Parte 26

50 8 1
                                    

De nuevo en la oficina, con el sonido retumbando en los parlantes afuera. Ya había terminado mis tareas como manager. Había firmado los papeles de entrega, y las futuras reuniones.

Eran casi las dos de la mañana. Era primera vez que terminaba mis tareas tan temprano y tan rápido.

Quizás era por la concentración que tenía o porque siempre estaba buscando irme lo más rápido de aquí.

No había hablado con nadie el día de hoy, más que solo para hacer las guardias tan vagas y frívolas.

Estaba cansada y sin ánimos. Me sentía a desfallecer, faltaban solo un par de días para Navidad y Liss estaba preparando sus maletas para irse de aquí.

Estaba nerviosa por el hecho de la invitación de Ben en su casa de  infancia. Los chicos también irían con sus familia, ya que casi todos son de allá. Inclusive me había ofrecido un cuarto de invitados.

Reí al recordar la primera vez que me quedé en un cuarto de invitados por ello.

El como Ben me pedía que me quedara, que lo acompañara. Y el como había caído tan bajo en la bebida al punto de contarme sus cosas apenas conociéndonos.

Cómo estábamos conectados, y la posición protectora que había tomado con el. Aún recuerdo sus palpitaciones del corazón lentas y tranquilas.

Estaba sumida en esos pensamientos cuando la puerta se abrió lentamente y sonreí al ver que era Amelie.

"Hola" Me saludo por segunda vez en la noche. Yo miré expectante a que dijera algo. "¿Estás ocupada? Alguien quiere verte" Me pregunto.

"Para nada, acabo de terminar" Hice un ademán con la mano y ella asintió. Se devolvió  por la puerta y no pasó ni tres segundos cuando se volvió a abrir.

Y hablando del rey de Roma, Ben pasó por la puerta sonriente.

"Hola, poste de luz" Saludé amigable.

"Hola, Cass" Saludo de vuelta y señale la silla indicándole que se sentara, lo cual hizo.

"¿Cómo estás? ¿que te trae por aquí?" Pregunté sonriente y el se encogió de hombros.

"Solo quería verte y hablar contigo" Respondió vagamente y vi como sus mejillas tornaron ligeramente más rosadas de lo normal. Yo reí a ese gesto.

"Que lindo de tu parte" Admití. "Voy a imaginar que es solo eso. Y que no es una excusa para venir al bar y tomar alcohol" Bufé divertida y el igual.

"Está bien, está bien" Dijo en forma de defensa. "¿Sabes? Me quería disculpar por esa vez en mi casa..." Empezó a hablar y colocó los codos en la mesa. "Cuando dije lo de la rehabilitación y eso" Añadió. "No debí decirlo, estoy seguro que te ofendí y no- no era mi intención" Finalizó y yo negué con la cabeza.

"Para nada, Ben, yo debería disculparme" Mi voz salió suave y estire mi brazo en la mesa para tomar su mano en señal reconfortante. "Lo que dije no estuvo bien, no debí tomarlo tan personal, y peor, no debí traer un tema muy delicado en ti" Estruje su mano y el desvío su mirada de esta a la mía.

"Creo que fué bueno que lo hicieras" Admitió. "Ahora tengo muchas cosas claras" Suspiró y yo fruncí el ceño.

"¿Las tienes?" Casi sone emocionada, como si estuviese sientiendo una esperanza en él. Pero el no se veía feliz.

"Sí algo así" Se encogió de hombros. "Iba a decirtelo luego de la fiesta de Navidad..." Sonó nervioso y vi como trataba  de buscar las mejores palabras "Pero creo que sería arruinar ese momento y con esto no quiero que, ya sabes, te arrepientas de ir, porque todavía quiero que vayas pero-" Rasco su nuca. "Es algo que te quería decir hace un rato, pero nunca encontré la oportunidad y-" Una interrupción salió de improvisto haciéndolo callar de inmediato.

dear agony »benjamin burnley »breaking benjaminWhere stories live. Discover now