaba empezando a enamorarme de Aitana. 

Yo quiero más || AitedaWhere stories live. Discover now