14. El rey de los idiotas

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Maddie POV

Me ha llegado un mensaje de James diciéndome que me espera en el gimnasio a las 11am.

Veo el reloj y ya son las 10:50, mientras caminara se haría el tiempo así que esperaré un poco antes. Guardo mis últimos libros en el casillero, y de repente cae una de las fotos que estan pegadas en la puerta de éste.

Es una foto donde aparecemos Oliv, Nick y yo hace dos años. 

Nick cargaba a Oliv en caballito con la lengua a fuera, y yo le daba un beso en la mejilla a una Oliv sonriente mientras tomaba la foto tipo selfie. 

Siempre nos hemos divertido mucho.

Desde muy pequeños, somos muy unidos. Hasta con Nick que se volvió nuestro mejor amigo unos años después de que Oliv y yo nos conociéramos e hiciéramos mejores amigas. 

Nuestra amistad siempre ha sido muy fuerte y yo los quiero mucho.

Pero no entiendo cómo pueden intentar algo tan horrible sobre James solo porque no le caiga bien para mí ¿Cómo pueden hacerlo?

Él no me haría eso... 

Pensé que eran mis amigos.

Limpio una lágrima que esta por caer de mis ojos, guardo la foto en el casillero, lo cierro de golpe y empiezo a caminar hacia el gimnasio.

- Maddie – Volteo encontrándome con Oliv y Nick que caminando hacia mí.

- No los escucharé – Les aviso sin dejar de caminar.

- Maddie, por favor escúchanos – Pide Nick. 

No respondo y sego caminando, ya casi llego al pasillo del gimnasio.

- ¡Maddelan! – Me llama Oliv – Debes ver esto.

- ¡Basta! – Me giro ya fastidiada – ¿Por qué no pueden estar feliz por mí y apoyarme?

- ¿Quieres que apoyemos una mentira? – Dice Nick con las cejas alzadas – Porque no lo haremos.

Mentiras.

Mentiras.

Mentiras, Maddie.

- Bien, tampoco lo quería – Les respondo tragándome el nudo de mi garganta.

- Esta bien – Dice mi mejor amiga ya fastidiada – Haz lo que quieras – Agrega antes de girarse e irse con Nick por el pasillo.

Siento como las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas.

No.

No me permitiré llorar. No puedo dejar que nadie me haga llorar.

Sigo mi camino hasta el gimnasio en donde entro y me encuentro con que está completamente vacío. 

Bueno, tal vez llegué antes.

Me siento en las gradas a esperar a que James llegue.

Saco mi teléfono para distraerme un poco, pero no pasa mucho tiempo antes de que empiece a a escuchar voces. Doy un vistazo por todo el lugar, dándome cuenta que son provenientes del armario donde guardan los balones.

Mi instinto de chismosa me hace acercarme.

Mientras más me acerco, se empieza a escuchar todo con claridad. 

Son gemidos. 

 Uhg, acaso ¿no pueden irse a un hotel?

Me giro con la idea de alejarme de ahi.

El Hermano De Mi Amiga #AH&L1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora