Capítulo 11

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Capítulo 11:

Punto de vista de John:

Estar con esa niña me altera, pero no en una forma de ira como cuando te enfadas, sino, como que automáticamente mi cerebro y cuerpo se pone en alerta cuando estoy en su alrededor, algo se activa y actúo como un tremendo idiota.

Tengo que hacer algo para controlar mis emociones y acciones, pero de nuevo he llegado a la terrible conclusión de que la única opción es alejarme de ella, pero eso ahora mismo ni siquiera es una opción, no voy a separarme de ella bajo ninguna retorcida circunstancia, asique... Estoy sin opciones de todos modos. Maldición.

Camino a mi deportivo negro mientras intento ordenar mis pensamientos sólo para confundirme más a cada paso.

Desbloqueo la puerta y entro al coche, aspiro el aire deleitándome del olor a cuero y arranco, mis músculos se relajan al instante en el que siento el potente motor.

Acelero y doy la vuelta a la manzana hasta que al fin veo el coche rojo a un lado de la acera, paso a su lado y le hago una seña con la cabeza a Max quien asiente y arranca el motor.

Es la primera vez en 6 noches que dejo mi lugar bajo la ventana de Shana para al fin dormir en una maldita cama como la gente normal.

Pero no se siente como lo correcto, una parte de mi, la nueva y loca dice que de la vuelta y me asegure de que nada malo pase esta noche mientras ella duerme, pero la conservadora y racional parte de mí dice que me deje de joder la cabeza y me dedique de nuevo a mi.

Sobre todo cuando tengo la promesa de Jack de que no llevará a la mierda de sus amigos a su casa y se asegurará de que Shana estará en sus más profundos sueños cuando llegue con la mejor amiga de ella.

Puede que esté actuando paranoico, pero admito que me preocupé cuando entró en shock en la fiesta, sabía que tenía que darle su tiempo y espacio para asimilarlo pero eso no cuenta si la vigilo y no me ve ¿no?

Es curioso, pero aunque hoy me haya portado como un imbécil tengo que admitir que un gran peso se me quito de encima cuando al fin pude verla, hablarla, tocarla, e incluso besarla.

¡Y qué beso!

No evito mi sonrisa al recordarla, ¿Quién iba a decir que la pequeña Shannon sabría besar? Deliciosamente sorprendente.

Soy consciente de lo idiota que fui cuando estropee el momento, pero es la única forma de que no empiece a sentir cosas por mí y esas cursilerías que piensan las tías. ¿Qué pasaría si después no soportara verme con otra? La tendría decaída y malhumorada conmigo todo el tiempo y no es algo que quiera vivir.

Ella se merece un tío mejor de todas formas, alguien que no la ponga en peligro cada 24 horas.

Aparco una calle paralela a la de mi objetivo, cojo la pistola de la guantera y me la coloco por dentro del pantalón, salgo del coche y me dirijo hacia Max que ya está preparado de frente a mi coche.

"¿Listo?" Le pregunto cuando se palpa su pantalón para asegurarse que lleva su pistola.

"Seguro." Sonríe, me gusta hacer este tipo de trabajos con él, se hace menos... ¿pesado?

"No te lances Max, hay que darle la oportunidad de que nos de el dinero, le presionamos un poco y si no lo tiene acabamos con él."

"Lo que digas hermano." Le di una palmada en la espalda y fuimos tranquilos hasta la vieja casa.

Roberto nos había mandado hacerle una visita a uno de nuestros "clientes", es un pobre chaval sin dinero metido en las drogas que simplemente se encontró con las personas equivocadas.

AléjateWhere stories live. Discover now