¡¿Yo en la Época de los Merodeadores?! (EN CORRECCIÓN)

Y mi Casa es...

Pov___
En lo que pasaban los alumnos y yo estaba afuera esperando a que me nombraran, estaba pensando seriamente cual sería mi actitud aquí, yo quiero descubrirme, y ahora puedo aprovechar este tipo de libertad que se me fue otorgada, disfrutarla al máximo, sin ocultar ningún aspecto mio. Ya que estaría aquí, no tengo por que fingir ser alguien más, no tengo a mis padres ni a mis hermanas, y de una u otra manera, si no me comporto firme seré manipulada y discriminada, ya estoy harta de eso...

No sé en qué casa quedaré, pero... una parte de mi dice desear quedar en Gryffindor... sería maravilloso portar los colores de esa casa, una casa que representa la valentía de los que se atreven a enfrentar sus miedos y seguir avanzando,además que, después de todo, observar a los merodeadores, como Lily se enamoró de James, ver a Severus Snape en primera fila, aún si es un personaje complicado, también es el más admirable, y no es una oportunidad que se dé todos los días...

Después de un rato, me nombraron, por lo que se abrieron las puertas de par en par para cederme el paso al interior del GC, entré con paso firme sacando una seguridad que ni yo sabía que tenía; tenía sobre mi las miradas de las diferentes casas, mientras que los de Slytherin me dirigían miradas de asco o de desinterés, así que me aproxime a donde se encontraba la profesora McGonagall con el sombrero seleccionador, y me senté...

Sombrero- desbloquea tu mente jovencita... 

Al escucharlo dentro de mi mente, le hice caso...

Sombrero- interesante... Tu caso es muy interesante... - eres un caso muy peculiar... - pues definitivamente, con todo lo que has aprendido, podría decir que tú deseo de ser Gryffindor está justificado, pero también tienes la actitud que has mostrado hasta ahora, lo cual te haría una perfecta Hufflepuff en muchos sentidos, cosa que hasta a la misma Helga le causaría orgullo, eres inteligente, si, pero Ravenclaw te vendría chico con toda esa pasión que desbordas.- bien... Ésta claro que Hufflepuff y Ravenclaw te quedan chicos... Tal vez puedas cumplir con tu meta, pero eso sucederá solo si te mando a la casa correcta...- pequeña, estamos en esta encrucijada.. - la casa de Godrig Gryffindor estaría feliz de tener a alguien tan valiosa como tú, no tengo la menor duda, pero...- lo siento, ya lo he decidido... mandarte a dónde te mandaré será todo un reto para ti, pero solo así, acabarás con todo, creo en tu potencial pequeña - lo he decidido, tu astucia y ambición son únicos y genuinos, te deseo suerte... tu casa es... ¡Slytherin!

Todo el comedor se quedó en un profundo e incómodo silencio... ¡¿Por qué me lanzó a la boca del lobo?! Es la casa donde odian a los hijos de muggles, es imposible...

Los de Gryffindor quedaron de piedra, no podían creer lo que estaba sucediendo, después de todo, es anormal que una nacida de muggles quede en una casa donde adoran a los "sangre pura", ¡ahí a lo mucho entran los mestizos! ... Me levanté y sin mostrar miedo me acerqué a la mesa de las serpientes y me senté en un lugar vacío, en una esquina solitaria.

Toda la mesa me veía con desprecio, y otros simplemente de forma déspota, sabía que esto era como una deshonra para ellos. Me sentí rechazada en ese ambiente, pero que más podía hacer, ya se había tomado la decisión, una parte de mi deseaba fingir no haber escuchado nada y dirigirse a la mesa de Gryffindor, pero no quería ser una cobarde, no me vería débil, ante ellos, si lo hubiera hecho sería un blanco fácil, más yo ya estaba decidida a no dejarme amedrentar.

Me puse los audífonos con disimulo mientras Dumbledore daba las indicaciones y sugerencias; escuchaba música, mientras mis pensamientos divagaban, haciendo caso omiso de las indicaciones y advertencias de Dumbledore.