ᐯᗴᏆᑎᎢᗴ

5.7K 726 279
                                    


Pov. NamJin

Jin fué el primero en abrazarse a el pequeño y yo le seguí rápidamente, el pequeño comenzó a sollozar, había extrañado a sus padres, y era lógico, estába completamente felíz de haber retomado nuestras verdaderas vidas.

—Nam, regresamos, por fin regresamos, regresamos a ser nosotros mismos, regresamos con nuestro Kookie— hablaba mi esposo alegremente y yo asentí igual de felíz.

—Por fin regresamos, Jin— Sonreí y los abracé a ambos con fuerza.

🌱



Todo era maravilloso, habíamos podido recuperar otra vez nuestras vidas, por fin no estábamos perdidos, por fin dejamos los caminos confusos, y por fin pudimos regresar a casa con nuestro pequeño Kook, todo ese tiempo que nos alejamos de él, sufrió algunos daños emocionales, pero pudo recuperarse, al igual que nosotros.

—Bebé, ven a aquí, ya es hora de dormir, te contaré una história.

Mi pequeño corrió hacia mi abrazando su peluche favorito y con su pijama de conejitos puesto; lo levanté entre mis brazos y le dí un beso en la frente para luego recostarlo en la cama... Luego de que le terminara de contar la história, lo miré, el pequeño yacía dormido abrazado a su peluche, lo cubrí con sus cobijas y dejé la luz de noche encendida para luego salir de la habitación.

Me dirigí a mi habitación y me cambié mi ropa por una de dormir, cuándo mi cuerpo tocó los finos hilos de las sábanas, sentí que podía dormir, descansar tranquilo, junto al cuerpo de mi esposo.

[...]

Al otro día todo fué normal, me levanté temprano, hice el desayuno, vestí a mi pequeño para llevarlo a su escuela y luego de todas esas vueltas, regresé a la casa, encontrándome con mi esposo sentado en el sofá leyendo uno de sus libros, uno de los tantos que teníamos en una enorme biblioteca.

—Ya llegué cariño

Él asintió y me fuí hacia la cocina para luego dejar las compras sobre la mesada. Me despoje de mis abrigos y comencé a guardar todo, menos lo que utilizaría para preparar la cena de esta noche. Cuando comencé a cocinar, sentí unos brazos rodear mi cuerpo y luego una suave voz en mi oído, sonreí y me giré para darle un pequeño beso en una de sus mejillas, volví a girarme para seguir con mi trabajo de preparar la cena.

Mi esposo fué a buscar a nuestro pequeño mientras yo seguía tranquilamente con la cena, por lo cuál, me había quedado solo en la casa, era un poco agobiante quedarme solo en la enorme casa, pero aún así decidí poner música para poder cocinar ya más tranquilamente sin agobio.





El tiempo seguía pasando, nuestras vidas eran totalmente tranquilas, normales, ya nada volvió a ser como lo que pasamos antes Nam y yo, todo era tranquilo. Nuestro pequeño Kook creció, ahora tenía treinta años de edad, nuestro pequeño niño había crecido bastante, era un hombre grande ahora, y estábamos orgullosos de él. Se casó y formó una familia, era felíz, y eso a su vez nos ponía feliz a ambos.


El tiempo siguió pasando, y un día de Agosto, Nam se nos fué, desde hacía mucho tiempo Nam había tenido problemas con su corazón, y esa vez, ya no aguantó más, murió de un infarto. Recuerdo que ese día estábamos todos en una reunión en la casa, cuándo todo ya estába terminando, eso ocurrió... Pasamos una semana de Luto, pero el más afectado fuí yo, había perdido al amor de mi vida, se me fué de entre las manos, pero... Con el tiempo aprendí que él no había soltado mi mano, aún estába conmigo, él aún seguía a mi lado.





Pov. Jeon JungKook

Llegó el primer día de la primavera, estábamos de vacaciones entre familia, hasta que recibimos el llamado de que mi padre había caído en cama, tubimos que interrumpir nuestras vacaciones y nos fuímos corriendo rápidamente a Seúl, para poder estar con mi padre, no quería perderlo, no a él, lo necesitaba en mi vida, no quería dejarlo ir.

Al llegar a el hospital donde estába internado, me acerqué a él y tomé suavemente su mano con la mía. Él abrió sus ojos y me miró con una sonrisa débil, pero llena de alegría, como era típico de él.

—Papá Jin, estoy aquí, no me iré lejos de usted...

—Hijo mío... Creciste muy bien... Eres igual que tu padre cuándo era joven... Un muchacho fuerte y lleno de alegría. Nunca pierdas eso... Recuerdo cuándo era yo quién tomaba tu mano mientras estabas acostado, que hermosos recuerdos... Pero mírate ahora, eres tú quién toma mi mano mientras estoy recostado... Ya haz crecido... Y yo también... Ya me llegó la hora hijo mío...

—Papá...

—No llores, sabes que fuí felíz mientras viví, te ví crecer, desarrollarte, conseguir tu primera novia, llegar por primera vez borracho a casa... Te casaste y tienes un hermoso hijo ahora... Yo ya puedo irme, viví una vida felíz y disfruté todo lo que pude de ella, a ti aún te queda mucha vida por delante, tu verás a tu hijo crecer, al igual que yo lo hice contigo, porfavor, cuida de ti y de tu familia...

Él asintió sonriendo y acarició mi rostro con su mano temblorosa mientras sonreía.

—Ya debo irme... Tu padre me está esperando... Pero antes... Quiero contarte una história... Una história que tu no conoces muy bien, una história de hace muchos años, esta es la história de un chico que perseguía a una mariposa y terminó encontrándose a un pequeño lobo...







Esta es la historia de como conocí a tu padre.





















FIN

Wolf - NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora