Intrigue┊Naruhina

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—Bien, escucha, tengo muchas cosas que decirte, trataré de ser lo más breve posible por que... ¡Ah esto no funciona! —gritó frustrada mientras se lanzaba a la cama y cubría su cabeza con la almohada.—Es mucho más difícil de lo que creí que sería —susurró queriendo que las horas pasaran rápido.

Después de mucho pensarlo se decidió a citar a Neji en su casa, le contaría por todo lo que había pasado durante ese tiempo en el que no se vieron, haría que supiera por las cosas que su hermana había pasado. Estaba segura que sería un golpe duro pero nada que no pueda soportar. Ella pudo. Hanabi pudo. Él también podría, ¿No?

—Sí, tendrá que poder... ¿Verdad?

Al menos así lo esperaba.

Perdió la fe en crear un discurso que le sirviera, si planeaba todo eso seguro y no le resultaría bajo ningún caso, por lo que cuando sonó el timbre sintió una oleada de muchas emociones, pero no había mucho tiempo para ello, digo, el retrasar las cosas no hacía que ganara absolutamente nada. Y aún así se quedó de pie frente a la puerta con la mano temblándole antes de tomar la perilla.

Tomó una bocanada de aire disimulada y abrió la puerta, encontrándolo frente a frente como las veces anteriores que se atrevió a visitarla, sólo que esta vez no se encontraba acompañado de aquella chica morena de ojos chocolate. Estaba completamente solo afrontando lo que se venía ahora, afrontando la realidad que estaban a punto de narrarle, así... Al igual que ella, sola. Era su turno.

—¿Me tardé demasiado?

Tratando de evitar cualquier comentario sarcástico, respondió tratando de sonar "calmada".—No, llegaste a tiempo.

Y Neji sintió una gran incomodidad.

—Pero por favor pasa, no podemos quedarnos a conversar afuera. Creo que sería demasiado incómodo —haciendo que sus labios formaran una fina línea recta se hizo a un lado para que Neji pudiese conocer su espacio, su vida, lo que ella era ahora.—Toma asiento, voy por algo de beber.

Modales ante todo, Hinata.

Neji tomó asiento en el sofá sintiendo una extraña sensación en el pecho, sí, la había sentido por mucho tiempo, pero no dejaba de ser extraña. No le gustaba, pero llevaba tiempo viviendo con ella.

No dejaba de llamarle la atención la enorme falta de decoraciones... Era todo casi deprimente, ¿Era eso posible? ¿Cuál era la razón por la que estaba todo tan... Apagado? ¿Por qué?

No se percató cuando Hinata ya estaba frente a él, su rostro serio demostraba lo importante que era el tema del cuál iban a hablar, vamos, era lógico, era algo que hace mucho debieron hablar, era una conversación pendiente que ambos se debían de hace mucho tiempo y por fin había llegado el momento. Por fin se iba a abrir esa herida del pasado, limpiarla y ojalá cerrarla para jamás volverla a abrir.

—Seguro te preguntas por qué Hanabi no está aquí —Neji asintió.—¿Alguna idea del por qué?

—Supongo... ¿Que no querías entrometerla en esto?

—Hanabi ya no es una niña, Neji. Ella ya sabe de lo que hablaremos y el por qué estás aquí. Y si ella no es partícipe de esto hoy es por una razón.

—¿Cuál... Cuál razón...?

—Hanabi está en el hospital en éste mismo momento, Neji. Se está recuperando lenta pero exitosamente —Antes de que Neji pudiera decir algo, Hinata continuó.—Hanabi estuvo en coma por mucho tiempo, ella despertó días después de que tú aparecieras.

—¿C-Cómo diablos...? ¿Qué fue...? ¿Qué?

—No es un "qué" es un "quién". Y es más que obvio. Mi... Papá —tan solo decirle de esa forma causaba hasta nauseas en ella.—Fue culpa suya por dejarla en ese estado y mía por no haber estado ahí al momento en el que todo sucedió —pudo haberse quedado toda la tarde hablando y mal diciendo a Hiashi, pero Hinata se encontraba agotada de que él siguiera siendo tema en su vida y la de su querida hermana menor.—Esa es la única forma en la que te puedo resumir la historia, puesto que no quiero alargar mucho más esto. Hanabi está dolida y mucho. Casi tanto como lo estoy yo. Y aún así... No voy a dejar que se llene el corazón de rencor y odio, se lo dije, se lo prohibí. Sé lo mucho que la quieres y por esa misma razón quiero darte una oportunidad al menos para que puedas hablar con ella. Si quieres que esto acabe de buena manera, puedes tomar la opción que te estoy dando. Si no lo quieres así... Entonces te invito a que salgas de nuestras vidas, tú decides eso Neji. Pero te lo advierto, si te quedas es para siempre, si te vas, no vuelvas más.

Y así, Hinata finalizó su relato.

Lo que pasara a partir de ahora era gran y exclusiva responsabilidad de Neji... O quizás de todos.